En la última edición de la Universidad de Verano
del Instituto Juan de Mariana el profesor Miguel
Anxo Bastos Boubeta dispuso de una hora escasa para recomendar una lista de
libros alejada lo más posible del mainstream -abajo el
video completo-.
Conocí al Pr. Bastos en la Facultad de
Políticas en el Otoño del 2001 y
como hoy me encuentro un poco nostálgico –o tontorrón- me
apetece escribir sobre la importancia de tener un mentor, en mi caso he tenido
dos ha falta de uno pues antes de Bastos estuvo el maestro Vilas de quien el primero fue discípulo.
A finales del 2001 el Pr. Bastos impartía la
asignatura de Políticas Públicas en la USC, en la primera sesión de España
desveló su objetivo final “Nada máis que catro meses para que entendades que o
capitalismo é bo e o socialismo é malo”. Tenía una forma peculiar de dar clase:
paseaba constantemente por el aula, buscaba la participación continúa del
alumno y sobre todo era –y sigue siendo- un auténtico especialista en boutades que
provocaban la perplejidad y la risa floja a partes iguales. Como este no es
lugar para recoger algunas de sus ya legendarias dereitadas animo a aquellos que nunca han estado a sus
clases a que asistan a su magisterio ya sea en las facultades de Políticas o
Periodismo en Santiago, en el Juan de Mariana o también en la Universidad
Francisco Marroquín de Guatemala. Digo que este no el lugar correcto
porque la fuerza de la ironía se perdería al no tener contexto ni
estructura ya que maneja con gran habilidad los silencios y el tempo a la hora
de soltar boutades. Siempre me ha parecido un arte muy difícil de
dominar, no sin razón gran parte de la efectividad de los chistes de los Monty Python tienen que ver con
la estructura lógica –que no predecible-, los silencios y el ritmo. Una
muestra
Al estar sobre aviso de que era discípulo del Pr.
Vilas comprendí que aunque ideológicamente no eran precisamente dos gotas de
agua su magisterio era políticamente incorrecto y decidí no perderme ninguna
clase.
Sin embargo, la promesa no se cumplió. La Facultad de Políticas estuvo en
huelga más de dos meses para detener la aprobación de la L.O.U. Imbuido por el fervor
revolucionario y la filmografía de Ken
Loach participé activamente en varios comités universitarios –con un slogan
muy leninista “Todo o poder para as asambléias”- que ahora, desde la distancia,
me recuerdan al Movimiento del 15M pero sin perroflautismo y con una retórica
más nacionalista o sencillamente con retórica. Mis amigos y yo vendríamos a
ser, siguiendo la analogía de la Revolución Rusa, los Kerensky de la L.O.U., vaya, los blanditos, no militamos en
ningún partido, no éramos nacionalistas –ni españolistas ni galleguistas-, así
que nuestro rol era convertirnos na vangarda do estudantado,
para algo estudiábamos políticas ¡coño! La L.O.U. fue nuestra internership como
ingenieros sociales.Pues bien, una noche, estábamos en la puerta del Gadis –mesetario lea aquí Supersol- un puñado de la
intelectualidad más granada esperando a unos camaradas que ultimaban las
compras para el botellón preceptivo. En la lontananza vimos cruzar la calle
–Rúa Nova de Abaixo para quien no se haya situado todavía- al protagonista de
nuestra historia, quien con velocidad de crucero se dirigía
irremediablemente hacia nosotros. Él, decelerando pero sin llegar a detenerse,
nos espetó “¡Qué! ¿De compras no Libre
Mercado?” Nunca me han vuelto a llamar hipócrita con tanta gracia y mala
leche.
