Las sesiones del mes de agosto fueron las elegidas por este par para concretar la ruptura del importante soporte de corto plazo situado en 0,84. Debido a la posterior continuidad de las caídas, en estos momentos es preferible esperar a que se produzca el posible pullback hacia el antiguo soporte antes de pensar en incorporarnos a la tendencia bajista.
Según se puede ver en el gráfico de corto plazo, el pasado mes de julio el NZD/USD alcanzó un máximo en el nivel 0,8830 y en ese momento se inició un descenso que devolvió al precio, pocas semanas después, a los 0,8400 . Tras un tímido rebote inicial sobre ese punto, a mediados del mes pasado se produjo finalmente el breakout del soporte.
Una vez confirmada la ruptura, en las últimas semanas se han seguido sucediendo las velas bajistas, lo que ha hecho que el par llegue a marcar un mínimo bajo el nivel 0,8270. Ahí es donde, a día de hoy, parece haber encontrado cierto sostén. Si nos fijamos en el RSI, veremos que se encuentra bastante sobrevendido, lo que podría explicar la pausa actual en el movimiento bajista.
A pesar de la ralentización de los descensos de los últimos días, aún no tendríamos una buena ventana de incorporación a la tendencia. Para abrir posiciones bajistas, lo más recomendable sería esperar a que el precio completase un pullback hacia el antiguo soporte del nivel 0,8400, situando el stoploss ligeramente por encima del último máximo relativo, en torno a 0,8460 (esto es, un stop de 60 pips).
Por tanto, la actual propuesta operativa consistiría en incorporarnos (a la baja) si se alcanzan de nuevo los 0,8400 o en mantenernos al margen si no se produce dicho rebote. Tengamos en cuenta que, si decidimos entrar en el punto actual (0,8320), estaríamos asumiendo un stoploss de 140 pips (muy superior a los 60 pips mencionados anteriormente), lo que nos obligaría a reducir enormemente el lotaje de la operación y, por consiguiente, el posible beneficio de la misma.
Es importante recordar que, en muchas ocasiones, es mejor quedarse fuera de un activo antes que embarcarse en operaciones en las que el ratio beneficio/riesgo es inferior a 2:1. Trabajar con ratios tan bajos hace muy complicado mantener un crecimiento consistente de nuestra cuenta de trading.
En cuanto al target de la operativa, un vistazo al gráfico de medio plazo nos dirá que el objetivo primario deberíamos situarlo en los mínimos del mes de febrero, en torno a 0,8050. Si, tras alcanzarse dicho nivel, las cosas continuaran desarrollándose a nuestro favor, entonces estableceríamos un objetivo secundario en los mínimos de agosto-2013 (esto es, en 0,7720).
Una vez descrito el setup de la operativa, ahora no nos queda más remedio que esperar y ver si se produce el mencionado pullback hacia 0,8400. Si no es así, tendremos que abandonar todo el planteamiento y continuar buscando nuevas oportunidades.
Saludos.