Es lunes, llueve, y el Ibex está peligroso.
Apenas dos sesiones de reacción al alza y ya empezamos a pensar que nos perdemos la subida, ¿verdad? Qué simples somos a veces los humanos...el instinto nos dice que nos montemos en la ola y minimiza los riesgos. Y no digo que no vaya a salir bien, sino que si queremos continuar en el juego debemos aplicar el sentido común, esperar las oportunidades de entrada y actuar entonces.
Y, mirando el gráfico, qué quieren que les diga. Bien limpio, apenas dos medias móviles y un canal muy evidente. Prefiero arriesgarme a perder un posible movimiento hacia arriba que no está confirmado a precipitarme. Porque efectivamente los 8.500 eran un posible punto de entrada, coincidentes con el hueco pendiente de cierre desde el 13 de abril. Pero ahora, después de subir casi 300 puntos y viendo la vela que se está formando hoy, no podrán negarme que la prudencia, esa otra madre de la ciencia, nos aconseja esperar y ver: si el índice apoya en la zona de los 8.400 (o un poco más abajo), será el momento de entrar, con un riesgo muy controlado (stop en los mínimos de abril) y un posible beneficio que merecería la pena (¿9.000? ¿9.300?).
Si no se ven capaces de controlar los impulsos, al menos esperen a que se superen los máximos de hoy. Y si a pesar de todo, deciden entrar a cualquier precio, al menos reflexionen sobre su manera de operar: en esta carrera de fondo no hay lugar para los ludópatas. Ustedes mismos.
Feliz semana y feliz trading.
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