Está claro que aunque pensando en el resultado de las principales compañías de renta variable (salvo de los sectores productores), les viene muy bien la caída del precio de las materias primas y energía. Pero hoy en día el mercado está muy preocupado con la ralentización económica y los precios de las materias primas no se contemplan como una oportunidad sino cómo una caída preocupante de la demanda que pone en peligro el crecimiento global de la economía. Esa preocupación es evidente y razonable.
Así las cosas, los mercados se están moviendo un poco al son que marcan las materias primas. Ayer por ejemplo las bolsas europeas cotizaban con importantes correcciones y por la tarde recuperaron casi todas las pérdidas en el momento en el que se publicaron los datos de reservas semanales de petróleo en Estados Unidos. El precio del petróleo subió casi un 4% en sólo unos minutos tras la publicación del dato, tal y cómo se ve en el gráfico intradiario. El martes se produjo un movimiento similar por la publicación de las reservas elaborado por el American Petroleum institute.
El dato del martes fue una caída de las reservas en 1.9 millones de barriles frente a previsión de -1.2 millones y un incremento de 1.6 millones de la semana anterior. El oficial del gobierno de ayer publicó una bajada de las reservas de petróleo en 3.6 millones de barriles, bastante más de lo pronosticado por los analistas que eran de 1.2 millones. Se trata de la primera bajada de reservas de petróleo en 11 semanas. Pero el mercado rápidamente se giró a la baja puesto que aumentaron las reservas de gasolina y de gasóleo para calefacción. El total de reservas de crudo y productos refinados, incluyendo reservas estratégicas del gobierno ha alcanzado esta semana la cifra de 2.000,7 millones de barriles frente a los máximos históricos de 2.004,3 de la semana pasada. Sin duda son cifras que nos hace pensar que hay fuerte presión para que los precios del petróleo no suban excesivamente.
Y si miramos la evolución del Eurostoxx 50, vemos que ayer justo a la misma hora, el Eurostoxx replicó el movimiento de los precios del petróleo.
Por tanto, a los inversores le sigue pesando el miedo a la ralentización económica y la caída del precio de las materias primas. Los inversores hoy no parece que estén tomando posiciones a largo plazo y son los cortoplacistas los que están dominando los movimientos de las bolsas. Vemos cómo en sólo unas sesiones pasado de soportes a resistencias sin que cambie drásticamente el panorama macroeconómico. Además tenemos el cierre de año en la cabeza de todos y esto desvirtúa aún más los movimientos del mercado con toma de estrategias y posiciones encontradas según el perfil de cada uno de los participantes del mercado.
Así pues, una vez más hay que volver a mirar con frialdad al mercado y ver si esta nueva fase correctiva del mercado es el inicio de una tendencia bajista de largo plazo o un nuevo recorte que “las manos fuertes” aprovecharán para comprar activos con potencial a precios más atractivos. Si pensamos que los tipos de interés estarán en mínimos sobre todo en Europa, durante mucho más tiempo, y que la inflación estará muy baja pero no hay peligro de deflación, y que esta bajada de materias primas y energía favorecerá a la mayoría de compañías de los índices, entonces debemos llegar a la conclusión de que hay que mantener renta variable, sobre todo europea en las carteras.
Renta variable emergente y sectores productores de materias primas seguirán siendo activos muy arriesgados en tanto no se produzca un suelo fiable en el precio del petróleo y materias primas, pero en cuanto se produzca, serán los activos que más suban en el 2016, por lo que hay que seguir mirando de reojo los precios del petróleo para lo bueno y para lo malo.