El oro parece que ha perdido su encanto, su brillo, su
dulzura… no obstante, últimamente se habla bastante de él. Por lo que me
gustaría compartir mi punto de vista.
La demanda de oro la podemos agrupar en:
Si nos fijamos, la demanda ha disminuido en joyería y se ha
mantenido en Tecnología (únicas aplicaciones). Por otro lado vemos inversión
vía ETF, donde la evolución ha sido la siguiente (toneladas):
Es fácil intuir que a medida que el “Armageddon” escenario aumentaba
de peso, las inversiones en oro aumentaban. Hoy día al ver que este escenario se disipa (mundo
continua vivo, no habrá rotura euro, ni tampoco hiperinflación…), las
inversiones en ETF también lo hacen.
Por tanto, durante este tiempo ha habido una reducción del
oro en manos de los ETF y, qué casualidad, su bajada es parecida a la
experimentada por el oro.