Mi libro ya está en Amazon: «Gana dinero en bolsa como inversor particular»

11 de octubre, 2017 6
Economista y apasionado del mundo de la inversión. Autor de los libros: gana dinero en bolsa como inversor particular y aprende a invertir con... [+ info]
Economista y apasionado del mundo de la inversión.... [+ info]

Hace 3 o 4 días han publicado mi libro en Amazon. Siempre he querido escribir un libro y al fin lo tengo en la gran tienda del mundo. Con este libro espero compartir algunas enseñanzas que he ido acumulando todos estos años, de un humilde inversor particular. Pienso que tras leer el libro cualquiera podría ser capaz de obtener unos rendimientos interesantes en los mercados financieros. No es necesario ser un genio ni alguien con unas cualidades extraordinarias para batir al mercado. Si no me crees espera a leer el libro.

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Un tiempo atrás era un escritor de artículos bastante asiduo en esta magnifica plataforma de Inbestia. Quizás algunos se acuerden de mí. Sólo puedo hablar bien de Hugo Ferrer y todas las personas que componen esta magnífica comunidad. Me gustaría volver a escribir artículos de forma más habitual como antaño. Como le he dicho a Hugo, en estos momentos un poco más viejo pero también espero que un poco más sabio.

Para terminar les muestro el índice y una pequeña parte del libro. Espero que lo disfruten.

Índice

Presentación

Objetivo del libro

Capítulo 1: Un supermercado de las mejores empresas del mundo

Capítulo 2: Gestiona tu dinero como un inversor particular

Capítulo 3: No intentes predecir

Capítulo 4: Invierte a Largo Plazo

Capítulo 5: Evita las empresas Commodity

Capítulo 6: Cuidado con los gurús financieros

Capítulo 7: Una mentalidad multidisciplinar

Capítulo 8: La lista de la compra

Capítulo 9: Las ampliaciones de capital

Capítulo 10: Busque la simplicidad

Capítulo 11: Crecimiento del mercado

Capítulo12: Inelasticidad en el precio

Capítulo 13: Una ventaja injusta

Capítulo 14: Volatilidad, análisis técnico y ventas en corto

Capítulo 15: No caer en el sesgo del retrovisor

Capítulo 16: Empresas que recompran acciones de forma habitual

Capítulo 17: ¿Qué ocurre cuando las mejores empresas del mundo están caras?

Capítulo 18: ¿Es cada vez más difícil invertir a largo plazo?

Capítulo 19: Tamaño ideal de una empresa

Capítulo 20: Invertir en empresas poco intensivas en capital

Capítulo 21: Mercados segmentados

Capítulo 22: Mercados de competencia monopolística

Capítulo 23: Ingresos recurrentes y alta retención de clientes

Capítulo 24: La empresa más exitosa del mundo y los mejores sectores

Capítulo 25: Fondos de inversión e inversión pasiva

Conclusión

Agradecimientos y Contacto

Bibliografía recomendada

Presentación

Mi nombre es David Blanco Galisteo y soy un apasionado del mundo de la inversión. He decidido escribir este libro para intentar ayudar a otros inversores que estén comenzando a gestionar sus ahorros. En primer lugar me gustaría hablaros de mis orígenes y del nacimiento de mi interés por los mercados financieros. Todo comenzó cuando tenía 17 o 18 años. En aquel momento me encontraba en el instituto y había decidido que quería estudiar Economía en la facultad de Alcalá. Desde que era un niño observaba con curiosidad lo que hacía mi padre. Un pequeño ahorrador que invertía parte de sus ahorros en acciones. Siempre le veía pegado a la pantalla de la televisión viendo unos números que cambian de rojo al verde o del verde al rojo. Eran las fluctuaciones de las cotizaciones.

Termine la selectividad y empecé la universidad. No recuerdo muy bien el motivo. Si fue por mi propia insistencia o porque mi padre pensaba que quizás pudiera aprender algo interesante del mundo de la bolsa para mi futura carrera como economista. El caso es que mi padre me abrió una cuenta de valores en un bróker. La primera acción que compre fue una empresa que ya no existe, llamada Inmocaral. Era el inicio de la burbuja inmobiliaria en España, creo recordar que era el año 2003 o 2004. Mi primera operación resulto ser ganadora. Las empresas inmobiliarias en aquel momento no paraban de subir y era fácil beneficiarse de esa tendencia.

