1) Nuevos recortes en las exuberantes previsiones del gobierno. En Voz Populi,
De hecho, a diferencia del Ejecutivo, que se resiste a hablar de tasas negativas en el horizonte más cercano, el think tank calcula que el Producto Interior Bruto (PIB) experimentará la primera contracción en este cuarto trimestre, al descender un 0,4%, por lo que la economía iniciará el 2023 más debilitada.
Para 2023, Funcas ha revisado a la baja todos los componentes. Destaca el estancamiento del consumo privado, en un contexto de crisis energética y de inflación que lastran la confianza del consumidor pese a la leve recuperación salarial que se vaticina.
Las incertidumbres globales y el deterioro de la economía europea también generarán una fuerte desaceleración de la inversión, de modo que la aportación de la demanda interna al PIB sería tan solo de medio punto (1,5 puntos menos que en la anterior previsión).
De manera similar el motor externo perderá fuerza por el enfriamiento internacional. Sin embargo, como las importaciones se frenan al compás de la demanda interna, la aportación del exterior al crecimiento será todavía ligeramente positiva, llegando a las dos décimas (frente una aportación nula en la anterior previsión).
Todos los organismos tumban la previsión del Gobierno
De esta forma, Funcas se suma a la lista de organismos y servicios de estudios que han revisado a la baja sus previsiones. La primera en hacerlo fue la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) el pasado 26 de septiembre, redujo al 1,5% el crecimiento para España.
Por su parte, el Banco de España (BdE) cree que la economía sólo prosperará un 1,4% y la recuperación total de los niveles prepandemia se retrasará todavía más, hasta principios de 2024. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) sitúa la recuperación en el mismo trimestre al augurar un crecimiento del 1,5%.
Por su parte, BBVA Research era hasta ahora el más pesimista al esperar que la economía sólo crezca un 1% en 2023 y España entre en recesión técnica este mismo año, con el tercer y cuarto trimestre en negativo.
Finalmente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) también enmienda las previsiones en las que el Gobierno sostiene los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023 con la previsión más pesimista expuesta hasta ahora: la economía española sólo crecerá un 1,2% en 2023.
Mis previsiones son que no será un 0%, sino peor. Creo que la economía española se contraerá al menos un -1%. Al menos. Téngase en cuenta que en las previsiones de carácter más o menos oficial, como son las arriba expuestas, se hacen bajo el supuesto de que el sector financiero se va a mantener estable.Yo creo que tanto en el resto de Europa cómo en España, son de temer desequilibrios financieros que, en mayor o menor medida, tocarán a la actividad real.
¿Que tipos de desequilibrios financieros? Empezando por el tipo de interés, que subirá haga lo que haga el BCE, a la debilidad del intrínseca del euro, pasando por el estado de algunas instituciones que se ocultan en una contabilidad de todo menos fiable.
Tenemos una muestra de desequilibrios financieros en Reino Unido por pérdida abismal de credibilidad del Gobierno. Y nuestro gobierno no tiene ninguna credibilidad ante los mercados, como demuestra que el BCE ha tenido que intervenir comprando deuda española - e Italiana. ¿Cual sería el tipo de interés d la deuda sin esa ayuda del BCE? Sería más alta, pero además más volátil. Realmente esas intervenciones del BCE esconden la verdad de la Deuda y de la posición de los pasivos frente al exterior.
2) Da como pena y aprensión ver a una mítica nación hundirse en el desconcierto más absoluto por razones inconcebibles. Inglaterra, cuna de la democracia parlamentaria y mascarón de proa de la IIWW, está envuelta en la contrición por su propio gobierno. Sin la clarividencia y voluntad de Churchill, ¿hubieran entrado los americanos en la guerra? Es posible que no. Cabe especular con la idea de que los nazis hubieran ganado esa guerra por de Inglaterra, que Churchill se negó a rendir ante la superioridad militar de Hitler. Pero Inglaterra resistió: no pudo ser invadida, y eso fue la semilla sobre la que germinó la victoria aliada. Churchill tenía muy claro que Hitler era el mal absoluto, convenció a su país de ello, y luego a EEUU.
