Retomo el ejemplo de Sri Lanka que nos ofrece Rafael Manzano. Un ejemplo del que habla también Ben Wright, que nos dice que Sri Lanka ha sido muy propenso a endeudarse - sobre todo con China -, para financiar sus sueños ecologistas, y que sencillamente no tiene dinero para pagar la enorme deuda que debe. Dice Wright,
Si bien es cierto en términos generales que cada país infeliz es infeliz a su manera, y las naciones en desarrollo enfrentan obstáculos que las economías occidentales pueden superar más fácilmente, hay muchas lecciones y advertencias en los problemas de Sri Lanka para aquellos que están preparados para prestar atención.
El principal de ellos es que las finanzas de una nación deben administrarse anticipándose a las recesiones económicas que nadie puede pronosticar. Hace tres años, pocos predecían una pandemia global que detendría efectivamente todos los viajes al extranjero. Incluso menos pronosticaron que tal desastre sería seguido rápidamente por una guerra caliente que involucraría a uno de los países productores de petróleo más grandes.
Pero Sri Lanka estaba mal equipado para hacer frente a estos problemas imprevistos debido a su creciente carga de la deuda, su ingenuidad al comprometerse con una potencia extranjera maligna como China, su falta de seguridad energética, la cantidad que estaba gastando en proyectos de infraestructura ecológicos pero improductivos (ver post de Manzano), su excesiva dependencia de muy pocos sectores y las consecuencias no deseadas de objetivos bien intencionados pero mal pensados impuestos por el gobierno.
El simple hecho de repasar esta larga lista pone de relieve que Sri Lanka, por supuesto, está lejos de ser el único en cometer este tipo de errores. Hay muchos otros países, incluido el Reino Unido, que han cometido un error similar. Las diferencias son más de grado que de tipo.
La difícil situación de Sri Lanka es, por lo tanto, un saludable recordatorio de que el progreso económico no es un hecho y que incluso los países relativamente ricos pueden retroceder rápidamente dadas las circunstancias correctas (o incorrectas). Sus problemas también demuestran lo rápido que una crisis de alimentos y combustible puede convertirse en anarquía.
Los políticos de todo el mundo, incluido Boris Johnson, serían tontos si supusieran que la misma explosión rápida hacia la anarquía no podría ocurrir en sus propios países.
¿Podría ocurrir en España, u otro país europeo? No es ninguna broma. Se avecina una crisis de escasez de energía y alimentos, agravada por el programa 20-30, un locura que experimentó Sri Lanka; hasta Sánchez se atreve a hablar de racionamiento. Y estamos endeudados por un total, como expliqué hace poco:
“En España, la deuda oficial del sector público es de 117,7% del PIB. Preocupante según el cuadro oficial del Banco de España, 11.5, el total de deuda emitida es del 170% del PIB. La diferencia surge de unos ajustes que permite la UE según el Protocolo de Déficit Excesivo, nunca del todo bien explicado, pero que supone una merma considerable, nada menos que más del 50% del PIB. Otra fuente que yo creo más fiable es el cuadro de consolidación financiera de toda la economía, en el que se registra una deuda pública del 157,5% de PIB para finales de 2021.“
En otras palabras, tenemos una deuda que nos impide endeudarnos mucho más para adquirir en los mercados lo que nos hace falta. Y a otros muchos países, de ahí que se hable de racionamiento, es decir, que el estado se encargue de la distribución = comunismo.
No me gusta la idea de que este gobierno sea el encargado de asignar los recursos escasos, pero es lo que nos dice el calendario de la legislatura, coincidente con la escasez prevista. Y no se le ocurrirá al incumbente apelar a un gobierno de concentración nacional como sería deseable.
Efectivamente, mas allá de las explicaciones cortoplacistas y fenomenológicas que se nos de para cada caso, lo cierto es que cuando veamos colas y racionamiento estamos ante gobiernos autoritarios y comunistas. El mercado es el único que permite gestionar la escasez de modo aceptable, si los estados se cargan el mercado, se llega al racionamiento y a los mercados negros sin solución de continuidad.
En ocasiones no soy yo el que escribe tonterías ...jajajs
A mí me da la impresión los que han tomado la casa con piscina de Ceilán y los que tomaron el Capitolio a mi me parecen que son unos vagos que se organizan por las redes ...
En respuesta a Pepe Mary Fer
¿Qué coj... tiene que ver?????
En respuesta a Miguel Navascues
Ok , de acuerdo yo digo más tonterías..jsjshs
De momento el gas lo tenemos garantizado para el invierno que viene ...
España puede que sí, pero ¿y centroeuropa?¿y europa del este?. ¿O es que ya no somos europeos?.
En respuesta a Rafael Manzano
Por supuesto, y ESO ES LO PREOCUPANTE. recuerda el libro de Keynes sobre La Paz de Paris “Consecuencias económicas de La Paz”.
En respuesta a Miguel Navascues
A mi quien de verdad me duele son los países de europa del este, Polonia, Rumania, Estonia, Letonia, Lituania..., se tragaron toda la guerra fría bajo la bota soviética, y ahora les toca pasarlas canutas con el abusón Ruso al otro lado de sus fronteras... si no conseguimos ayudarles me voy a sentir fatal.
Yo he oído que España compra has ruso ...en fin al final venden el alma al diablo...
Es todo muy raro rompen con Argelia , compran gas americano y ruso y asiático,el asiático seguramente también es ruso ahora dicen que España va a exportar a Europa ,gracias a las gasificadoras ...es todo muy raro