Tras esta buena experiencia continué invirtiendo. Compraba una empresa y después otra. Las acciones me duraban poco en cartera para regocijo de mi bróker. A más compras y ventas realices, más comisiones te cobran. Se puede decir que era un buen cliente para estos intermediarios financieros. Algún año llegue a contabilizar las comisiones que había gastado derivadas de esta operativa. Un año 700 euros, otro año 800 euros y así sucesivamente. En aquel entonces no manejaba mucho dinero, por lo tanto, como comprenderéis la cuantía de las comisiones era exorbitada.

Se puede decir resumiendo que no era un buen inversor. Termine prácticamente arruinado. El poco dinero que ahorre trabajando los veranos de mozo de almacén y algo más que me había ingresado mi padre al abrirme la cuenta, prácticamente se había evaporado. El patrimonio era muy reducido y no supuso ningún drama. En aquellos días estaba interesado en una disciplina llamada análisis técnico. Me pasaba horas mirando indicadores técnicos, haciendo líneas en gráficos, interpretando velas japonesas… cosas realmente extrañas. Buscaba básicamente enriquecerme de forma rápida. Al final lo único que conseguí es perder el poco dinero que tenía.

Termine mis estudios de Economía en la facultad y me encontré con un mercado laboral devastado por la crisis económica. No encontré trabajo a pesar de buscar y buscar. Lo llegué a ver como imposible. Lo más doloroso a veces no es no encontrar trabajo, es la mirada de las personas que si están trabajando y creen que quien no trabaja es porque no quiere. En este libro me gustaría hacer un pequeño homenaje a todos aquellos jóvenes como yo que cayeron en la crisis económica y no pudieron encontrar un trabajo aquellos años.

Decidí que lo mejor era salir de España. En aquel momento no invertía en bolsa, dada mi mala experiencia anterior. Viaje a Edimburgo (Escocia) para estudiar inglés y trabajar en cualquier tipo de empleo. Me fui sin conocer a nadie, como se suele decir en ocasiones completamente a la aventura. Fue una gran experiencia y termine haciendo muchos amigos. Acabe trabajando en una fábrica de galletas a las afueras de Edimburgo.

Meses después decidí regresar a España. Termine trabajando en diversos trabajos temporales y dando clases particulares por mi cuenta. Retome mi gran pasión, la inversión en bolsa, pero lo hice desde otro enfoque. Olvidé todo lo que había aprendido en la facultad de economía y lo que había escuchado de ciertos gurús bursátiles. Pensé que la mejor alternativa era formarme. Comencé a leer decenas de libros de diferentes temáticas que pudieran ayudarme a convertirme en un mejor inversor. En un primer momento me leí todos los clásicos del Value Investing: El Inversor Inteligente, Security Analysis, Acciones Ordinarias y Beneficios Extraordinarios… Posteriormente comencé a leer libros de Psicología, Behavioral Finance, Historia, Negocios, Marketing… Se puede decir que me convertí en un gran autodidacta.

El especulador de corto plazo dejo paso al inversor fundamental de largo plazo. Terminé comprendiendo que detrás de las acciones que cotizan en los mercados hay empresas. Si quieres tener éxito en la inversión tienes que entender las compañías en las que inviertes. En la bolsa se encuentran muchas de las mejores empresas del mundo, pero también auténticas trampas de valor. Acciones donde se puede perder todo el dinero invertido.

La bolsa puede convertirse para el inversor con ciertos conocimientos en un autentico supermercado donde comprar algunos de los mejores negocios del mundo. No hay mejor lugar que la bolsa para rentabilizar los ahorros de un pequeño inversor. Espero enseñar algunas de las claves para aprender a seleccionar este tipo de negocios. Creo que cualquiera tiene la capacidad de hacerlo.

Gracias a estos conocimientos he conseguido unas rentabilidades muy interesantes durante estos años. En la actualidad tengo 33 años y estoy cada día más cerca de la independencia financiera, de la que hablaré más adelante.

Me gustaría dedicar el libro a mis padres que fueron los que pagaron mi educación. Sin ellos no habría podido escribirlo.

Objetivo del libro

Este libro va dirigido a todo aquel que tenga intención de gestionar su dinero o ya lo haga en estos momentos. Los 15 años de experiencia como inversor me han dado para acumular muchas enseñanzas que le pueden ser útiles, para evitar algunos de mis errores. Este libro no es una guía aburrida donde explico las diferencias entre la renta fija y variable, o bien las bondades del tipo de interés compuesto. Para eso hay cientos de guías y manuales en Internet. El objetivo fundamental de este libro es enseñar a invertir con mayúsculas. El libro habrá tenido éxito si cuando lo termines eres capaz de distinguir las buenas empresas de las mediocres y conocer cuando sería el momento idóneo para invertir en ellas.

