Mercenarios de la Guerra Financiera Asimétrica

17 de enero, 2015 0

Inflación e impuestos. Bancos Centrales y gobiernos. Enemigos visibles y conocidos. Aparecerán ahora nuevos actores. En gran medida van por libre. Son los perros de la guerra financiera asimétrica. Los mercenarios. Los blackwaters de este conflicto. Esté alerta porque ellos también son mortales. Mortales para su patrimonio, por supuesto.

El inversor no puede acceder a los mercados por sí solo. Necesita de intermediarios. No hay más remedio que recurrir a ellos. Es absurdo pensar que no son necesarios. Sin embargo, no es menos absurdo pensar que están de su lado. Olvídese de eso. De su lado sólo está usted y que los perros de la GFA le sean útiles depende más de cómo se relacione usted con ellos que de cómo ellos intenten relacionarse con usted.

Tu amigo el banco

El banco es el mercenario más conectado con el gobierno. El sistema circulatorio de la economía, el gran proveedor de crédito, no opera conforme a lo que podríamos llamar el “derecho de la guerra.” Usted ya ha comprobado cómo en España y en otros lugares las leyes del capitalismo se aplican de manera diferente a los bancos. De hecho no se le aplican. O mejor dicho no se le aplican cuando el viento les viene de cara. Gobiernos y bancos se rascan la espalda mutuamente: yo te vendo mi deuda y puedo acudir al mercado de votos que requiere de expansiones presupuestarias y tú me rescatas cuando se nos vaya la mano con el descalce de plazos y la ingeniería financiera. ¿Deal? Of course, deal.

mercenarios 1

Pero lo que a usted realmente le importa del banco es lo que puede esperar o no de él y no tanto cómo está organizado el sistema financiero y bancario. Todo lo anterior es muy interesante y conviene estar al tanto de su evolución. Sin embargo, el inversor adscrito a la GFA no está en el campo de batalla para teorizar ni para elucubrar con modelos más adecuados de regulación del sector financiero. El inversor se encuentra aquí para pelear.

A este respecto nos remitimos a nuestro post sobrela friendzone y la bitchzone bancaria. ¿Por qué un terrorista iba a colocar una bomba en un descampado? Lo hará, obviamente, en un lugar concurrido. Lo mismo para el inversor. Olvídese del banco como proveedor de rentabilidad. Sus depósitos a plazo y productos similares no sirven para eso. No confunda la amistad con el amor o se verá usted seriamente defraudado. Tal como señalamos en el post de la friendzone bancaria enfoque su relación con la entidad en sus justos términos de amistad interesada. A él nos remitimos.

No se ponen bombas en un desierto. Su munición, esto es, su efectivo, debe colocarse en lugares más propicios.Inmuebles o renta variablepor ejemplo. Siga los links a los post correspondientes. Focalice su atención en el hecho, inevitable, de que necesita a su banco para múltiples tareas pero que debe evitarlo como fuente de rentabilidad. Ese no es el propósito de la banca. No confunda de nuevo amor con sexo y viceversa.

La industria de los fondos de inversión

Las instituciones de inversión colectiva son instrumentos útiles y necesarios para construir el edificio de su patrimonio. A través de los planes de pensiones y de los fondos de inversión usted puede invertir en múltiples activos, diluir el riesgo mediante una diversificación adecuada y minimizar costes. La generalización de estos instrumentos es un gran triunfo de la democracia financiera. Así, a simple vista parecería que este nuevo perro de la guerra está de su lado. Al fin y al cabo todos opinamos que la democracia es buena. Sentimos aguarle la fiesta (una vez más): la democracia, como bien dijo Churchill, es sólo el menos malo de los sistemas. La democracia financiera, expresada a través del acceso masivo del público a los mercados mediante fondos de inversión y planes de pensiones, lo mismo.

mercenarios 2

Hemos tratado de este asunto en el post correspondiente y a él nos remitimos. Allí podrá ver los verdaderos resultados de esta peculiar industria. De la misma manera que los mercenarios cambian de bando a conveniencia según quien es el mejor postor, la industria de los fondos de inversión es una veleta de muy difícil control. En términos generales, sus resultados son malos, sus comisiones altas y su gestión defectuosa. Son como esos soplones en zona ocupada que unas veces colaboran con la insurgencia y otras con las tropas de la OTAN. No son de fiar y encontrará todas las explicaciones pertinentes en el post al que le remitimos. Mentalícese, además, de que esa situación no va a cambiar.

A efectos de la guerra financiera asimétrica lo que usted tiene que tener claro es que la inversión a través de instituciones de inversión colectiva es necesaria para sus intereses dado que es la herramienta más sencilla para lograr una buena performance del interés compuesto y la capitalización al mismo tiempo que se retrasa el pago de impuestos y se obtiene una diversificación apropiada. Recuerde aquello de que Hacienda huele el papel moneda como los tiburones huelen la sangre.

