Se acerca el cierre del 2T18 y por ende del 1S18. Así que pronto tendremos las publicaciones de resultados empresariales, momento en el cual las compañías se desnudan ante inversores y analistas. Tras cerca de 10 años sufriendo en Europa revisiones a la baja de estimaciones de BPAs, sobre todo cuando pasaba el mes de junio, la tónica ha cambiado gracias a:
1. Las mejoras micro: márgenes, ahorros de costes, etc.
2. Visibilidad macro: volvió el crecimiento a Europa, incluso con algo de inflación.
3. El apoyo del BCE: Draghi aporta confianza y ha marcado un riguroso camino al fin del Quantitative Easing, pero alejando las subidas de tipos hasta al menos el verano de 2019.
4. La depreciación de euro: este factor es nuevo, dado que hasta ahora había penalizado. De cara al 2T18 veremos mejoras en top line (ventas) gracias a la depreciación del euro respecto al dólar (basta ver el gráfico YTD).
Los márgenes aguantan...
Basándonos en las revisiones "bottom-up" de la cobertura europea de renta variable de AlphaValue (en torno a 485 valores), hemos actualizado una tabla reveladora sobre la dirección a la que apuntan los márgenes Ebitda entre las empresas europeas. Si no fuera por el intento diario de Trump de desestabilizar las bases sobre las que se sustentan los mercados, gritaríamos "¡compre, compre!".
El mensaje es que la previsión de los márgenes Ebitda superarán los picos anteriores del 2007 para 2019. Todavía estamos trabajando en los modelos del 2020, que podrían traernos incluso noticias mejores. Los cálculos se realizan a través de la cobertura europea de AlphaValue, reducida a 308 acciones, ya que excluyen Financials, Deep Cyclics y rastreadas en los últimos 12 años. Cualquiera que haga este tipo de ejercicio sabrá cuánta erosión puede existir en un universo dado cuando se extiende la perspectiva histórica.
Los márgenes Ebitda deberían dispararse por encima del 19,5% en 2019. Por supuesto que un dólar más débil y un mayor coste de la energía u otros inputs de costes podrían actuar como un freno a tal aumento de márgenes, pero nos atreveríamos a aventurar que esto es sólo algo transitorio.
El catalizador es simplemente el aumento en las ventas. El desastre ocasionado por la "gran crisis financiera" se ha prolongado y ha llevado a considerables esfuerzos de reestructuración (2012-2015). Pero esa etapa está claramente superada.
Este progreso del Ebitda es en gran medida un reflejo de los esfuerzos de reducción de costes entre 2012 y 2015. Los ingresos adicionales, cuando aparecen, tienden a tener un impacto positivo y desproporcionado. Por supuesto, los malos hábitos revierten rápidamente, por lo que es poco probable que las bases de costes sean moderadas para siempre. Sin embargo, la cuestión importante es el crecimiento del top line, y cuánto de esto se verá reducido por las guerras comerciales iniciadas por la administración Trump.
Mejores niveles de Ebitda se convierten en resultados más sólidos. En concreto, hablamos de un salto de 60 bn€ entre 2017 y 2019 hasta 403 bn€ o un avance del +18%. Como se puede comprobar en el siguiente gráfico, sólo ha sido desde 2017 cuando los beneficios europeos han comenzado a despegar nuevamente.
Por
supuesto, esas perspectivas positivas bottom-up
se verán descarriladas si la dialéctica de Trump prospera e iniciamos una
carrera de hostilidades comerciales. El tamaño en el recorte de las expectativas
de crecimiento de los beneficios que ésto representaría sería, en tal caso,
nuestra siguiente tarea a calcular.