Ahora que el trumpismo está cada vez menos prestigiado dentro y fuera de su país, se habla de que Europa podría tomar el relevo en el liderazgo mundial, encabezado por Merkel, por ejemplo - cosa que ella ha rechazado rotundamente - lo que la honra.
Pero el vacío trumpista no es suficiente para llenar el hueco. Como dice Wolfgang Münchau, en un artículo brillante, Europa tendría que acometer una serie de acciones, cuya probabilidad de que se hagan es prácticamente cero.
En primer lugar, Europa no es una potencia militar, y menos unificada. En comparación con EEUU, sigue siendo igual de dependiente que antes de Trump. Alemania es reacia a aumentar su aportación militar, y menos aún la oposición. Francia parece más dispuesta, pero no lo hará si Alemania no se compromete. aunque el problema de fondo es la falta de unión, por supuesto.
En segundo lugar, Europa, como hemos dicho muchas veces, es, gracias al euro, una zona dividida entre acreedores y deudores, y para más INRI, acreedores ricos y deudores pobres. Con eso está dicho todo. La primera y más urgente necesidad es emprender la corrección de este embrollo que amenaza con lanzarnos de nuevo al pozo, y ahí está la propuesta de Macron de una unidad fiscal con un ministro único de finanzas con plenos poderes. Pero Alemania, de nuevo, piensa en esa unidad como una medida de meter más austeridad, lo que acentuaría la división acreedores-deudores, aparte de limitar seriamente el punto uno, la presencia militar.
En tercer lugar, Europa "disfruta" de un superávit exterior conjunto del 3-4% del PIB, lo que resulta en un déficit del resto del mundo de la misma cuantía. No se puede resolver diciendo que los demás ahorren más, porque eso hundiría al mundo en una contracción comercial. De la misma manera que no se puede resolver el enorme superávit de Alemania respecto a Europa diciéndole a ésta que ahorre más, no se le puede decir al resto del mundo que la culpa es suya.
Ya lo decía Keynes, que cuando hay un déficit, hay un simétrico superávit, y son las dos partes las que deben actuar para cerrarlo.
Lo que no acaba de entender la gente cenutria (la mayoría se lao españoles, por lo que veo en la prensa), es que no sólo se trata de ahorrar, sino de que Europa invierta más e importe más. Pero la ideología merkeliana es ahorrar, ahorrar, como única solución de todo. ¿Está de lideresa mundial? Nos llevaría a la fragmentación del mundo al paso del oropel del euro.
No se puede ser líder mundial con esas deficiencias internas y además tocando las narices a los demás.