Hasta el jueves, el departamento de análisis de BullionVault,
hablaba de una de las semanas más aburridas del año. "El teatro del
aburrimiento de la Fed", decían, refiriéndose al ajustado rango en el
que estaba cotizando el oro desde el cierre del viernes pasado. Llevando
este aburrimiento al extremo, podría decirse que miraras cuando miraras
el gráfico de precios, siempre veías al oro en los 1.317 dólares.
Inmóvil, inmutable, perezoso. Quizás tomándose un descanso porque el
final de la semana pintaba interesante y, no solo por las nóminas no
agrícolas de Estados Unidos.
Corría el rumor de que el BCE podría bajar los tipos nuevamente. Y
cuando todo apuntaba en que se quedaría en eso, en un rumor, Mario
Draghi jugó a la sorpresa y bajó el jueves un cuarto de punto al precio
del dinero. De esta manera, los tipos de interés se sitúan en un nuevo
mínimo histórico del 0,25%. Las primeras reacciones de los metales
preciosos contra el euro reflejaban euforia. El oro alcanzó máximos de
más de un mes y la plata, aunque más tímida, también rebotó. Lo mismo
hicieron las bolsas europeas, con el IBEX35 español superando brevemente
10.000 puntos.
Pero poco duró la alegría y tanto los metales preciosos, como las
bolsas europeas corrigieron con un dólar más fuerte, tras conocerse el
dato de PIB en Estados Unidos que demostraba un crecimiento más fuerte
de lo esperado. Con un 2,8% en el tercer trimestre, el mejor dato de PIB
en año y medio. Con esta noticia, el dólar se apreció contra el euro y
quitó brillo a las cotizaciones del oro y la plata. El metal amarillo
incluso bajó brevemente del nivel de los 1.300 dólares aunque logró
recuperar algo de suelo para volver a cotizar en plano en torno a los
1.309 dólares la onza, quizás tomándose 24 horas de descanso antes de
los datos de empleo
Al contrario que las últimas veces, el dato de nóminas no agrícolas
fue mejor de lo esperado. Mucho mejor. De los 120.000 que esperaba el
mercado, se han generado 204.000 empleos. También han sido revisados al
alza los datos de septiembre y agosto. Al momento de saberse, el oro y
la plata cayeron hasta situarse bastante por debajo del cierre del
viernes pasado.
El viernes por la tarde se estableció un fixing de 1.285,50 dólares la onza, reflejando una caída de más del 1,60 % con respecto al mismo Fixing de la semana pasada.
El Fixing de la plata ha situado al metal a las 12am en los
21,70 dólares la onza, reflejando una caída semanal del 0,23%. El Fixing de la plata se ha producido antes de que se publicaran los datos sobre empleo estadounidense.
Del lado de la demanda,
el inversor privado se ha mantenido en la posición de comprador en octubre, de forma más intensa que en los últimos seis meses según los resultados del último Gold Investor Index elaborado por BullionVault y basado en la actividad de compra de sus más de 50.000 usuarios.
Sin embargo, parece que este nuevo nivel de precios desde que comenzó
noviembre no ha conseguido reavivar la demanda física y algunos
operadores creen que el precio debería caer y sostenerse por debajo de
los 1.300 dólares por onza para atraer a más compradores. Habrá que
esperar para ver si la caída de hoy cumple con las predicciones de estos
operadores.
En India, donde termina esta semana el festival más importante del
año, la demanda sigue contenida y restringida por las reglas anti-oro
del gobierno. Expertos del sector califican al Diwali de este año de
desastre, "el peor en 20 años". Precisamente por esta inaccesibilidad
del oro en India, es posible que los ciudadanos rurales de India se
empiecen a decantar por la plata.