Para comenzar mi andadura por aquí, creo que es buena idea hablar de mis comienzos en la inversión. Supongo que todos hemos empezado de una forma similar en este mundillo, y no creo que nadie se escape de cometer errores garrafales en sus primeras inversiones, e incluso a la hora de seleccionar el broker con el que operar. Estos errores iniciales son prácticamente inevitables, y diría que son hasta sanos, pues nos permiten descubrir desde el primer momento que la Bolsa, o el mercado en el que operemos, no son fáciles, y que requieren de formación que, en muchos casos, sólo se adquiere invirtiendo. Eso sí, hay que tener los ojos y la mente abierta, y la humildad suficiente para reconocer los errores, analizarlos, y aprender de ellos.
Pero esta es la historia de mi primera inversión en Bolsa y de cómo llegué a ella. El proceso fue muy sencillo. Había leído un artículo sobre cuál es el mejor momento para invertir en cada tipo de empresa, y creía haber identificado una que tenía que subir sí o sí. Los motivos por los que consideraba que su cotizaciòn subiría tanto a corto como a largo plazo eran: 1. que había leído ese artículo y 2. que la cotización había caído muchísimo en algo más de un año. Tanto había caído, que si recuperaba el precio de unos meses antes, multiplicaría mi inversión en poco tiempo.
Habiendo identificado esta supuesta gran inversión sólo me quedaba contratar un broker. Sabía que podía llamar a mi banco para comprar acciones, pero tenía entendido (y en este caso con razón), que de este modo era mucho más caro, así que decidí contratar a un broker online. Sin embargo, la historia se repitió, y en lugar de estudiar las diferentes opciones para tratar de elegir entre los mejores brokers del mercado, seleccioné al primero que pillé.
El resultado de todo esto te lo puedes imaginar: una inversión ruinosa, cuyos costes se incrementaron con grandes comisiones. La verdad es que me alegro de que mi primera inversión no saliera bien. No es que sea masoquista, es que de haber pegado el pelotazo que yo esperaba me habría creído que mi proceso había sido el correcto, y que podría replicarlo una y otra vez. El resultado de esto es evidente, y es que cada vez habría invertido más dinero, e incluso me habría apalancado confiando en mis supuestos conocimientos, y en alguna ocasión me habría dado de bruces con la realidad con grandes pérdidas. Por suerte, mi primera operación fue mala, lo que me sirvió para ser consciente de que pase lo que pase tengo que seguir aprendiendo y para descubrir que la Bolsa no es algo fácil. incluso aunque a veces lo pueda parecer.