Capítulo 1: Un supermercado de las mejores empresas del mundo.

El título del libro refleja cómo veo la bolsa en estos momentos. Para mí sería como un supermercado donde comprar acciones de algunas de las mejores empresas del mundo. Cuando descubro un buen negocio, bien gestionado y con buenas perspectivas, experimento el mismo placer que un amante de la pintura cuando observa un buen cuadro por primera vez.

La interpretación de la realidad depende de la persona que la observe. Mi forma de ver los mercados financieros es completamente diferente a la gran mayoría de la población. Los españoles de forma generalizada ven la bolsa como un casino. Tener tus ahorros invertidos en acciones es más o menos similar a jugar al póker o a la ruleta. Esta idea desde mi punto de vista equivocada, hace que la mayor parte de los ahorradores no invierta en acciones. Es demasiado arriesgado y las ganancias y pérdidas que obtengas son producto del azar.

Me sorprende ver cómo millones de españoles siguen invirtiendo en depósitos al 0%. También aquellos que tienen una cantidad de dinero excesiva en liquidez que no van a necesitar. La creencia generalizada es que estos activos no tienen riesgo, cuando no es cierto. El dinero en efectivo está expuesto al peligro de una época de alta inflación que provoque la pérdida de su valor. La inflación ha sido un fenómeno recurrente que ha aparecido en algún momento en todos los países del mundo. En los últimos años ha sido relevante en varios países de Sudamérica. El hecho de que en España y en la zona euro no haya ocurrido hace muchos años, no significa que no vuelva a haber periodos con una inflación significativa.

Volatilidad no es sinónimo de riesgo

Gran parte de la población cree que los mercados financieros son arriesgados porque son volátiles. Que los precios de las acciones fluctúen no quiere decir que tus ahorros estén en peligro. Sólo estarían comprometidos cuando guiado por el miedo vendas tras un pánico inversor. Un ahorrador con una perspectiva de largo plazo no tendría que tener ningún problema con la volatilidad. Para mí el riesgo se encuentra en la probabilidad de una pérdida irreparable en tu poder adquisitivo.

Teniendo claro lo anterior, podemos ver alternativas más interesantes que el 0-1% que te ofrece el banco por tus ahorros. Simplemente sin salir de España se puede formar una cartera de acciones que dé una media de un 4-5% de rentabilidad. Todo ello limitándose a las 200 empresas cotizadas españolas, sin nombrar a las miles que cotizan en todo el mundo. Empresas como Bolsas y Mercados, Red Eléctrica Española o Enagás. Son compañías que reparten a sus accionistas un 4-5% de dividendo. Prácticamente no tienen competencia y actúan como monopolios. Es muy probable que dentro de 10 o 20 años estas empresas continúen operando y con la misma salud financiera de la que gozan hoy en día. Son inversiones muy defensivas y seguras, el riesgo intrínseco es realmente bajo. Como descubrirá más adelante hay opciones todavía más interesantes para invertir tu dinero. Era una primera aproximación para mostrar alternativas mejores que las ofrecidas por los bancos.

No se queje, invierta

Es habitual escuchar en las conversaciones familiares o en las producidas en un bar quejas acerca de los empresarios. Por ejemplo en ocasiones se suele decir que explotan a los trabajadores. Otras veces se defiende que las grandes multinacionales disponen de ventajas y facilidades que no tiene un pequeño empresario o autónomo.

Normalmente suele ser más productivo tomar la iniciativa que quejarse. Creo que en muchas ocasiones nos quejamos demasiado de nuestra vida, yo el primero. El trabajo, la familia, los amigos… Siempre hay un motivo para quejarse. No digo que en ocasiones estén completamente justificadas, simplemente creo que no es la actitud más productiva en general. En el caso que nos ocupa me hago la siguiente pregunta: ¿por qué quejarse del empresario si nosotros también podemos ser empresarios y poseer acciones de esos negocios que tanto criticamos?

La mayor parte de las grandes multinacionales cotizan en los mercados públicos de acciones. Quizás no sería mala idea comprar acciones y disfrutar de esas ventajas injustas, en forma de dividendos e incremento constante de los beneficios.

Para mí un inversor con un enfoque correcto es más parecido a un empresario de lo que pudiera parecer en un principio. La única diferencia con un empresario al uso es que la dirección de la empresa es delegada a otras personas que ejercen esa labor.

