“El Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) se configura como una iniciativa para canalizar recursos financieros a un gran número de empresas solventes que pueden encontrar en este mercado una vía para obtener financiación mediante la emisión de títulos de Renta Fija.”Siempre me han gustado las presentaciones grandilocuentes. Y he de decir que, para eso, la palabrería oficial no tiene parangón.
Según el INE en España a finales de 2012 existían 3,15 millones de empresas. Cálculo rápido: si la población española a finales de 2013 era de 46,7 mll, tocamos a 14,82 personas por empresa; descuenten grandes corporaciones que acaparan miles de trabajadores y la conclusión es que el tejido empresarial está basado en micro empresas de menos de 5 trabajadores.
En los mercados europeos, más acostumbrados a emisiones privadas de Renta fija para financiarse, las empresas que acuden a deuda para su crecimiento están en facturaciones entorno a los 500 millones de euros con EBITDAen torno a los 20 mll.
¿Saben cuantas compañías del tejido empresarial español (fuera de las grandes corporaciones que ya regularmente se financian con deuda privada) encajan en un perfil capaz de acudir al MARF? Según la única agencia española cualificada para emisión del Rating (necesario para poder emitir): ¡800 compañías!. Pongamos 1.000 que dicen otros estudios. Un 0.03175% es el gran número de compañías españolas, según indica el texto oficial, que estarían capacitadas para acudir a los mercados alternativos de renta fija.
Hombre, a primera vista, me da a mi que el MARF no va a ser la gran alternativa al crédito bancario. Y no es que las intenciones no sean buenas ni que las condiciones para las compañías que acudan no sean interesantes (coste con emisión entorno al 7.5%, plazos de amortización entre 5/7 años, con la ventaja que sólo se paga cupón y no devuelves principal hasta vencimiento, exigencias más laxas en las garantías, facilidad en la renovación,etc.), el problema es que no tenemos empresas que puedan acudir. Esa es la causa de que desde su lanzamiento sólo 1 triste compañía ha acudido al mercado para financiarse (cuidado, pronto tendremos un aumento del 100% de compañías: se anuncia una segunda en breve).
Creo que, como siempre, hemos empezado la casa por el tejado. No hemos fomentado desde instituciones y asociaciones la fusión de empresas para que el tejido coja músculo. Incluso me atrevería a decir que no interesa que esto ocurra. Una empresa con 500 trabajadores y EBITDAde 10/20 mll tiene capacidad de negociación y de buscar alternativas (MAB,MARF, AIAF...). Por contra, empresas de 10/20 trabajadores y EBITDA de 500 mil /1 mll tienen que claudicar e ir al circuito bancario.
En EEUU las empresas que se financian en los mercados privados son el 80%, en Europa estarán entorno al 60% y en España no llegan al 20% (y este lo acaparan las entidades financieras, las utilities y poco más).
Con un tejido empresarial tan atomizado será difícil un cambio de modelo financiero. Seguiremos oyendo a las asociaciones quejarse del poco crédito del mercado pero haciendo poco por fomentar empresas más grandes y con mayor independencia financiera. Y las instituciones siguen dando una de cal y una de arena. Crean herramientas alternativas que son interesantes, pero que casi nadie las usa (el MAB tiene 22 compañías después de 4 años) bien por desconocimiento, y de esto gran parte de culpa la tienen las asociaciones e instituciones, bien por lo que comentaba de la imposibilidad por tamaño de acceder a su uso.
Si queremos ser un país competitivo hemos de revolucionar nuestro tejido empresarial. Si no, cuando vuelva a venir un huracán (que volverá a venir) volveremos a ser el cerdito de la casa de paja.
Tengan un buen día.