Los BRICS continúan avanzando en el impulso
instituciones y mecanismos alternativos acordes con el desarrollo del mercado
en los próximos años.
Los
acontecimientos que en los últimos meses vienen desarrollándose, como la caída
progresiva del uso del dólar en el comercio internacional, la apuesta por el
Yen como moneda de reserva por más de 42 Bancos Centrales del mundo, los
escándalos de espionaje, los bloqueos y sanciones de Estados Unidos, así como
la tendencia de sobreexposición de deuda de los países que hoy en día vivimos
están motivando que las economías emergentes del mundo apuesten por mecanismos
alternativos en finanzas y comercio exterior menos dependientes de occidente.
Los miembros
del bloque de los BRICS ya han acordado la creación de su propio Banco de
Desarrollo (en sustitución del Banco Mundial), de un Fondo de Reservas
Monetarias (en sustitución del FMI), con una cuantía de 100.000 millones de
dólares de capital social para ambas estructuras, además del uso de cuentas en
divisas alternativas, lo que permitirá proteger sus divisas ante posibles
guerras monetarias.
Brasil está
siendo la encargada de realizar el acta constitutiva del Banco de Desarrollo,
por su parte, Rusia prepara los acuerdos interestatales para la fundación del
banco.
A falta de
conocer el emplazamiento de estas organizaciones, está previsto que China
aporte 41.000 millones de dólares al Fondo de Reservas Monetarias, 18.000
millones aportarán Brasil, India y Rusia, y Sudáfrica contribuirá con 5.000
millones de dólares a este fondo, estando relacionado la cantidad de cada
aportación al volumen de la economía de cada país.
Tras esta
constitución, el FMI, el cual está regido por los Derechos Especiales de Giro
(SDR por sus siglas en inglés), continuará siendo el fondo con mayores reservas
(alrededor de 238.400 millones de euros y 369.520 millones de dólares) sin
embargo, 100.000 millones de dólares son una gran cobertura para cinco países,
teniendo en cuenta que el FMI está formado por 188 países miembros que aportan
y requieren de sus servicios.
Mayor respaldo financiero para
los BRICS.
Las caídas
que llevan sufriendo las divisas de los países emergentes han puesto de manifiesto
la necesidad de un mayor respaldo financiero.
El Fondo de
Reservas Monetarias de los BRICS será una garantía para aquellos países que
pudiesen experimentar problemas financieros o de déficit presupuestario. De
esta manera se verían solventados los problemas de liquidez en moneda
extranjera de los países miembros para el caso de que experimentasen problemas
en su balanza pagos, por una devaluación repentina de la moneda nacional o ante
una salida brusca de capital generada por una moderación de la política
monetaria de la Reserva Federal de los EE UU. Por otra parte, el Fondo de
Reservas Monetarias sería garante de aquellos bancos que no sean capaces de
hacer frente a sus préstamos o saldar deudas con sus acreedores extranjeros, lo
que evitaría mayores problemas de los sistemas financieros.
La creación
de este nuevo organismo refuerza el apoyo económicos de los países en
desarrollo y se sugiere como alternativa al FMI, por la consideración de los
emergentes de que el Fondo Monetario Internacional está en mano de los países
occidentales y miran más por el rescate del euro y de las monedas de los países
desarrollados, tal y como han expresado en alguna ocasión diversos dirigentes
de los BRICS.
Una nueva fuente de crédito
para los países emergentes.
Por su parte,
el Banco de Desarrollo de los BRICS busca financiar proyectos de los países
emergentes y de otros externos. Esto significará destinar fondos no solo a los
propios BRICS, sino también a proyectos de infraestructuras en otros países,
como de países africanos, asiáticos o latinoamericanos. De esta manera se
pretende beneficiar a los países destinatarios de la ayuda y los BRICS
suministrando equipos y mano de obra cualificada.
Estos
movimientos no son solo tienen connotaciones económicas, también políticas ya
que el objetivo final es consolidar la posición internacional y promover los
intereses de los países emergentes en un mundo en el que la hegemonía está
cambiando de polo.
Esto no
parece significar que los BRICS vayan a abandonar el Banco Mundial o el FMI,
solo pretende reforzar la alianza y posición de los BRICS en el escenario
internacional, permitiendo defender más fácilmente los intereses particulares
de los emergentes.
Tanto el
capital social del Banco de Desarrollo y del Fondo de Reservas Monetarias de
los BRICS se establecerá en dólares americanos, suponiendo esto un apoyo al
sistema monetario de EEUU, aunque en un futuro (por las posibles presiones
económicas de EEUU y la UE) el dólar sea sustituido por el Yen o otra divisa
nacional de los BRICS.
Y aunque aun
queda tiempo para ello, el Fondo de Reservas Monetarias estimulará a los BRICS
a abandonar gradualmente la intermediación del dólar en sus intercambios.
Nuevo Swift y bolsa de
comercio.
Algo de lo
que se lleva comentando desde que se produjeran los bloqueos de las
transferencias bancarias por la imposición de sanciones a Rusia, es el impulso
de un sistema análogo del SWIFT y de un sistema de pagos independiente.
Además se
especula con la posible creación de una nueva bolsa de comercio para Eurasia y
una bolsa de divisas alternativa al dólar que impulsase el desarrollo de esta
área. Esto se suma a las reformas que los países emergentes están realizando
para crear importantes centros financieros en sus países.
Impulso energético y comercial
Los socios
emergentes están reforzando el camino hacia la cooperación comercial y plantean
un escenario de "cielo abierto" entre ellos.
Así, por
ejemplo, Rusia firmó en junio de 2013 un contrato de suministro de
hidrocarburos por valor de $270.000 millones de dólares y por 25 años de
duración, lo que supone actualmente un volumen de exportaciones rusas del 12%
del importe petrolero total de China, el nivel más alto de los últimos siete
años. Datos que continuarán creciendo ante la posibilidad de reducción de las
exportaciones a Europa, que recibe aproximadamente el 30% del gas natural ruso.
Sin embargo,
el sector petrolero es solo una muestra del aumento de las relaciones
comerciales, que incluyen también los planes de firma de contratos de
infraestructuras, transporte, alimentos y tecnología.
China
persigue reforzar su posición de liderazgo en el ámbito del diseño y la
producción de productos electrónicos, India busca consolidarse en el sector
farmacéutico y además Rusia junto con países latinoamericanos, China y
Sudáfrica trabajan en impulsar el mercado agrícola y ganadero, lo que podría
dar sus frutos a corto-medio plazo si continúan los problemas de exportación de
Europa a Rusia de carne de cerdo, por el presunto contagio de peste porcina
africana.
Otro punto a
destacar es el acuerdo entre China, Rusia y India por trabajar conjuntamente en
proyectos de producción de una energía nuclear más barata y resistente al
desgaste.
En
conclusión, por una parte, estamos siendo testigos de progresivas reformas
estructurales de los BRICS, y por otra, de su inversión en innovación y
estructuras de desarrollo y futuro.
Salvando que
aun es necesario liberar más las ataduras financieras, en los últimos años el
crecimiento de los países emergentes ha estado basado especialmente en las
inversiones de capital que realizaban los países desarrollados, y ahora este
lugar va a ser ocupado por el capital de los países emergentes, logrando
alcanzar, mantener y reforzar su futuro en la política y economía mundial.