El precio del oro y la plata han corregido bruscamente esta semana, tras la comparecencia mensual del presidente de la Reserva Federal.
Algunos de los titulares en los diarios digitales de esta semana
haciendo alusión a Bernanke son la prueba fidedigna de que algo ya no
funciona como tenía que funcionar. Desde el cuestionamiento "¿Pero Bernanke aún cuenta para los mercados?" a la desconsolada plegaria "Amigo Bernanke: dinos algo" y terminando con un contundente y mexicano "Altar de muertos para Ben Bernanke".
Esta semana, el oro y la plata alcanzaron máximos de cinco semanas el lunes al tocar los 1.361 dólares la onza y los 23,09 dólares la
onza respectivamente. Todo parecía que tenía sentido: no se anunció el
tapering en septiembre y la economía de Estados Unidos no está
mejorando. De hecho, esta semana se publicaron los datos de la encuesta
ADP de empleo privado, que confirmaba que la economía estadounidense
solo sumó 130.000 puestos de trabajo el pasado mes, en lugar de los
150.000 previstos por los analistas.
Por esta razón, se ha generalizado la opinión de que las
declaraciones tras la reunión de política monetaria de la Fed fueron
"blandas"- todavía sin anunciar 'tapering', pero no lo suficiente. O al
menos no para los traders en bolsa, commodities o metales preciosos.
Estos querían más indicadores de que la máquina de imprimir dinero
seguiría encendida un largo tiempo.
"La política fiscal está restringiendo el crecimiento económico", advirtió la Fed.
"La inflación ha estado por debajo de la previsión [del 2% anual]...
Hemos decidido esperar a tener más pruebas de que el progreso será
sostenido antes de ajustar el ritmo de las compras [QE]... Una política
monetaria altamente acomodaticia seguirá siendo apropiada durante un
largo periodo de tiempo"
Pero como del tapering hemos pasado al no tapering, los operadores de
estos mercados querían argumentos más fuertes a favor de los estímulos,
teniendo en cuenta la tormenta de octubre con el tema del shutdown del
gobierno y el techo de la deuda. Al no satisfacer las expectativas, el
dólar subió y el oro y la plata cayeron irremediablemente. Y así llevan
haciéndolo desde el miércoles.
El viernes por la tarde se estableció un Fixing para el oro de 1.306,75 dólares la onza, reflejando una pérdida de más del 3 % con respecto al mismo Fixing de la semana pasada.
El Fixing de la plata ha situado al metal a las 12am en los 21,75 dólares la onza, reflejando una caída semanal del 2,68%.
La semana que viene, la primera completa de noviembre, tendremos la
decisión sobre tipos de interés del BCE y su consecuente rueda de
prensa, datos sobre consumo de Estados Unidos y las esperadas nóminas
sobre empleo no agrícola.
En cuanto a la demanda privada de oro, se publicará el Gold Investor Index elaborado por BullionVault que mide la actitud de compra hacia el oro del inversor minorista.