En el discurso de Yellen tras la decisión de la FED de mantener tipos apenas hubo novedades. No hubo cambio de tipos ni tampoco se ofrecieron pistas relevantes que nos hagan pensar que subirán tipos en la próxima reunión ya en septiembre. Así que habrá que seguir mirando los datos y la situación sigue siendo la misma. Sea en septiembre o en diciembre la decisión, el mercado está más que avisado. Por tanto, como dijo la propia presidenta de la Fed, donde el banco central estadounidense se juega los muebles es en el ritmo posterior de las subidas de los tipos (se habla de un punto porcentual por año) y la reducción de balance, es decir, la liberación todos los activos de deuda –más de 4 billones de dólares- que ha acumulado durante la crisis.
A falta de novedad en la FED, lo más importante de la sesión de ayer fueron las declaraciones de la directora Gerente del FMI. Estos fueron los principales mensajes ayer de Christine Lagarde
La economía china tiene la fortaleza suficiente para resistir bruscas variaciones de sus mercados
- Espera un crecimiento moderado del 6.8 %, pero lo considera bajo control
-La caída de la bolsa en los dos últimos meses ha sido significativa (-30 %), pero sin olvidarnos que aún sube un 80 % en el año
El escenario a futuro del EUR es prometedor
- Tienen las previsiones de crecimiento más optimistas de los últimos años
- Destacar los avances en países que más han sufrido durante la Crisis como España, Irlanda o Portuga
- Panorama más optimista para el crecimiento mundial
- - Impulsada por la economía norteamericana
- - Pese a la mayor volatilidad en los mercados, como las divisas de economías emergentes
Declaraciones positivas y que vienen a resumir un poco nuestra visión actual de los mercados. Viviremos situaciones de incertidumbre e incrementos de volatilidad pero el panorama para el crecimiento mundial a medio plazo aunque no es eufórico, no parece que sea pesimista. Y tal y cómo comentábamos ayer, la evolución de las distintas divisas es el principal factor que va a servir de mecanismo de ajuste en la competitividad de las distintas zonas geográficas. Las monedas más débiles provocan incremento de productividad y competitividad de sus países y las más fuertes lo contrario. En cuanto a los tipos, tenemos a Europa que seguirá con tipos muy bajos durante al menos un año, y en Estados Unidos se demuestra que no habrá prisas por subir tipos y cuando empiecen no serán muy agresivos, y además ya está descontado por el mercado. Por tanto la renta fija tampoco tendría que sufrir, sobre todo ahora que las expectativas de inflación seguirán contenidas con las materias primas en mínimos.
Así pues seguimos en un escenario idóneo para tener carteras diversificadas tanto en activos como en zonas geográficas.