La semana pasada, Javier (@JavMuFez) me recomendó leer un artículo que me ha parecido muy interesante y que trata un tema que ya he tocado varias veces en este blog como es la falta de comunicación que hay en el MAB y la necesidad imperiosa que creo que tienen todos los integrantes de este mercado para darse más visibilidad y dar a conocerse mucho mejor de lo que lo están haciendo hasta ahora. Es cierto que se van a encontrar con muchas dificultades y con bastante falta de interés por el público y los medios en general. Pero esta tarea, si la tomamos con un horizonte a medio plazo (2-3 años) creo que puede dar unos resultados muy positivos y beneficiosos para todos.
El artículo en cuestión es el siguiente:
MAB y MARF, la necesidad de la comunicación
En la primera parte del artículo el autor (Miguel Ángel Bernal) habla de la necesidad de tener más de una vía de financiación como históricamente ha tenido por norma general las empresas en España. Esta única vía de financiación ha sido y es la bancaria, el crédito bancario. Sobre este tema estoy totalmente de acuerdo con el autor. Hay que mirar como dice a los mercados financieros. Los beneficios creo que son mucho mayores si consigues financiación en los mercados en vez de en el banco en la mayor parte de los casos.
A continuación se centra en el MAB y en el MARF, éste último de reciente creación. El MAB es el Mercado Alternativo Bursátil, o podríamos decir la Bolsa de las pequeñas y medianas empresa. El MARF es el Mercado Alternativo de Renta Fija para estas pequeñas y medianas empresas.
Tener un MAB potente en el que las empresas busquen financiación y la puedan encontrar pienso que es tener una herramienta y un instrumento muy importante que nos permitirá tener un país mucho mejor y mucho más sano económica y financieramente hablando, siempre y cuando se hagan las cosas bien.
A día de hoy tenemos varios ejemplos de éxito en el MAB… y también de fracasos estrepitosos. Centrándonos en este post en los casos de éxitos, como se dice en el artículo de Miguel Angel Bernal “la característica fundamental de los éxitos ha sido la de la comunicación, la de la presencia en medios, la de cobertura de los analistas, el acceder a inversores, el entender que cuidar los mercados de financiación a través de la información es una obligación, el departamento de relaciones con el inversor es un departamento estratégico para la empresa, tanto al menos como el de recursos humanos.”
También es cierto que esto no es gratuito, es decir, que tiene un coste tanto económico directo como de recursos en las empresas (coste económico directo o indirecto según se mire). En el artículo se hace referencia también una frase que decía Oscar Wilde “Hay solamente una cosa en el mundo peor que hablen de ti, y es que no hablen de ti". El autor del artículo por tanto se centra en ver como el gran error de las empresas en el MAB o por lo menos donde está el menor desarrollo de este mercado, en la estrategia de comunicación con los inversores de algunas de las empresas.
Por otro lado, Bernal vuelve a los casos de éxito, los pocos casos que a día de hoy existe en el MAB, diciendo, “déjenme aportar varios mensajes, recientemente leía cómo el consejero delegado de AB-Biotics centraba la gran liquidez de la compañías que cotizan en la estrategia de comunicación con los accionistas, Jenaro García consejero delegado de Gowex cifraba en cuatro millones de euros la publicidad otorgada por el MAB y por último la del presidente de 1nkemia que reconocía que cotizar en el mercado la habría muchas puertas. Reúnan los tres mensajes y quedará que comunicación es además de liquidez, publicidad y apertura de puertas.”
Con esto, y sabiendo que la comunicación no es gratis y que hay que hacer un pequeño esfuerzo para llevarla a cabo, el coste en el que puede incurrir una empresa que cotiza en el MAB será muy bajo en comparación con los beneficios que puede obtener de una buena estrategia de comunicación de la compañía. En Bolsa no sólo hay que ser bueno para que tu cotización no sufra y refleje un precio más o menos ajustado a la realidad de la compañía. Es decir que no sólo hay que ser bueno, sino también parecerlo. Si no lo pareces o incluso algo peor, hay un sentimiento negativo hacia la compañía, la cotización sufrirá con los perjuicios y daños que puede ocasionar una cotización excesivamente baja para los intereses de la empresa. Por ejemplo, si necesitas algo de financiación bancaria, tu valor como empresa lo tomarán de la bolsa. Si tu precio es muy bajo, esta situación te perjudicará. Si quieres crecer comprando alguna empresa del sector, una cotización baja no te ayudará o te incrementará tu coste de adquisición. Con una cotización más ajustada a tu realidad, si por ejemplo compras una empresa y aceptan el pago en acciones de tu autocartera, el coste para ti será muchísimo menor y tu palanca de crecimiento será todavía mayor para el futuro.
El artículo en cuestión termina con este mensaje con el que también estoy totalmente de acuerdo: “las empresas deben comprender que la comunicación por su parte debe ser proactiva. Es necesario ahora más que nunca que las empresas comiencen una campaña de información a sus accionistas y acreedores, pero no pueden ni deben dar la espalda a la comunicación. Los inversores o potenciales inversores se interesarán en cuanto comiencen a aparecer en los medios de comunicación, puesto que el potencial no solo debe existir sino que debe de darse a conocer. El desarrollo de fondos o la atención de los inversores surgirá en el momento que la comunicación financiera de estas empresas sea una realidad, la potencialidad de beneficio es una realidad pero hay que darla a conocer.”
Por lo tanto, queda mucho por hacer y un camino complicado por el que avanzar a medio plazo con varios obstáculos a sortear. Pero partiendo de la base que hay buenas y excelentes empresas en las que invertir, una de las primeras tareas de éstas para llegar a su público objetivo es la de establecer una buena estrategia de comunicación activa. El coste no tiene por qué ser elevado. Algo costará, pero hay que mirar más allá y ver los beneficios que una buena estrategia de comunicación puede dar a las empresas. Luego, quejarse del desconocimiento del MAB por parte del público en general, de la falta de interés de los medios e inversores, etc si no te mueves y te esfuerzas porque sea lo contrario no vale. Tendrás que llegar a acuerdos para que den difusión a tus hechos relevantes, a tus resultados, a tus novedades, etc. Estos acuerdos como digo tienen un coste pero los puedes conseguir por una pequeña cantidad de dinero al año. Tendrás que tener a una persona o dos pendientes de la relación con los inversores, de mover tus noticias sobre todo por las redes sociales especializadas en finanzas y en los mercados financieros. Estas personas no tienen por qué estar a tiempo completo con estas tareas. Con dedicar una hora al día yo creo que es más que suficiente en una primera etapa. Luego cuando las cosas vayan mejor y haya mucho más interés por la compañía a lo mejor habrá que aumentar los recursos humanos para esta tarea pero si llega este momento es porque creo que se han hecho las cosas bien y los beneficios ya deben de estar dando resultados.
En definitiva, que hay muchas cosas que mejorar para tener un buen MAB y un MAB que nos sirva como fuente de financiación para las empresas y como un buen mercado en el que invertir los inversores. Pero si por algo hay que empezar, yo diría que es por la comunicación. “No sólo hay que ser bueno, sino también parecerlo”