He estado leyendo a Juan Laborda, un economista español que ha sido abducido por la MMT. La MMT es la Modern Monetary Theory, que predice que la mayoría estamos errados y que hay una forma de alcanzar el pleno empleo permanente. ¿Cómo? No voy a criticar la MMT porque la he estudiado y no he conseguido creérmela. Lo siento, pero no me creo que se pueda tener pleno empleo permanente ¿a qué salario, y sin otras consecuencias? Cuando en economía tocas algo, otra variable se descabala. Si das empleo a todo el mundo, a cualquier productividad, por cualquier salario que te sale de la retambufa, ciertamente estás afectando a todo lo demás.
Yo creo en la economía que no preconiza milagros, porque si existieran los milagros, no existiría la economía.
Precisamente la economía existe para arreglar conflictos entre unos intereses y otros, para atenuar las discrepancias entre unos mercados y otros, y lograr un resultado mínimamente satisfactorio, que nunca podrá ser óptimo y a satisfacción de todos, porque lo que es seguro es que los objetivos de unos y otros no son siempre compatibles. Todos queremos un Rolls. No todos podemos tener un Rolls. Esto se arregla con una oferta de coches diversificada a precios diversos, y la mayoría conformándose con lo que puede alcanzar. Esta solución, que la da el mercado, no existía en el comunismo sovietico, donde había que esperar años a que te dieran un LADA que además era una mierda.
Cuando digo mercados es que creo en lo mercados, porque los mercados existen. Es ridículo ver a los mercados como una conspiración. No lo son, son el resultado natural del deseo de consumir otras cosas que no tenemos, pero podemos obtener produciendo otras que desean los demás. No hay nada más natural. El dinero hace más fluido el mercado y más extenso y eficaz.
Es la vieja definición de la Economía: “asignación óptima de los recursos escasos”, porque los recursos son siempre escasos comparados con nuestros deseos.
Pero no creo en el Equilibrio General - No creo que en la realidad se llegue, sólo por el mercado, al óptimo paretiano. Porque los agentes comenten errores que les llevan a tomar decisiones no compatibles con las de los demás, así que siempre habrá demandas insatisfechas y ofertas sin vender. Pero se puede conseguir un razonable estado de cosas en el que el paro sea tolerable, como el 3,7% de EEUU hoy, y un inflación razonable, durante bastante tiempo.
Por eso no me creo lo de la MMT, solución definitiva y perfecta que no entendemos porque somos tontos. No creo que exista el mundo perfecto en economía. No creo que dé igual la productividad, como dijo uno de los gurús de la MMT: “está muy sobrevalorada”. No creo que si el estado da trabajo a todos, a base de emitir dinero, la gente buscaría colocarse en el trabajo más cómodo y menos productivo. No creo que hubiera mucho entusiasmo por trabajar, ni por emprender, condición fundamental del bienestar a largo plazo. Creo que eso no llevaría a una inflación galopante, a una defección de las empresas, y a una economía tipo argentina, turca, o venezolana, a conflictos con los acreedores, y a la necesidad de una intervención de éstos para recuperar parte de sus créditos.
No sé de donde salen estos MMT, pero me parecen locos peligrosos.
Por cierto, no sé si lo que dice Pedro Sánchez se inspira en esto, pero se le parece mucho: una justificación ex post, teórica, de cómo pagar a los clientes políticos: creando deuda y monetizándola.
Por eso digo que es cosa más bien, como se decía en las Edad Media, de íncubos y súcubos.
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