Lo que parece obvio es obviamente erróneo.Paul Tudor Jones
Conteste a la siguiente pregunta: Cuando usted toma sus decisiones de inversión ¿es usted impulsivo o reflexivo?
Con impulsivo me refiero a movernos por corazonadas, por instinto, por intuición, por feeling. Pensamientos e impulsos que nos envía el cerebro sin que exista ningún tipo de raciocinio previo. Dicho así parece bastante obvio que tengamos que dudar y ser críticos con este tipo de impulsos, puesto que pueden equivocarnos o plasmar realidades o conceptos que no son tan reales como a priori pensamos.
Pero si es usted es reflexivo, me refiero a que valora los riesgos, tiene un plan, está centrado en maximizar su beneficio, minimizar sus costes, incrementar su bienestar…por ser un ser consciente de sus actos ¿tomara siempre las mejores decisiones?
En 2002 Daniel Kahneman, psicólogo norteamericano-israelí obtuvo junto a Amos Tversky el premio Novel de economía por mostrarnos una realidad distinta a la que hasta entonces conocíamos. No somos tan racionales como suponemos ser, nuestro cerebro comete errores en la toma de decisión diaria. Pensar, puede ser imperfecto puede que nos plasme realidades contrarias a las que deberían ser. En nuestra sala de trading tenemos un plan, no pensamos demasiado, actuamos. Sabemos que hay un porcentaje de operaciones que vamos a fallar no desgastamos energía intentando no fallarlas. No se ha dicho alguna vez:
“No tiene sentido, el mercado no debería estar haciendo esto, la noticia es positiva… No lo comprendo, todas mis herramientas, análisis y estudios me marcaban que deberíamos seguir subiendo… No puede ser, no es lógico!!”
A partir de ahora, no cometa este error y no pierda energía ni tiempo en enojarse…el mercado manda, es una operación más, no cometa el error de predecir, ni de argumentar según los estereotipos o patrones que aprendemos o nos enseñan. Cuanto más insista en una predicción más daño le hará en su ego, porque fallara.
Imagine que está delante de las pantallas y de momento el cerebro le envía un impulso a su cuerpo para que compres el activo que tienes delante. Si eres un trader formado y con 20 años de operativa practica en los mercados, tendrás reflejos distintos a los de un principiante, quizás podrías fiarte de tu intuición (cuestión de valorarlo), puesto que ese pensamiento está programado por millones operaciones pasadas que te aportan un grado de conocimiento que tú no eres capaz ni de explicar, es lo que denominamos “el alfa”. Pero si llevas un año operando en los mercados y ni te atreves a usar una cuenta real, aparta esos impulsos de tu cuerpo y mente que no te llevaran por ningún buen camino.
Por lo general las respuestas intuitivas suelen ser erróneas, pero lo que no imaginamos es que incluso pensando puedes llegar a tomar decisiones erróneas. ¿Cuál de los siguientes segmentos es mayor?
La imagen anterior es la famosa ilusión de Muller e Iyer. A simple vista parece evidente que la primera flecha es mayor, hasta que nos demuestran que tan solo es un efecto óptico y que ambos segmentos miden lo mismo.
Tan simple como que las puntas de las flechas se dirijan hacia dentro o hacia afuera y nos equivocaremos. Ahora que ya lo sabe si se lo vuelven a preguntar se lo aprenderá de memoria pero seguramente siga viendo un segmento mayor que el otro. Ha elegido creer en la medición pero no puede impedir que su cerebro le devuelva esa percepción errónea. Por esto y muchos más errores cognitivos existentes y que iremos viendo poco a poco en próximos artículos, todo buen trader o inversor debe testear sus reflexiones aparentemente tan lógicas antes de interiorizarlas como verdades absolutas.
A continuación os lanzo otra pregunta: ¿que haríais si en un día de trading habitual conseguís 3 o 4 operaciones ganadoras una tras otra en cuestión de una hora y media?. La mayoría de los trader con los que trabajo me contestan lo siguiente: cerrar mi ordenador e irme a mi casa a disfrutar de mi familia. Y usted: ¿se fijaría un límite diario de ganancia? Antes de contestar lea lo que hacen los taxistas de New York, quizás cambie su respuesta.
Cuando llueve en New York u otra gran ciudad, no hay quien pueda coger un taxi. A simple vista parece una presunción sencilla, aumenta la demanda y la oferta disminuye. Sin embargo, una célebre investigación realizada hace ya casi 20 años por el economista Colin Camerer se topó con que dicha lógica, explica parte de la situación pero no era la verdadera razón de que los taxistas desaparecieran de las calles. Lo que ocurre un día de lluvia es que, efectivamente, todo el mundo coge un mayor número de taxis, lo que provoca que los conductores alcancen sus objetivos mucho antes. En general, los taxistas trabajan por objetivos diarios, basándose en lo que necesitan mensualmente. Si lo cumplen se marchan a casa, los días que llueven consiguen sus objetivos mucho más rápidos y en dos o tres horas se pueden ir a casa super satisfechos. Pero debido a que hay mucha más demanda en estos días, ¿no deberían aprovechar las lluvias trabajando más y ahorrar esfuerzos y horas trabajadas para cuando salga el sol y baje la demanda? Pues lo mismo os digo queridos amigos, el mercados es soberano y si toca una racha de operaciones buena, ¿porque limitar nosotros nuestro recorrido? ¿No sería más coherente guarde como hormiguita para cuando luego llegue la chicharra? Agradeceríamos sus comentarios.
Un saludo, formese en análisis bursátil para conocer que acciones comprar en bolsa y buen trading.
