Tenemos datos del paro en enero, el número de desempleados ha aumentado en 132.055 personas respecto a diciembre y ya van 4.980.778 desempleados, nuevo récord en la serie histórica. El número de afiliados a la Seguridad Social baja en 263.243, sexto mes consecutivo de descenso. Ya lo he comentado varias veces en mi Twitter, la diferencia entre el número de afiliados que se pierden y los datos del paro se explica porque la gente no se apunta al paro y por el efecto "maleta", perdida de población.
La coletilla del día: "...nuevo récord histórico", me van a perdonar el exabrupto pero "estoy hasta los cojones de vivir momentos históricos" Luis Delage (25 de enero de 1939), y es que un día sí y otro también aparecen nuevos datos "históricos" en indicadores que no hacen presagiar nada bueno, al menos en el corto plazo, el del paro, las ventas minoristas, consumo de gasoil, turismo nacional, y así un largo etcétera, todo ello sumido en un ambiente de corrupción que me lleva a reafirmarme en la creencia de que no podemos acometer las reformas necesarias sobre unos cimientos morales pútridos, permítanme el símil: en edificación, las patologías en cimentación son las que mayores costes globales conllevan y sin embargo; las que marcan la diferencia entre que el edificio se sostenga en pie o se nos venga abajo, es de imperante necesidad acometerlas.
Tenemos una balanza comercial en positivo, tanto que ha sido capaz de absorber la merma en las importaciones por el descenso de la demanda interna, hay empresas que saben cómo hacerlo, a pesar de la que está cayendo, ergo: es posible.
Hoy Mariano Rajoy está en Berlín dispuesto a pedirle a Angela Merkel más políticas de crecimiento ¿cómo va a justificar el Sr. Rajoy su petición ante tamaños escándalos de corrupción? Al Sr. Rajoy le queda mucho por hacer en casa, lo que debería hacer es acudir a la cita con una "hoja de ruta".
No tengo la receta mágica del crecimiento económico, pero se me ocurren algunos ingredientes básicos para esa "hoja de ruta":
- Estímulos: sí, estímulos, pero no vía "subvención" sino vía relajación de los tipos impositivos y de la legislación laboral. Y en esta parte tenemos mucho que ver los propios ciudadanos, os pondré un ejemplo: a lo largo de mi vida laboral he oído a muchos empleados pedirme que les subiera el tanto por ciento de retención que marcaba la nómina, sus argumentos: "así no me lo gasto", "luego hago como que cobro una extra", "ahorro", de estas frases siempre he sacado la misma conclusión: somos menores de edad temerosos de no poder administrarnos diligentemente y necesitamos la tutela de papá Estado, aunque luego se nos llene la boca de improperios al hablar de nuestros gobernantes, de lo mal que funciona la sanidad, la educación y un largo etcétera vale, admito que estés leyendo esto y digas: yo no... Pero ¿cúantos estaríais dispuestos a pagar menos impuestos, seguridad social y desempleo y cargar con la responsabilidad de reservar una parte mensual de ese dinero para haceros un seguro de pensiones, de desempleo, para pagar una parte de los gastos médicos y del colegio de vuestros hijos*, ahorrar...? Muchos ciudadanos prefieren seguir bajo la tutela del Estado bajo la falsa ilusión del Estado del Bienestar, y ésto es un hecho, nos da miedo la responsabilidad de administrarnos, los cambios y sobre todo, nos han vendido el miedo de que si el Estado no gestiona determinadas áreas sólo los ricos tendrán acceso a ellas. (*parto del supuesto de que Educación funcionara mediante cheque escolar y Sanidad con un sistema mixto, ver: ¿Hay soluciones para financiar la sanidad pública? y Para sanidad obligatoria ya tenemos la pública.)
- Acabar con el modelo económico del pisito y el terruñito, el liberalismo de Ludwig Von Cajas y Friedrich Von Pisos -sí, estas frases son de PPCC- De esos barros, estos sobres, esas indemnizaciones millonarias, esas tasas de morosidad tan altas, el banco malo, esos complejos residenciales en medio de la nada, prácticamente deshabitados, esas grúas que nos recuerdan, como la cruz en el altar mayor de la iglesia, que hemos de hacer propósito de enmienda, que todas esas fantasmagóricas toneladas de hormigón no han de perecer en vano.
- Acabar con el clientelismo y el Neoliberalismo, el que ejercen nuestros políticos, tanto los de derechas como los de izquierdas: Colocar amiguetes en empresas cautivas a golpe de favor político, dar contratos a la empresa en la que casualmente trabaja alguien de tu familia, aceptar regalos de empresas que se llevan la mayoría de contratos adjudicados a dedo, favorecer los monopolios, en definitiva: acabar con capitalismo corporativo y de amiguetes, con el favor con favor se paga: "When you´re good to mamma..." Y sobre todo acabar con la corrupción, y no sólo me refiero al PP, que ya hemos visto que en todas partes cuecen habas, hasta la Monarquía. Corrupción, cohecho, malversación, tráfico de influencias... sólo hay una manera: que las penas sean tan grandes que actúen como medida disuasoria, en la antigüedad a quien robaba se le cortaba la mano, no estoy pidiendo que se amputen miembros, estoy pidiendo que la justicia actúe y lo haga con contundencia, y de paso, total independencia del poder legislativo y judicial.
Me dejo seguro muchas cosas en el tintero, pero no quiero acabar el articulo sin volver a llamar la atención sobre el drama que suponen esos casi cinco millones de españoles que hoy pasarán un lunes más al sol.