"Largos veranos, suaves inviernos, buenas cosechas, caza abundante; nada de esto durará para siempre. Tu propia vida, la de tu grupo, o incluso la de tu especie, podría deberse a unos cuantos individuos inquietos --atraídos, por un ansia que apenas pueden articular o comprender,--, hacia tierras por descubrir o nuevos mundos." (Carl Sagan).
Fuente youtube: Wanderers
Fernando de Magallanes, primera vuelta al mundo, pereció en el viaje que fue completado por Juan Sebastián Elcano Giovanni Caboto italiano, fue el primer europeo en llegar a las costas de Norteamérica después de los vikingos, desaparecido para siempre en el océano. Roald Amundsen nacido en Noruega, hizo el primer viaje que llegó al Polo Norte y dirigió la expedición a la Antártida que por primera vez alcanzó el Polo Sur, desapareció como un héroe, mientras volaba en un avión sobre el Ártico para rescatar a los pasajeros de un avión que había caído. Henry Hudson recorrió Groenlandia y el archipiélago Svalbard, en el océano glacial Ártico, fue abandonado en una pequeña barca cerca de las islas Digges desapareció en la bahía que lleva su nombre. Gaspar Corte-Real portugués exploró Groenlandia y la bahía del Labrador, desapareció en el mar para siempre. Naomi Uemura fue parte del primer equipo proveniente de Japón en escalar el monte Everest, conquistó los picos más altos de los cinco continentes solo, y fue la primera persona en llegar al Polo Norte solo, en una expedición para escalar el monte McKinley, en Alaska, se sabe que llegó a la cima, pero nunca regresó a la base del monte. Percy Fawcett fue uno de los primeros en mapear la enorme selva del Amazonas. Nunca más fueron vistos. Ludwig Leichhardt alemán dirigió varias expediciones al interior de Australia. Intentando explorar el desierto australiano nunca llegó a su destino.
Fuente: https://www.culturamas.es/2017...
Todos estos hombres, que formarán parte seguramente de una lista inacabable, pagaron con el tributo de su vida el ansia de explorar del ser humano, probablemente ninguno era demasiado consciente de ello, simplemente siguieron su pasión.
"Me atormenta un eterno anhelo por cosas remotas. Ansio navegar por mares prohibidos"
Herman Melville. (Mobi Dik)
He escuchado recientemente la falacia, repetida a raíz de escucharla en los medios, de que resulta censurable que se dedicasen tantos medios al rescate de los exploradores del Titan, mientras que los pobres emigrantes que sufren algún tipo de tragedia, en los medios de transporte, en medio del mediterráneo o de otros mares, no reciben tanta ayuda.
Aparte de que se mezclan churras con merinas, pues en un caso estamos ante una desgracia derivada de un conflicto social y económico entre países, que, debido a que no reciben transferencias de riqueza de los países ricos, facilitan corrientes migratorias descontroladas, con la intención, entre otras, de presionar a esos países ricos, con el feo espectáculo de la tragedia humana, que pagan los emigrantes con sus vidas...
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En el otro caso estamos hablando de individuos que llevan a cabo una actividad de exploración, en tierras y mundos desconocidos, ampliando el ámbito vital donde se desenvuelve el ser humano. Primero financiando el desarrollo de los medios que permitirán acceder a él, con su patrimonio privado, segundo arriesgándose a explorar esos mundos, poniéndose a sí mismos en contacto con ellos y tercero corriendo riesgos con sacrificios que pueden llegar hasta a su misma muerte, como el caso que nos ocupa.
Y ahora hablemos de los exploradores muertos.
Hay una parte de la exploración que rinde un valor personal. Consiste en satisfacer el ansia de explorar. No es una emoción cómoda para el individuo, porque le puede llevar a realizar grandes sacrificios o, como en este caso, a la muerte. Pero me atrevo a afirmar que proporciona una clase de individuos de extrema importancia para la especie, como dice Carl Sagan.
La actuación combinada de estos individuos es la que, cuando se acaben los "largos veranos, los suaves inviernos, las buenas cosechas, la caza abundante" nos habrán mostrado y conducido a nuevos lugares o ámbitos humanos y geográficos de desarrollo, en los que los largos veranos, los suaves inviernos, las buenas cosechas, la caza abundante, seguirán perpetuándose para nuestra especie.
A menudo es la misma clase de sujetos que crean empresas, tecnologías, arte, ciencia o procedimientos organizativos, rompedores para el sistema científico, técnico y económico, en una palabra, son la clase de personas que crean riqueza, y porque crean riqueza pueden emplear parte de esa riqueza en explorar.
Explorar no solo consiste en adquirir datos científicos, geográficos, imágenes de las nuevas tierras o nuevos mundos, explorar consiste en poner el alma humana en contacto con esas nuevas tierras, a menudo mientras el pie del explorador holla por primera vez ese mundo inexplorado, con gran riesgo para su vida.
Sin este contacto, el alma humana no se habrá extendido por esas nuevas tierras o esos nuevos mundos y los que vienen detrás jamás se inspirarán a dar el paso que permita a la especie expandirse y hacer su casa de esas nuevas tierras…
Y por esa actividad, ha habido, hay y habrá sujetos que pierdan la vida “atraídos, por un ansia que apenas pueden articular o comprender, hacia tierras por descubrir o nuevos mundos”RpChaciendo llorar mi alma de explorador…
Descansad en paz amigos. Nuestros sueños os acompañan allí donde vayáis…
