Confieso que tengo un cierto empacho y hartazgo del MAB estos días. Y eso que quien me conoce profesionalmente sabe que soy un gran mentor y valedor de las bondades de los mercados de capitales privados. No ha habido empresario al que no le haya comentado que tiene que ir olvidando la banca para buscar alternativas mas acorde a los tiempos y sobre todo a los modelos financieros más avanzados.
A estas alturas de la película todo el mundo conoce al Sr Jenaro García. Presunto delincuente financiero aunque el mismo haya confesado que ha falseado la contabilidad de su empresa en los últimos años. Cosa que al parecer viene de bastante lejos según me confesaba un empresario malagueño con el que tuve el placer de realizar una larga charla la semana pasada.
Nadie entendía el negocio de Gowex, pero eras tonto si no invertías en ella. Te dejabas escapar la gallina de los huevos de oro. Era raro no encontrar todos los días en prensa o en las redes la última incorporación de ciudad al negocio del Wifi Gratis : desde a Madrid a Nueva York. 600 ciudades era el objetivo. No había limites para la expansión…ni dinero. Todo era un bluf.
De entrada a mi lo de gratis ya me escama, no se a Uds. Si es gratis ¿como se mantiene toda la estructura?. Las cuentas de 2013 se cierran con una facturación de 123 millones y un beneficio neto de 21 mll de €, que para ser gratis no está mal. Nadie preguntaba entonces quien pagaba. Pero teníamos al empresario “showman” que sabía vender muy bien la compañía. Aquí pueden ver quien tenia grandes posiciones en cartera de esta compañía. Santander en su fondo estrella hasta 4.8 millones de títulos. Engañó a todos…
Bueno, a todos no: ni un céntimo a nosotros. ¿Somos más listos que todos estos equipos de sesudos analistas con unos bonus anuales espectaculares por su gran hacer? No, simplemente somos precavidos. No invertimos ni recoemdamos invertir en lo que no entendemos. Y como lo de conseguir ganar 21 millones de € con algo que es gratis no lo entendemos y nadie lo explicaba con mediana claridad pues preferimos estar al margen.
Somos tan incrédulos que cuando vamos a capitalizar una compañía para sacarla a cotizar tenemos la mala costumbre de analizarla. No en un despacho con papeles en el escritorio, no, en la propia empresa. Abriendo cajones, contrastando facturas, valorando el equipo directivo, mirando los extractos bancarios… Ensuciándonos nuestros maravillosos zapatos Blucher entrando en los almacenes y viendo con nuestros propios ojos la esencia del negocio. En definitiva, haciendo el trabajo para el que nos pagan nuestros clientes: cuidar de sus inversiones.
Y esto es lo que les transmito a los empresarios que tienen proyecto y que necesitan financiación. Lo normal, aunque parezca otra cosa no es el estafador, es el empresario honrado que con su esfuerzo diario levanta su empresa y crea riqueza de la nada. Poniendo su patrimonio por delante y a veces hasta su propia familia por el sacrificio que conlleva sacar una empresa adelante.
Hoy miras el MAB y ves empresas que generan riqueza y puestos de trabajo perdiendo un 25% de su valor. ¿Por algún hecho relevante que le perjudique o por no cumplir el plan de negocio? No. Por que un Sr. delincuente (eufemismo:presunto) ha querido que sus números corrieran detrás de la valoración del mercado y no al revés como sería lo lógico. Y para ello ha puesto en jaque la labor de muchos profesionales que nos dejamos la piel por sacar adelante una idea, más o menos romántica de cumplir con un precepto base del capitalismo: el exceso de ahorro invertirlo en el ciclo de producción para generar nueva riqueza y retornar de nuevo en forma de excedente después de retraer las partes pertinentes de fiscalidad.
No se si de esta el mercado ya no se llamará MAB o como sea. Me da igual. Pero lo que está claro es que las empresas necesitan alternativa a la banca y que si su proyecto es solido y cumple con los parámetros que nosotros exigimos, nosotros estaremos ahí aunque vayamos a Londres a cotizar. Lo que nos importa no es el medio,si no el valor que podemos aportar a nuestros clientes accediendo a buenas compañías y con gran proyección internacional. Y haciendo que estas hagan lo que saben hacer: crecer y buscar negocio para retorno del capital invertido mas la prima de riesgo que supone estar en pequeñas compañías, que en un mercado maduro y natural debería estar en los entornos del 15% no las barbaridades que se han visto que lo único que ha hecho es llenar las empresas de “los busca pelotazos” y que ahora salen en estampida arrastrando por el pánico todo lo que se encuentran por delante.
Sean felices.