El problema radica entonces en cómo elegir el fondo de inversión correcto. Esto lo veremos cuando hablemos del equipo de combate básico en la GFA. Por el momento hágase a la idea de que necesitará alguno o varios de estos instrumentos, bien con carácter principal o bien de manera complementaria o subsidiaria, pero sin olvidar que la inmensa mayoría son perros de la guerra que trabajan para el enemigo. Usted tendrá que seleccionar aquellos que sólo le sean fieles a su causa. Pronto le enseñaremos cómo.

Los intermediarios financieros

El inversor que compra directamente cualquier tipo de activo, derivados o bien el activo real, como acciones, operará a través de los brokers. Éstos pueden formar parte del entramado bancario o ir por libre. El broker es como el fuego. Está aquí para que usted se mueva. El intermediario vive de la hiperactividad del inversor, no de su rentabilidad. Es otro mercenario nefasto, pero necesario, en su devenir guerrillero.

Al contrario que al broker, el inversor adscrito a los principios de la GFA se beneficia de la estrategia de la tensión. Golpes de mano contados y rápida huida. Jamás se cae en la tentación de venirse arriba porque el ataque inicial haya sido un éxito. El inversor docto en la GFA observa mucho, permanece agazapado entre las sombras y opera lo indispensable. De la misma manera que Hacienda acude rauda y veloz ante la aparición del papel, el broker incrementa su protagonismo a medida que la hiperactividad se adueña del inversor.

mercenarios 3

No hacer nada. Ser perezoso en un mundo donde todos se benefician del movimiento y donde todos intentan fomentar la iniciativa y actividad del inversor, requiere de un esfuerzo titánico de autocontrol y disciplina. El problema para el inversor es que esto, siendo sencillo, no es nada fácil. La ventaja para él, por otro lado, es que la disciplina y el autocotrol, la pereza, son mucho más económicas que el movimiento incitado por los intermediarios.

Puede encontrar por internet todas las comparativas de broker que usted desee, tanto para acciones españolas como internacionales o ambas, para derivados y activos reales. Aquí no tratamos de eso sino del principio básico que le conviene adoptar. Si con el banco era ser consciente de la verdadera naturaleza de su relación y con la industria de los fondos de inversión era tener los criterios adecuados en la selección de los instrumentos a su alcance, ahora el principio básico es el actuar con un perfil bajo. De lo que se trata es de minimizar al máximo el movimiento.

Cuantas más veces tenga que circular por una autopista de pago más veces tendrá que pagar un peaje. Lo mismo con su broker o intermediario financiero. Viaje sólo lo indispensable. Hiperactividad y rentabilidad no suelen ir de la mano.

Conclusiones

Banco, industria de instituciones de inversión colectiva e intermediarios financieros pueden ser una misma entidad o ir cada uno por libre. Los tres son mercenarios, perros de la guerra, blackwaters que le hacen la guerra sucia y contra los cuales su mejor defensa es asignarles a cada uno el papel que mejor se acomode a sus intereses. Amistad con el banco, selectividad con la industria de los fondos de inversión y pereza con el broker.

mercenarios 4

Sus enemigos fundamentales los describimos en la anterior entrega sobre la GFA. Ya tiene bastante con ellos. De la misma manera por la cual no se debe iniciar un enfrentamiento cuyas probabilidades de victoria son mínimas, no se debe tampoco añadir enemigos innecesariamente. La mayor parte del tiempo Pakistán y Arabia Saudí son realmente enemigos de los grupos terroristas y fundamentalistas islámicos. O eso debemos presuponer. No obstante, hay cierta ambigüedad en su compromiso contra el terrorismo internacional. La mayor parte del tiempo apoyan a los Estados Unidos, pero desde sus cloacas a veces se ayuda al islamista pirado.

Estos tres enemigos que le hemos descrito aquí hoy con ayuda de post anteriores son sus Pakistanes y sus Arabias Saudíes. Úselos a su conveniencia pero no olvide jamás de qué lado están. Recuerde que la mayor parte del tiempo los perros no suelen morder la mano de sus amos.

Por nuestra parte, la Cartera Value ha sido diseñada por unos mercenarios muy especiales, Quiet Investment. Unos mercenarios con principios que sólo apoyan a uno de los bandos, el suyo. Nuestro campo de batalla es el de la información al servicio de un combatiente en la GFA de nivel avanzado, el sniper que se dedica a la selección de activos individuales en uno de los entornos más agresivos y plagados de minas de la zona de combate bursátil: el mercado continuo español y el MAB. Ahí le esperamos.

Usuarios a los que les gusta este artículo:

Este artículo no tiene comentarios
Escriba un nuevo comentario

Identifíquese ó regístrese para comentar el artículo.

Síguenos en:

Únete a inBestia para seguir a tus autores favoritos