Esta semana los mercados de renta variable europea han certificado que los niveles de máximos que comentábamos hace unas jornadas son claras zonas de resistencia. El 3.315 del Eurostoxx y el 10.200 del Ibex, no han podido superarse (entre otras cosas porque no han surgido motivos) y por tanto han surgido las dudas y la recogida de beneficios. Concretamente el Ibex 35, tras dos sesiones en las que no hemos podido cerrar por encima del nivel de 11.000 puntos, esta mañana tras una apertura alcista, de nuevo cotizamos en negativo. Quizás el gráfico del Eurostoxx 50 es el que mejor demuestra la debilidad de la bolsa europea. En el siguiente gráfico de velas de 60 minutos se aprecia cómo la ruptura del 3.315 se produjo con una divergencia bajista en el MACD y desde ahí está corrigiendo. Ayer se paró justo en la zona de mínimos de mayo que coincide con los máximos de marzo y abril. Este rebote iniciado ayer no ha podido tener el empuje suficiente como para superar la zona de 3.250 perdida ayer. Por tanto, a priori lo más probable es que este índice en las próximas sesiones busque apoyo en la zona de 3.200 puntos. Zona que volvería ser el nivel más óptimo para volver a incrementar riesgos, o bien esperar a que se supere la zona de 3.250.
Volvemos a pensar de nuevo que la clave de que las subidas de la bolsa europea está en el comportamiento del sectorial bancario. Al contrario que el resto de principales índices europeos, no fue capaz de superar los máximos de principios de año, y en las últimas sesiones está liderando las bajadas de la renta variable europea. Ahora mismo está cotizando en niveles críticos. Entre 190 y 195 puntos tenemos los mínimos del año y la directriz alcista iniciada en el verano del 2012. Ojo que es zona de compra, ya que se aprecia que está en la base del canal lateral de los últimos 6 meses, pero desde el punto de vista técnico, un cierre diario por debajo del nivel de 190 pueden desencadenar fuertes compras que nos pongan en aviso de una corrección mayor en las bolsas europeas.
Además, no hay que olvidar que en las últimas jornadas los inversores vuelven a apostar por los bonos refugio. Tanto la rentabilidad del bono Alemán como el americano, se han ido a mínimos anuales. Y ya sabemos que cuando los inversores aprecian recorrido en la renta fija, se olvidan de la renta variable. Pero este recorrido de la renta fija, a tenor de los gráficos parece ser limitado, sobre todo en el bono alemán, que no sólo está en mínimos anuales, sino en una zona que no consiguió perforar ni siquiera en los mínimos de los dos últimos veranos. Recordamos que justo en esos dos momentos críticos del bono alemán, los inversores se inclinaron por vender activos refugio e invertir en activos de riesgo.
Muy atentos pues al comportamiento del bono alemán y al sectorial bancario en las próximas sesiones, puesto que nos pueden dar pistas sobre si ya se han acabado los recortes de la renta variable o sólo acaban de empezar.