Emprender está sobrevalorado respecto a invertir en bolsa

Con lo que quiero decir a continuación no quiero criticar al emprendimiento. Me parece clave en cualquier país. Ojala muchas más personas crearan una empresa. Eso sería sinónimo de más trabajo para el país. Uno de los problemas de España en estos momentos podría ser que muy poca gente emprende y los que lo hacen suelen tener muchas trabas de todo tipo (administrativas, crediticias…). Siento admiración por los autónomos y pequeños empresarios que arriesgan su patrimonio para prosperar o perseguir un sueño.

Dicho todo lo anterior, pienso que en ocasiones el emprendimiento está sobrevalorado con respecto a la inversión en empresas a través de los mercados financieros. Este hecho está relacionado con la opinión de muchas personas acerca de que los mercados son similares a los juegos de azar.

Muchas personas piensan que emprender un negocio como un bar o una tienda de alimentación es menos arriesgado que invertir en bolsa. Este pensamiento es erróneo en muchas ocasiones. En los mercados financieros coexisten diferentes tipos de empresas. Unas de una enorme calidad, donde invertir es sinónimo de mantener el capital e incrementarlo en el futuro. Otras mal gestionadas, con problemas de deuda y que adolecen de una baja calidad. Uno de los objetivos de este libro es aprender a diferenciar estas dos tipologías de empresas.

Vamos a coger en primer lugar tres empresas de gran calidad, conocidas además por todos. Coca-Cola, Johnson & Johnson y Nestlé. Pensándolo fríamente alguien puede justificar que es más arriesgado invertir en estas empresas vía acciones que montar un bar en su barrio. Estas grandes multinacionales tienen negocios que venden en todo el mundo, completamente establecidos y con ciertas barreras de entrada que les protegen de la competencia. En mi opinión es infinitamente más seguro comprar acciones de Coca-Cola que montar un bar. Siento diferir respecto a la opinión generaliza del resto de españoles.

Al alcance de todo el mundo

Os voy a contar una anécdota personal de hace algún tiempo y que demuestra que no hay que ser un genio para identificar estos grandes negocios. En aquel año acababa de cumplir 16 y habían abierto un McDonald´s en mi ciudad por primera vez. McDonald´s ya llevaba años operando en España pero todavía no había llegado a mi ciudad. Un día junto con mis amigos de la adolescencia se nos ocurrió ir a comer al McDonald´s. Cuando llegue al local me sorprendió verlo abarrotado. Había que esperar alrededor de 15 minutos para pedir el menú. Durante ese año fuimos alguna vez más a comer al McDonald´s y siempre estaba lleno. Por aquel entonces ya me estaba empezando a interesar por el mundo de la economía y de la empresa. Pensé en aquel momento “Este negocio es espectacular, los propietarios de McDonald´s se deben estar forrando” En aquel momento no era consciente de que se pudiera invertir y ser propietario de un fracción de McDonald´s. Simplemente fue un pensamiento fugaz, que supongo que ha pasado por la cabeza de muchas personas al ver una empresa prospera.

Creo que aquel año fue el 2001. Si hubiera comprado acciones de McDonald´s aquel año se habrían revalorizado desde 25$ que cotizaba en aquel entonces hasta los 150$ de hoy en día. Además del incremento de la cotización hay que tener en cuenta los dividendos cobrados durante todos estos años. La rentabilidad obtenida habría sido realmente elevada. Os dejo el gráfico de la cotización de McDonald´s desde que tuve ese pensamiento:

Algo similar le ocurrió a mi madre cuando visitaba las tiendas de Inditex. Se hizo asidua a comprar ropa en tiendas como Zara. Cuando llegaba a casa a veces le decía a mi padre, al que también le gusta invertir en bolsa, que comprara acciones de Inditex. Siempre veía las tiendas llenas, y como yo en su día, acaba de descubrir de casualidad una gran oportunidad de inversión. Todo ello sin saber nada de contabilidad, ni de finanzas ni de marketing. A veces las mejores opciones de inversión se encuentran a nuestro alrededor. Somos consumidores de estas grandes empresas y cualquiera puede identificarlas. Mi padre no hizo caso a mi madre y dejó pasar la posibilidad de invertir en la mejor empresa española de la actualidad. Probablemente la que mayor revalorización ha obtenido en los últimos 10 años en la bolsa española.

A veces la simplicidad es más efectiva que ciertos planteamientos demasiados complejos que se nos intenta inculcar desde la industria financiera actual. Estas complejidades suelen responder a ciertos intereses creados que no van en beneficio del inversor particular.

