Hace tiempo que en el mercado encontramos divergencias bajistas, que sin embargo no han funcionado para un posicionamiento a medio o largo plazo a pesar de su tamaño. El trading a corto plazo por lo tanto, ha sido el rey a pesar de su otrora mala fama. Se intenta por su parte, tomarle el pulso a un techo en formación tan grande, que nos encontramos con espejismos de máximos a cada paso.
Parece inevitable utilizar referencias de medio o largo plazo para hablar de corto plazo cuando, a veces y quién sabe si ahora, el corto plazo tiene un teórico fin que es además el fin de una tendencia de medio, largo y hasta de muy largo plazo.
Da escalofríos, pero cada ciertos años o décadas es así. Si casualmente a nosotros nos va a tocar ser testigos de una coyuntura dantesca que nos haga conocer todos los círculos del infierno, pues por Dios, qué mala suerte.
El rebote que se ha iniciado el 15 de octubre de 2014 en los índices norteamericanos tiene ciertas características que son únicas, principalmente por sus parámetros internos, extensión y verticalidad.
El 5 de diciembre nos pareció ver un espejismo, después aclaro, de haber visto otros. Pero esta vez parecía el fin de algo grande.
Este es un gráfico del Dow Jones en velas diarias en el cual creímos ver un "final más" como otros tantos que lo podrían haber sido también, pero que en esta ocasión era `especial´ atención por las indicadas características del rally que se inició a mediados de octubre. Había una filtración sobre resistencias crecientes, divergencias a montones, un conteo aceptable aunque inusual, y lo que consideramos una "filtración" muy avanzada sobre la línea que en el Dow Jones une los máximos de 2000, 2007 y los actuales (en plural). En efecto, la formación de un techo como el que nuestra edad no permite recordar mediante experiencias propias.
Comenzamos a caer desde allí y "otra vez" creímos tener los cortos del siglo, una dolorosa aventura que de haberse sabido la clase de techo en la que estamos metidos de ninguna manera hubiéramos comenzado a transitar, por más que a futuro se encuentre la bolsa de oro al final del arco iris.
Desde el máximo que vimos en el anterior gráfico marcado el 5 de diciembre, caímos en cinco ondas. Ello constituía un primer bloque de impulso (bajista), y además, con posterioridad se recortó en un abc hasta el máximo de la onda 4 retrocediendo algo más de un 38,2%. En la caída, las ondas 1 y 5 eran iguales y la onda 3 equivalía al 161,8% de extensión de la onda 1. Por fin un patrón de libro pensábamos. Vemos el conteo hasta el fin de la jornada del 17 de diciembre en velas de 15 minutos cada una en el S&P 500.
Pero el rebote continuó y no solo quedó anulado el abc, sino que ahora podemos ver que la última subida tiene forma de impulso. Utilizamos otra vez un gráfico del S&P 500 de velas de 15 minutos para digerir los brutales movimientos de la semana previa a festejar la navidad. Desde abajo a arriba, destacamos:
- Un "leading diaginal" como onda 1 de un nuevo rebote,
- Que la onda 3 muestra un hueco donde una onda de ese tenor debe mostrarlo,
- Una pequeña corrección (similar a la primera indicada como "2") que contamos como 4,
- Y una onda 5 extendida, es decir, que a su vez se ha subdividido en 5.
Por ende no podemos decir con solvencia que ha habido una corrección de las caídas iniciadas el 5 de diciembre, porque la subida es un "impulso" y ha perdido carácter correctivo.
Ahora tenemos un posible doble techo y los máximos intradía siguen siendo los del 5 de diciembre en el S&P 500 pero no sabemos si este lunes ya dejarán de serlo y se anulará toda idea.
Qué decir de lo que ahora tenemos desde el 15 de octubre en su conjunto. Una megasubida, un patrón de impulso bajista y un patrón de impulso alcista. Algo al menos raro porque de momento no confiamos en una gran extensión adicional del último rebote.
Todo forma parte de una figura que hay que analizar con gráficos muy grandes y que por si fuera poco, merecen distintas interpretaciones técnicas. Tantas, como no recuerdo antes.
En síntesis, puede que estemos viendo un oasis para próximas operaciones bajistas y cabe alertar sobre ello, pero ¿puede ser otro espejismo?