La intersección del plano formada
por la superficie del agua con el casco de un barco separa la parte sumergida
de la que no lo está. Esta línea también se aprecia en las carteras de
inversión formadas por acciones y funciona exactamente igual que en las
embarcaciones.
- Lanchas rápidas
Las carteras formadas por títulos
"ligeros" altamente variables en su cotización, equiparan su
comportamiento al que presentan las lanchas planeadoras, cuando se produce una
aceleración en el precio de acciones, la embarcación se eleva hasta el punto
que prácticamente pierde el contacto con el agua, desapareciendo por completo
la línea de flotación, proceso por el que estas inversiones hacen que la
navegación sea brusca y desapacible.
- Buques de carga
Las carteras formadas por títulos
"pesados" poco variables en su cotización, asemejan su comportamiento
al que experimentan los buques de mercancías, cuando se produce una aceleración
en el precio de acciones, la embarcación tiende a hundirse en lugar de elevarse
sobre el nivel mar por el propio peso de la carga, aplastando la línea de
flotación, proceso por el que estas inversiones hacen que la navegación sea
placentera aunque con una limitada maniobrabilidad de la nave.
La medida y ajuste de la línea de
flotación es tarea obligada del capitan de la nave para garantizar el
equilibrio necesario entre maniobrabilidad y estabilidad, bien se trate de una
lancha, bien se trate de un buque, en la medida que en cualquiera de los dos casos
su desatención puede hacer naufragar la embarcación.
Estos principios son aplicados y
mostrados desde la creación de mi cartera personal en
http://finanzasconfinanzas.blogspot.com.es