Ahora Inglaterra se asfixia en los errores de su gobierno Torie, cuyo líder, Liz Truss pretende ser una sucesora de Margaret Thatcher. Con esa excusa, ha querido demostrar lo bien que imitaba a su ídolo presentando un presupuesto infame, cargado de déficit y deudas por bajadas de impuesto sin corregir los gastos. Los mercados la han castigado inmisericordes con masivas ventas de bonos estatales y de libras, lo que ha obligado al Banco de Inglaterra a comprar sin límite ambas cosas ante de que muchas entidades - fondos de pensiones, bancos - entraran en quiebra. El Banco también se ha dejado una cuantía importante de credibilidad en el turbión. El desprestigio es tal que muchos piensan que el nuevo ministro de finanzas, sucesor del culpable bobalicón que elaboró el presupuesto, es quien en verdad toma las decisiones, y que Liz Truss está amortizada. Como siempre en Inglaterra hay apuestas sobre quién será el sucesor.
A continuación, (trozo de) un excelente artículo de Jeremy Warner (Telegraph) sobre el caos reinante en Inglaterra:
La credibilidad está en la política, las finanzas y la economía; esta semana fue el punto en el que el gobierno del Reino Unido finalmente logró perder todos los últimos vestigios que quedaban de eso. El marco institucional de confianza de Gran Bretaña, junto con su reputación ganada con tanto esfuerzo de dinero sólido y certeza en la política, todo se fue al garete.
Tal vez exagero, pero desde la humillación del rescate del Fondo Monetario Internacional en 1976 no habíamos visto un desmoronamiento tan espectacular. Esto también de un gobierno Tory con una mayoría general sustancial. Es poco creible.
Estos son días oscuros para los parlamentarios conservadores, quienes serán muy conscientes de que la pérdida de reputación de competencia económica es un veneno electoral para su partido. Como ya ha observado el ex canciller,
Philip Hammond, esa reputación ha sido completamente destrozada por lo que acaba de ocurrir.
La primera ministra británica, Liz Truss, asiste a una conferencia de prensa en Londres, Gran Bretaña, el 14 de octubre de 2022.
'Esta fue la semana en que el Gobierno perdió todos los vestigios restantes de credibilidad'
Lo siento por Kwasi Kwarteng. Ahora ostenta la dudosa distinción de ser el segundo canciller británico con menos tiempo en el cargo después de Ian Macleod, quien murió en el cargo casi inmediatamente después de haber sido designado.
Cualquiera pensaría que nos hemos convertido en Italia o Grecia, tal es la rotación en puestos clave del gobierno y la creciente sensación de inestabilidad política, económica y fiscal.
La tormenta tampoco ha terminado todavía. Despojada de toda autoridad y credibilidad, es difícil ver cómo Liz Truss, la Primera Ministra, puede sobrevivir a los traumas de las últimas semanas.
Como dijo Norman Lamont sobre John Major, ella está en el cargo pero no en el poder.
Es poco probable que el cambio de sentido en el impuesto de sociedades, el chivo expiatorio de Kwarteng y su reemplazo con la mano supuestamente firme de Jeremy Hunt la salven. El recorte en los planes de gasto que dio a entender el viernes puede ser lo que demandan los mercados, pero políticamente amenaza finalmente con destruirla.
Que envidia me dan los ingleses que cuando alguien mete la pata, son sus propios colegas los que le echan al rio, pero en una semana y eso que parecía competente. Aquí no salen ni con aceite hirviendo, claro que donde van a ir con 4 meses de cajera en un supermercado y otros ni eso, pues siempre han estado en el chupe.
En respuesta a Luis Mayoral
Sí y a mí.
Salimos de la crisis del COVID , y entramos en una guerra militar y económica .. desde la segunda guerra mundial no hay nada parecido , Lisa es la reencarnación de la Tacher los mercados la han castigado ...es como si las experiencias pasadas no sirvieran para nada, bueno algo parecido fue la crisis del petróleo que a España a día de hoy parece que todavía la estamos padeciendo 50 años después... en este situación España tiene mucha experiencia ... Ya hay legiones de Marujas en los supermercados para sacar al país adelante como hace 50 años ..jajsjs en este campo España es una potencia mundial...jajajs
Estos on los presupuestos, para que los amiguetes como los Almodovar, los Amenabar, los Bardem y otros, no salgan con la camiseta del NO A LA GUERRA.
Que pena que la izquierda de este pais, se dedique a rentabilizar a los muertos.
Un saludo.
No a la guerra de Ucránia.