Capítulo 2: Gestiona tu dinero como un inversor particular

Una de las grandes lecciones que debes aprender como inversor es a gestionar tu dinero como lo que realmente eres. La mayor parte de los libros de inversión están escritos por gestores de fondos de inversión famosos que enseñan cómo gestionar el dinero desde un punto de vista de un gestor de fondos de inversión, no desde el punto de vista de un inversor particular. Muchas de las enseñanzas que muestran no sirven para tener éxito como inversor particular. Se podría decir que no son una referencia válida. De ahí viene el título del libro “gana dinero en bolsa como inversor particular”

La primera diferencia importante con un gestor de fondos de inversión, es que estos no deben tributar a hacienda cuando venden una acción. Pueden entrar y salir cuando deseen de una posición sin apenas coste. Además las comisiones que deben soportar son inferiores a las de un inversor particular. Nosotros como inversores particulares estamos ampliamente penalizados si compramos y vendemos de forma habitual. Es decir, las reglas del juego son completamente diferentes.

Al no tener las mismas reglas del juego un inversor particular debe invertir de una forma completamente diferente a un gestor de fondos de inversión. En primer lugar como inversores particulares debemos poner en un lugar más importante la calidad del negocio con respecto al precio. Si son acciones que vamos a conservar durante muchos años, siempre conseguiremos una mayor rentabilidad con las mejores empresas del mundo. A lo largo del libro os daré pistas para aprender a encontrar este tipo de compañías extraordinarias. Algo que como he dicho anteriormente está al alcance de todo el mundo.

En segundo lugar, diría que nosotros no tenemos que justificar nuestro sueldo. Los fondos de inversión cobran unas comisiones de gestión bastante elevadas, entre un 2-3% de media. ¿Pagarías estos gastos si supieras que los gestores están de brazos cruzados sin comprar ni vender? La mayor parte de sus participes te diría que no. Nosotros no tenemos esa necesidad y podemos obtener resultados iguales o mejores que ellos realizando pocas compras y ventas. Una de las frases que más me gusta de Warren Buffett es “Gran parte de nuestro éxito puede atribuirse a la inactividad. La mayoría de los inversores no resisten la tentación de comprar y vender constantemente, pero la piedra angular de un buen inversor debe ser el letargo, bordeando la pereza”

Por este motivo muchas veces los gestores de fondos de inversión se marcan precios de salida y valoran cuánto vale una empresa. Como inversor particular tienes que olvidarte de todas estos procedimientos. Tu intención como accionista particular no debe ser salir de una empresa cuando toque una determinada valoración. Lo más inteligente para nosotros es permanecer en una empresa excelente durante muchos años. La propia dinámica de generación de beneficios, crecimiento y retribución al accionista te hará obtener un magnífico rendimiento. En los siguientes capítulos seguiré desarrollando las razones por las que defiendo este punto de vista.

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Este artículo tiene 6 comentarios
En respuesta a Carlos Freile González
De momento no. Mi intención es sacarla en 2 o 3 meses. La versión en papel es un poco más engorrosa de hacer. Al ser mi primer libro y he preferido ir poco a poco.
Un saludo Carlos.
11/10/2017 23:48
En respuesta a David Blanco Galisteo
Enhorabuena por tu iniciativa con el libro, me encantará leerlo ya que al ver la introducción me he visto reflejado totalmente en tu evolución en los mercados financieros y en lo relativo a la crisis, yo también tengo 33 y tambien pasé por la fase inicial de especulador a corto plazo centrado en gráficos que acabó perdiendo todo el poco dinero que tenía (en mi caso el palo me lo dieron con los "warrants") a tragarme todos los libros habidos y por haber sobre inversión en Valor y ahí sí empezar a ganar dinero. Lo dicho aplaudo tu iniciativa y mucha suerte!!
12/10/2017 17:02
Muchas gracias. En lo de la situación de la crisis es fácil que mucha gente se vea reflejado en mí porque le paso a muchos. El dicho de que para ser un buen inversor hay que arruinarse al menos una vez lo corroboro totalmente. Contándome todo eso te aseguro que el libro te va a gustar. Te agradezco tus palabras.
Un saludo.
12/10/2017 20:11
Enhorabuena David. Me ha gustado mucho el libro has hecho sencillo lo complejo, que suele ser lo más difícil. Además breve y conciso sin perderte en florituras. Lo releré para fijar conceptos y evitar sesgos.
Un saludo y gracias.
14/10/2017 17:16
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