Otra mañana, también en la Rúa Nova de Abaixo, que bien podría ser nuestro
Sunset Boulevard, nos volvimos a encontrar con él y fuimos a tomarnos
unos mencías al Raíces
Galegas. Allí, entre cunca e cunca de viño fue tirando
abajo nuestro esmalte de ingenieros sociales. De hecho, entre boutade y boutade me
recetó “La Sociedad Abierta
y sus Enemigos de Popper” y “El Arte de tener
Razón de Schopenhauer”. Con el tiempo el libro de Popper se ha convertido en una de mis referencias y como buen
pedante lo cito siempre que tengo ocasión pero el de Schopenhauer fue
mucho más efectivo en el corto plazo. El librito era barato y corto pero lo suficiente
para diseccionar todos los sofismas típicos en las asambleas y discusiones
universitarias, fue un auténtico mazazo leer en menos de 100 páginas como se
estructuraban y como se podían desmantelar los argumentos de los terroristas
intelectuales entre los que me encontraba. Sin embargo fue una acción más
mundana la que nos hizo recapacitar, al terminar la tertulia el Pr. Bastos pagó
la cuenta de todos lo cual suscitó dos posiciones encontradas: “El cabrón este
nos paga los vinos como los terratenientes en Novecento” o bien “Coño, con los
profesores camaradas esto no pasa, es más tenemos que pagarle lo suyo”. Nuestro
sueño mayo del ’68 se desvanecía cada vez que nos cruzábamos con el profesor.
¿Dónde está la revolución?
Aprobada la ley, fracasado nuestro intento de hacer
realidad las teorías de
Gramsci, volvimos a clase desencantados para los exámenes de febrero. Fue
entonces cuando le preguntamos al profesor cómo iban a ser las evaluaciones;
Lectura Obligatoria: Economía en una Lección de H. Hazlitt y para quien quisiese más nota debía leer libros. La
segunda parte, nos sirvió para darnos cuenta que el Pr. Bastos era lo más
parecido a una biblioteca andante, al más puro estilo de Fahrenheit 451. Además, intentaba adecuar
las lecturas a los intereses del alumno, de ahí que alguien dijese con mucho acierto:
“Bastos no recomienda libros, los receta”.
A mí siempre me recetó más libros de filosofía política que de otra cosa. Captó
perfectamente desde el inicio mi tendencia
por el pedorrismo, las subordinadas complejas y el abuso de esdrújulas. Los
medicamentos causaron un efecto muy superior al imaginable y antes
de la llegada de la primavera el grupúsculo Kerensky nos
habíamos convertido al liberalismo. Para nuestros antiguos compañeros de
pancarta ahora éramos unos: esquiroles, vendidos… también hubo descalificaciones
más originales como Hayek-Krishna pero
una triunfó sobre todos y nos proporcionó una identidad hasta el día de hoy:
formábamos parte del B.E.B. o Brutal Efecto Bastos. En el curso siguiente, al
oír por el pasillo de la facultad: “Hey, Bastiano” nos girábamos ya
de forma automática.
La
conferencia: Veinte libros para salir de Matrix por M. A. Bastos
Invito a todo el mundo a ver el video del profesor
Bastos para que experimente en sus carnes el B.E.B. y los que saben de lo que
hablo... ¿qué te recetaron?
Enlaces a los libros citados
· Mañana,
el capitalismo de Henri Lapage
· La
Gran Ilusión de Norman Angell que sirvió como base al film de cine
clásico de Jean
Renoir.
· Libertad o Igualdad de
Kuehnelt-Leddihn
· El
Milagro europeo de E.L. Jones
· Los
orígenes del capitalismo de Jean Baechler
· Derecho,
Legislación y Libertad de F. A. Hayek
· Nuestro
derecho a las drogas de Thomas Szasz
· El
capitalismo del Pentágono de Seymour Melman
· Pioneros
de Willa Cather
· El
Estado de Anthony de Jasay
· Liberalismo
de Pascal Salin
· Auge
y caída de las grandes potencias de Paul Kennedy
· Neuromante
de William Gibson
· La estrella de los no nacidos
de Franz Werfel
· Imágenes de un futuro
socialista de Eugene Richter
· Un
día perfecto de Ira Levin
· Las
retóricas de la intransigencia de Albert O. Hirschman
· Teoría
e Historia de L. v. Mises
· Justicia
sin Estado de Bruce Benson
· Imperialismo;
Clases Sociales de J. A. Schumpeter
· La envidia
igualitaria de G. Fernández de la Mora
· Sobre
el Poder de Bertrand de Jouvenel
· Coerción,
Capital y los Estados europeos de Charles Tilly
· Los
errores de la Nueva Ciencia Económica de Henry Hazlitt
· Teoría
positiva del capital de Eugene Bömn-Bawerk