La Oferta Pública de Venta (OPV) de eDreams ha defraudado. Los primeros inversores públicos pagaron 10,25 euros por acción y, si aún mantienen los títulos en cartera, ya han perdido más del 85%, del capital.
La agencia de viajes on line debutó el 7 de abril con el objetivo de devolver a los fondos de capital riesgo, Permira y Ardian, su participación inicial. Otra parte de la recaudación iría destinada a la reducción de la deuda, según Expansión.
Era la mayor OPV de los últimos tres años, pero no por eso la mejor. Hablar de números millonarios no tiene ningún tipo de correlación con el negocio horroroso que puede llegar a ser.
La experiencia nos avisa que invertir en un debut bursátil es normalmente un mal asunto.
En "Estrategias de Inversión a Contracorriente", David Dreman hace una selección de varios estudios que confirma como la compra de una OPV, por probabilidades, es una mala estrategia.
A partir de una muestra de 4.753 OPV, entre los años 70 y 90, los profesores Jay Ritter y Tim Loughran calcularon rentabilidades medias anuales de un 3%, si se hubieran comprado las acciones en su debut bursátil. El selectivo S&P 500 se comportó mejor y registró un 11,3%.
También observaron que la mediana estadística de las rentabilidades de las ofertas, los valores que se repiten en una muestra, se encontraba alrededor de una pérdida de un 39%. Eso significa que hay estrenas bursátiles que son éxitos rotundos e incrementan el promedio. Pero, generalmente, entre las Ofertas Públicas predomina la mediocridad.
Si somos inversores obstinados, que nos gusta el riesgo y queremos luchar contra esa mala estadística, hay tres pasos clave que deben ejecutarse antes de seleccionar una empresa que empieza su andadura en el parqué:
1. DESCUBRIR LA HISTORIA QUE ESCONDE LA EMPRESA
Lionel Hutz, el pésimo abogado de "Los Simpson" nos recordaba en un capítulo que "hay la verdad y la verdad".
Eso se aplica en los tribunales y también cuando se habla de OPV.
Las entrevistas de los directivos con los medios de comunicación, las notas de prensa, los roadshows... Toda esta puesta en escena forma parte de un espectáculo que fundamentalmente no cuenta muchas cosas y tiene el único objetivo de vender una historia.
La "verdad" es otra. Hay empresas que se presentan ahogadas en los parqués porque necesitan dinero urgentemente. Otras multinacionales, como por ejemplo Twitter, se presentan en Wall Street por obligación; porque hay un grupo de firmas de capital riesgo invertidas en el proyecto y quieren deshacerse de su participación inicial.
Es fundamental saber en qué momento de la historia se encuentran cuando llegan a la bolsa, y porqué entonces quieren que los inversores formen parte de ella.
2. CONOCER LA PERCEPCIÓN DEL RIESGO
Si la historia es la explicación del pasado, el riesgo está vinculado con las incertidumbres del futuro.
Una empresa que quiera cotizar está obligada a presentar los “Factores de Riesgo” que afectaran a su actividad. Esta lista es la mejor guía para entender como se desarrolla la actividad de la compañía y plasma la personalidad de la organización.
No es lo mismo que en la presentación de la OPV nos encontramos con una lista exhaustiva de posibles amenazas, que podrían llevar la compañía a la la bancarrota, que leer una simple descripción sin ningún tipo de referencia.
Un inversor que se encuentra con una reflexión esquemática de los "Factores de Riesgo" puede creer que la directiva esconde la verdadera naturaleza de la compañía. O puede pensar que el equipo encargado de elaborar esta sección no ha estado a la altura de las circunstancias y ha hecho un mal trabajo.
Ambas posibilidades son malas y ponen en duda la credibilidad de la Oferta Pública.
3. LEER LA CONTABILIDAD DE LA OPV
Ni analizar, ni calcular. Debemos leer la contabilidad como quién lee un libro, y comprender cada punto de la trinidad financiera - Balance, Estado de Pérdidas y Ganancias y Flujos de Caja - para entender la historia númerica de la empresa.
Hacer este paso, difícil y aburrido, da una ventaja extraordinaria para entender una OPV!
Imaginaros la cantidad de Analistas Técnicos que se pueden perder una buena Oferta solo porque no hay tendencias, ni soportes, ni resistencia por donde empezar a dibujar líneas.
Los estados contables pueden estar manipulados, incluso es posible que los reguladores les obliguen a modificar algunas cantidades después de meses de cotización. Pero dar un vistazo a las cifras nos ofrece una base suplementaria que otros inversores no tienen.