Existe controversia respecto a la magnitud del impacto positivo que los bancos centrales han tenido sobre el comportamiento de los activos de riesgo en los últimos años. Unos le achacan un papel dominante, otros un papel menor. Pero la inmensa mayoría considera que estas políticas expansivas llevadas a cabo a nivel global han sido un factor alcista o viento de cola para las acciones.
Ahora bien, lo que ha sido un viento de cola está en proceso de convertirse en un viento en contra o factor bajista. El siguiente gráfico es muy ilustrativo:
Fuente: @AndreasSteno, estratega de Nordea Markets.
El área coloreada responde al crecimiento interanual de la compra de activos por parte de la Reserva Federal y el BCE. Como se observa, a finales de 2018 estos dos bancos centrales se estima que podrían empezar a contraer el volumen de activos de su balance combinado, considerando que la Fed continúa su plan de venta gradual de activos y el BCE simplemente abandona las compras.
En su tuit, Andreas dice que el factor determinante del turbulento mercado bursátil de estos últimos meses no es tanto la tensión sobre el comercio y los aranceles, como la política monetaria mucho menos favorable para los activos de riesgo de aquí en adelante.
El tiempo dirá hasta qué punto las políticas monetarias no convencionales llegan a impactar sobre el mercado bursátil, en este caso de forma negativa, presuntamente. Pero no se crea que será fácil discernir claramente esta cuestión, puesto que seguro hay muchos factores y variables moviéndose al mismo tiempo...