Casi con la mitad de septiembre ya tachada en el calendario, el oro y
la plata no parecen estar en su mejor racha. Tras haber logrado borrar
las pérdidas del verano en las últimas semana de agosto, han vuelto a
experimentar un importante retroceso.
El oro ha vuelto a cotizar en mínimos de hace cinco semanas en torno a
los 1.305 dólares la onza mientras que la plata no cotizaba a los
niveles actuales desde mediados de agosto.
Ambos metales han estado en caída libre durante toda la semana, con
el conflicto en Siria en pausa por la petición de EE.UU., respaldada por
Rusia, al gobierno de el Asad de entregar el arsenal químico y los
mercados centrados en la reunión de la Fed de la semana que viene. Casi
todos los participantes y analistas creen que en esta reunión se podría
decidir y anunciar el comienzo del tapering (o recortes) de su
programa de flexibilización cuantitativa (QE). A pesar de que el tema
del techo de la deuda y los debates sobre el déficit presupuestario
están sobre la mesa, no parece que estén activando ninguna acción
alcista para los metales preciosos.
El Fixing del oro de la tarde del viernes fue de 1.318,50 dólares la onza. El oro ha perdido casi un 5 % con respecto al mismo Fixing de la semana pasada.
El Fixing de la plata ha situado al metal en los 21,7 dólares la onza, reflejando una devaluación semanal de más del 5,7%
Esta semana también se ha publicado una actualización de la Gold Survey 2013 elaborada por la consultora de metales preciosos Thomson Reuters GFMS .
Según el equpo de analistas, los vólumenes comerciados durante la
primera mitad del año se reducirán en la segunda mitad, porque los
inventarios de las naciones que más consumen ya están en máximos, tras
el resurgimiento durante el previo desplome de precio. "India es la
excepción porque los cambios en las importaciones y el reglamento de
distribución han supuesto unos inventarios oficiales bajos, mientras que
el contrabando de oro incrementa", dice el informe.
A rasgos generales e incluso con India habiendo sido remplazada por
China como mayor consumidor de oro, GFMS admite estar esperando una
"contracción tangible" en la fabricación de joyería y posiblemente una
caída del 50% de la demanda de oro a nivel mundial durante la segunda
mitad de año.
En cuanto al precio, el informe predice comienzo fuerte de 2014, con
precios que podrían llegar a los 1.500 dólares la onza. Sin embargo, el precio del oro
podría seguir contrayéndose en 2014, con un precio medio de 1.350
dólares la onza, pero mayores caídas a final del año que viene.