Toda la vida, cuando alguien trataba de explicar el miedo que había pasado ante algún acontecimiento reciente, era muy frecuente compararse con el miedo que pasaban las monjas en una noche de tormenta y más de uno habréis oído la expresión:
“Tenía más miedo que once monjas en un convento en una noche de tormenta”
Saco este tema al caso de cómo está la bolsa últimamente, pues si bien nuestro sistema dio señal de entrada en diferentes índices el día 28 de abril, en todos los índices que seguimos menos el Ibex 35, han sido varios los suscriptores que me han escrito pidiéndome mi opinión personal sobre si deben entrar o quedarse sentados a ver qué pasa, porque técnicamente cualquier sistema puede estar dando una señal de entrada, pero quién se atreve a entrar en semejantes condiciones sanitarias, sin saber casi nada del bicho, y si lo saben no nos lo dicen.
Pues como dicen en los pueblos, que para las cuesta arriba quiero mi burro que las cuestas abajo ya me las subo. Dejando los burros aparte y centrándonos en las preguntas de qué hacer en periodos de incertidumbres, solo hay dos soluciones: La primera es no hacer nada que nadie nos obliga a asumir riesgos sin convencimientos de donde vamos, que perdemos rentabilidad porque la Bolsa sube, pues no pasa nada, pero estamos tranquilos. La segunda solución es entrar y ahí vienen todas las dudas, porque la bolsa no es rectilínea y un día pensaras que has acertado y otro que te has equivocado, pero en cualquier caso lo que tenemos que tener es la decisión tomada de perder 5 euros pero no 50 euros, alguna perdida que podamos asumir y nada más.
El verano pasado, a finales de julio entre el 25 y el 27, publiqué un artículo un poco irónico sobre invertir sin asumir riesgo, que viene muy bien repasar al hilo de lo que comento más atrás. Se trataba de una cuenta de inversión garantizada, que algún director de banco me comentó que estaban estudiando, aclaro que también irónicamente para que nadie vaya a su oficina bancaria preguntando por la cuenta a toro pasado como la bauticé.
Nosotros no queremos que nadie pierda dinero y más con la situación económica que se nos vine encima, pero lo que no podemos es asumir el riesgo ajeno y decir a nadie si debe entrar o esperar a que la situación mejore. El riesgo es lo que da dinero pero machaca las coronarias, mientras que la seguridad nos deja muy relajados y con la barriga muy goda pero no da dinero. Cada cual que valore lo que quiere.
Esta semana debemos destacar la mejoría del WTI que parece que empieza a superar el despeñamiento de hace dos semanas, cuando en la semana del 20 de abril tocó mínimos, yendo a unos niveles imposibles de asumir y de momento está recuperando parte del terreno perdido, pero ya entra en resistencias.
Por lo demás, los índices parecen que van consolidando posiciones con más tranquilidad que en semanas anteriores, hasta que salte la liebre de una vacuna o un medicamento y todo sean alegrías o por el contrario el bicho se descontrole a nivel mundial más de lo que ha estado semanas anteriores.
Para la semana que viene os estoy preparando el DAX 30 en periodo mensual para ver si con un recuento de ondas de Elliot podemos avanzar algo sobre donde nos encontramos, al menos técnicamente, que nos puede venir muy bien y ayudarnos a pasar menos miedo que las 11 monjas del convento.
Otro artículo que puede venir bien en estas fechas era uno del 07 de abril del 2019 sobre la Bolsa y los inversores valientes.
En fin, cuidaros todos que falta nos va a hacer.
Nuestro lema sigue siendo: Las Bolsas son impredecibles, pero no anárquicas.