Semana de transición en la mayoría de mercados. Es así como podemos definir la semana actual. Tras la tormenta provocada por las elecciones de Estados Unidos, está volviendo la calma y la mayoría de activos se está moviendo en un estrecho lateral en torno a los niveles alcanzados los días posteriores a la victoria de Trump.
Sí que vemos que los índices bursátiles de Estados Unidos y Japón, están confirmando su potencial alcista. Sin cambios significativos en la sesión de ayer, pero todos se mantienen en zona de máximos históricos sin presentar síntomas de agotamiento de la tendencia. Y el índice Nikkei de Japón, tras los buenos datos macro, está confirmando plenamente que ha dejado atrás la tendencia bajista iniciada el año pasado. En el siguiente gráfico podemos ver que ni siquiera la media de 500 sesiones ha frenado la subida vertical de este índice.
Emergentes aparte (muy penalizados por la volatilidad en las divisas provocada por las elecciones), lo más destacable es el freno en las resistencias de las bolsas europeas que vimos ayer. Dijimos que los inversores esperan los datos de este fin de semana de consumo minorista y también las elecciones en Italia. Pues a la vista del comportamiento de los bonos del tesoro europeos, tenemos la sensación de que lo que realmente preocupa a los inversores son las elecciones en Italia.
En el siguiente gráfico podemos ver cómo la prima de riesgo entre Italia y España se ha ido a máximos a favor de nuestra deuda. Antes del Brexit, el tesoro español se financiaba entre 10 y 20 p.b. más caro que el italiano. Sin embargo, tras el Brexit y las elecciones de junio españolas en las que no hubo el ascenso del populismo que tanto preocupa a los inversores, no sólo se redujo la prima de riesgo, sino que adelantamos al tesoro italiano. Hoy el bono español a 10 años cotiza a una rentabilidad un 0.5% inferior al italiano (zona de máximos anuales). En la parte superior del gráfico vemos la evolución de la tir del bono español e italiano y en la parte inferior el diferencial de rentabilidad entre ambos.
Pero no sólo está mejorando nuestra prima de riesgo frente a Italia, sino que lo está haciendo también frente a Francia. El mismo gráfico frente al bono francés a 10 años nos indica que antes del Brexit el tesoro español tenía que pagar entre un 1% y 1,2% más que el francés y estas últimas semanas lo hace entre un 0.7% y 0.85% más.
Sin duda, el mercado está de nuevo inquieto por el resultado de un referéndum. 2016 será recordado como el año de las sorpresas en los referéndums. En Italia, lo que realmente preocupa a los mercados es que la victoria del no provoque el abandono del cargo del primer ministro Renzi. Esto llevaría de nuevo a Italia a un periodo de transición política. Esto no es lo preocupante, puesto que no es nada nuevo para los inversores puesto que ha habido 63 gobiernos en 70 años de historia de la actual república. El problema es que los tres principales partidos de la oposición son partidarios de abandonar el Euro. El más grande y más importante es el Movimiento Cinco Estrellas, el segundo es Forza Italia, el partido de Silvio Berlusconi y el tercero es el separatista Lega Nord. Si el merado empieza descontar que Italia sigue los pasos del Reino Unido y abandonara en el futuro próximo la moneda única, los inversores reducirían claramente posiciones en los mercados europeos.
Por tanto, en Europa tenemos motivos para ser optimistas si pensamos que para evitar el ascenso del populismo, los actuales gobiernos abandonarán su actual política de austeridad o pesimistas si pensamos que tras las elecciones de Italia y próximas de Francia, tenderemos a la desaparición de la actual unión europea. No tendría sentido la misma si ya no cuenta con Reino Unido y saliesen o estuviesen dispuestos a salir Francia e Italia. Pero visto los visto, tampoco podemos hoy decir que si se produjese el peor de los escenarios que plantean los analistas, esto provocase un desplome de los mercados.
Antes de las elecciones de Estados Unidos todo el mundo descontaba caídas superiores al 10% si ganaba Trump y el movimiento ha sido al contrario. Nadie nos dice que si la zona euro se desmiembra las bolsas no puedan subir. La bolsa de Reino Unido se fue a máximos históricos tras el Brexit, y la victoria de Trump ha hecho lo propio con las bolsas USA. Vean los gráficos que dejo para la reflexión. Quizás el ascenso del populismo no sea tan malo para los mercados de renta variable. Recuerden que las dos salidas de la crisis de España más verticales se produjeron por la devaluación de la peseta. La depreciación de la libra ha llevado a mejorar sus datos macro y su mercado y evidentemente si Italia y Francia volviesen a la lira y al franco, sus monedas perderían bastante valor, lo mismo que pasaría con el euro si los países restantes decidieran mantenerlo.
Evolución del Ftse 100 inglés tras el Brexit.
Evolución del Russell 2000 tras la victoria de Trump.
Por tanto, teniendo los índices europeos en clara zona de resistencia, lo recomendable es tener una exposición reducida pero no dejarnos influir por las noticias que, a priori, puedan ser negativas. Si se superan las resistencias de máximos de abril – septiembre, hay que aumentar fuertemente los riesgos en renta variable europea.