Ayer se incrementó fuertemente la volatilidad en el euro frente al dólar tras la reunión del BCE. Cuando comenzó la reunión, las declaraciones de Draghi, muy optimistas con la economía y confiado en que la inflación subirá, dio un fuerte impulso al euro (en rojo en el gráfico de la sesión de ayer del euro dólar) y a la rentabilidad de los bonos. El mercado entendió que Draghi podrá endurecer su discurso las próximas reuniones y reducir estímulos antes de lo previsto (actualmente se prevé que acabe las compras en septiembre y suba tipos a principios de 2019). Sin embargo, al cierre de la sesión el euro perdió todo el recorrido al alza y llegó a cotizar por debajo del nivel previo a la reunión puesto que Mario Draghi dijo estar preocupado por la fuerza reciente del euro y, sobre todo, porque Donald Trump en la cumbre de Davos dijo que el dólar será una moneda fuerte. Entendemos que los movimientos de ayer son el típico aumento de volatilidad al llegar el cambio a la importante resistencia que comentábamos ayer del 1.25.
Sin duda la debilidad del dólar está beneficiando a las compañías de Estados Unidos vía mejora de su competitividad exterior, que redunda directamente a unos excelentes resultados empresariales, que trimestre a trimestre van superando expectativas. Ya han publicado 127 empresas del S&P500 los resultados del último trimestre, y el 90.5% superan las ventas del año anterior en un promedio nada menos que del 7.8%, mientras que los beneficios mejoran en un 9.78% (el 83.33% superan previsiones). Y, a diferencia de otros trimestres, todos los sectores están superando previsiones. Los datos mejoran expectativas en un 1.2% las ventas y en un 2.28% los beneficios.
Pero si hay otra zona geográfica que se está beneficiando de la depreciación del dólar, esta es China. Simplemente basta recordar las devaluaciones del verano del 2015 y enero del 2016 y cómo estas afectaron a las bolsas mundiales. En el gráfico podemos ver la evolución del yuan frente al dólar. He señalado en rojo las dos devaluaciones y se aprecia claramente en el gráfico cómo el yuan este año está rompiendo al alza la directriz bajista de los últimos años. Si aquellas caídas del yuan eran tomadas como debilidad del gigante asiático, ahora la tendencia alcista debería ser tomada como señal de fortaleza.
Este movimiento de la divisa se refleja en cierta medida en las bolsas. En el siguiente gráfico vemos que el Hang Seng de Hong Kong está rompiendo esta semana máximos históricos. Si la ruptura no es en falso, el índice se podría dirigir a medio plazo a niveles de 4.000 puntos.
El MSCI Asia ya rompió a final del año pasado la zona de máximos históricos y vemos cómo la ruptura está teniendo clara continuidad. La tendencia no ofrece dudas.
En el resto de emergentes la situación es la misma. El más amplio índice, el MSCI Emerging Markets, vemos que el índice se dirige verticalmente a la zona de máximos de 2007.
En Latinoamérica, vemos que el MSCI Latinoamérica está superando este año la directriz bajista de los últimos años.
Middle East y África ya rompió la directriz bajista a final de 2017 y vemos que este año la subida es vertical.
Y es que las acciones cotizadas en los mercados emergentes son las que más se pueden seguir beneficiando del contexto económico global, en el que se está revisando al alza las expectativas de crecimiento y, sobre todo, a diferencia de lo que está ocurriendo en Europa, la fortaleza de las monedas en los países emergentes redunda en beneficios para sus bolsas. Pero ojo, puesto que tal y como vimos ayer, el dólar puede estar tocando suelo y si este se gira al alza, podemos ver algo de recogida de beneficios en emergentes y Europa se vería beneficiada. En el siguiente gráfico vemos la evolución relativa de las principales zonas geográficas frente al MSCI World. Claramente emergentes es la zona que mejor se está comportando las últimas semanas. Pero tenemos a Europa en mínimos de los últimos años y a Estados Unidos en la base del canal alcista de largo medio plazo.
Por tanto, a la vista de lo comentado hoy, los emergentes están muy fuertes y bien apoyados por el contexto económico actual y todo apunta a que la tendencia seguirá siendo alcista. Pero hay que estar muy atentos a la evolución del dólar, puesto que si este rebota, el dinero a corto plazo podría viajar hacia la renta variable europea y los emergentes podrían entrar en una fase de consolidación en forma de movimiento lateral o ligeramente correctivo. Un movimiento que sería idóneo para que aquellos inversores que tuviesen poca exposición, la incrementasen.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio....)