Se ha cumplido un año esta semana desde que Donald Trump está al frente del Gobierno de los Estados Unidos. Es verdad que no ha llegado a cumplir todas sus promesas pero es indudable que las encuestas de confianza del consumidor, empresarios e inversores se han disparado a máximos desde entonces. La semana pasada en nuestras claves, sin necesidad de gráfico alguno, veíamos que la repatriación de capital de las multinacionales norteamericanas es un nuevo y claro soporte tanto para la economía como para las tendencias alcistas de las bolsas.
Ayer, el nuevo respaldo para las bolsas llegó del Fondo Monetario Internacional en su actualización del informe "Perspectivas Económicas Globales" en la cumbre de Davos (Suiza). Para el FMI, la economía global crecerá dos décimas más en 2018 y 2019 de lo previsto en su último informe de octubre (3.9% los dos años). De este modo, la economía mundial continúa su aceleración, tras registrar una expansión del 3,2% en 2016 y del 3,7% en 2017. Casi la mitad de la nueva revisión al alza, según el organismo dirigido por Christine Lagarde, viene dada por el aumento en las previsiones de crecimiento de EE.UU., que pasan del 2,3% calculado en octubre para 2018 al 2,7% previsto ahora; y del 1,9% al 2,5% en el caso de 2019.
El efecto contagio de las mejoras macro de Estados Unidos al resto de economía es clave para el FMI. Así, ha revisado al alza casi todas las economías, destacando la mejora de una décima para la economía China, pero destaca la mejora en tres décimas la estimación para la zona euro respecto a la anterior, hasta el 2,2% y el 2% en 2018 y 2019, respectivamente, como consecuencia de "un impulso más fuerte de la demanda interna y la mayor demanda externa". Pero el país que más se ha revisado al alza ha sido Alemania, donde el organismo dispara su previsión hasta el 2,3% para este año y el 2% el que viene (cinco décimas más cada ejercicio de lo estimado en octubre). Sólo baja una décima para 2018 las previsiones de España (hasta el 2,4%) por la incertidumbre política vinculada a Cataluña, aunque mejora las de 2019 una décima, hasta el 2,1%.
En definitiva, el crecimiento económico global ofrece pocas dudas y los últimos datos apuntan a una aceleración del mismo en vez de una desaceleración, que es lo que nos podíamos temer si la reforma fiscal de Estados Unidos no se hubiese llevado a cabo. Así, las bolsas en las tres semanas de negociación de este año, ya se revalorizan entre un 5% y un 10%, tal y como se aprecia en la siguiente tabla de Bloomberg (la última columna es la revalorización en moneda local en el año).
Los índices de Estados Unidos siguen marcando máximos históricos y las bolsas europeas claramente volvieron al canal alcista tras las dudas que plantearon en el cierre de año (ya veíamos que podría ser el escenario más probable tras la trampa bajista). Quizás es en la evolución del MSCI World donde mejor se aprecia la aceleración que están sufriendo las bolsas. El índice ha roto al alza el canal alcista iniciado en los mínimos de 2016.
La pregunta que todos los inversores se hacen es si las bolsas pueden seguir subiendo o si por el contrario tendrían que corregir tras las fuertes subidas recientes. Es lógico que nos planteemos siempre estas cuestiones y entre el pánico por los precios alcanzados. Recuerdo cuando el Dow Jones se enfrentaba a los 20.000 puntos (hace un año) por primera vez en la historia y cómo no sería posible que los superase sin una corrección previa. Pues lo hizo, y ahora parece ir camino de los 30.000 puntos (ha subido 6.200 puntos desde entonces), tal y como se aprecia en el gráfico con el canal alcista de largo plazo iniciado en 2009.
Y es que el gráfico anterior del MSCI World, con subidas verticales desde 2016, puede parecer ilógico, pero no lo es tanto si lo ponemos en una perspectiva de más largo plazo. La subida se produce tras las fuertes correcciones del segundo semestre de 2015. Estas correcciones se debieron a que los inversores temían que una hipotética desaceleración del crecimiento chino provocaría la recesión global. Pero este escenario no se produjo y vemos en el gráfico de largo plazo que justo ahora el MSCI World está volviendo al canal alcista que se perdió en aquel verano de 2015. ¿Quién nos dice ahora que las bolsas globales no puedan moverse en este canal alcista perdido (marcado en azul) después de haber estado varios trimestres por debajo?
Si el MSCI World recupera el canal comentado estaríamos hablando de un rango entre niveles actuales y 3.000 puntos a medio plazo. Evidentemente puede haber correcciones, pero la tendencia alcista no ofrece dudas, y quizás se asuma más riesgos saliendo de una tendencia alcista que manteniéndose en ella. Y, sobre todo, lo que no se debe hacer nunca es ir contra la tendencia, cosa que se explica en primero de análisis técnico. Los inversores que se salieron del mercado a final del año pasado pensando que era necesaria una corrección ahora se están perdiendo el festival y necesariamente están esperando una corrección para volver a entrar. La liquidez quema, sobre todo cuando está penalizada a tipos negativos (para un inversor europeo).
Creemos que la tendencia puede y debería continuar siendo alcista. Precisamente en la cumbre de Davos se está haciendo especial hincapié en el crecimiento de la desigualdad en la salida de la crisis. Hay más empleados, pero también ha crecido el número de empleados pobres, y esta es una de las críticas al modelo actual. Esto es una realidad, pero es favorable para las bolsas. Hay menos presión salarial, por lo que hay menos presión a la subida de precios y, sobre todo, menos presión para que las compañías bajen sus márgenes de negocio. Inflaciones bajas mantendrán tipos bajos a medio plazo, pero combinado con mayor empleo y, por tanto, mayor consumo, nos hacen ser optimistas con los resultados empresariales futuros. Y sabemos que los resultados empresariales son el verdadero motor de las bolsas.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio....)