Si bien el primer informe de cada mes que la Cartera Value remite a sus inversores versa sobre aquella empresa que por votación éstos han decidido que analicemos, el último informe del mes suele tratar de un tema de interés general pero relacionado directamente con las empresas cotizadas del mercado continuo y MAB. Por ejemplo, el de esta semana tratará del ratio PSR y de la evolución de las ventas de todas las compañías del continuo desde el 2007 al 2014. La mayoría de ellas no han conseguido superar aún los niveles de cifra de negocio del último año “burbujil.” Un dato que quizá a más de uno le sorprenda porque hablamos de un período de 8 años.
El primer informe que remitimos de carácter general versaba sobre las OPVs realizadas en territorio nacional durante los últimos 10 años, esto es, desde el 2005 hasta el 2014. Con tal informe pretendíamos alertar al inversor acerca del peligro que conlleva la adquisición inicial de estas emisiones. Así, nos poníamos en la piel del comprador inicial de las acciones que, con la vista puesta en el largo plazo y las bondades publicitadas por la propaganda corporativa y aledaños acerca de las bondades de los nuevos negocios salidos a bolsa, hubiese adquirido ilusionado tales títulos en su niñez esperando revalorizaciones “applenianas.”
Éste es el resultado de las nuevas emisiones desde el 2005 hasta ahora:
Para calificar una emisión como exitosa usábamos el siguiente listón: que al final del período el inversor hubiera podido vender los títulos por la misma cantidad por la cual los compró. Nada más. Sin contar dividendos pero tampoco inflación ni gastos de intermediación. El criterio era así de sencillo y poco exigente. Por ejemplo, quien adquiriera en 2007 acciones de Renta 4 en su OPV que, en lo que llevamos de 2015, pudiera al menos venderlas por la misma cantidad. Al constatar que de 26 OPVs u operaciones parecidas realizadas (o “perpetradas”) entre 2005-2009, primer período de tiempo examinado en aquel informe, sólo 5 habían tenido éxito, esto es menos del 20%, siendo en muchos casos catastróficos los resultados de la inversión inicial en el sentido de irrecuperable, no se extrañe el lector de que en la introducción al informe sostuviéramos lo siguiente:
Adjuntamos en ese informe un gráfico de la evolución de cada OPV del 2005 al 2014 con un breve y descriptivo comentario y ofrecimos varias advertencias de entre las cuales destacamos la siguiente:
No es de extrañar que termináramos con una recomendación de carácter general:
Finalizamos el informe con este maravilloso gráfico de Inditex (con el número corregido de acciones a la partición actual):
Seis años se pasó Inditex, paradigma de empresa excepcional y triunfadora de la cual todo inversor quisiera poseer el 100% de las acciones de por vida, entre 3€-5€. A partir de ahí se disparó al albur de los buenos tiempos hasta los 10€ para finalmente caer como todas en 2008-2009 hasta los 5€. El comprador original de las acciones de la quizá mejor empresa española de los últimos 15 años no tenía gran cosa desde su adquisición original en 2001 hasta mediados del 2009. Tras ocho largos años es verdad que se encontraba mejor que cuando adquirió los títulos pero tampoco su historia se había convertido en lo que realmente esperan tantos y tantos inversores atraídos por las nuevas ofertas de acciones, esto es, forrarse a mansalva a tasas de revalorización de triple dígito.
Puede que el inversor original de Inditex no vendiera los títulos en el 2009 y que aún los mantenga hasta ahora. Él sería la excepción a esta conducta y también la excepción a los resultados, que mayoritariamente suelen ser entre malos y catastróficos. Cuando compre una acción recuerde que adquiere una entidad dinámica, en marcha, en funcionamiento. Un negocio que cambia y se adapta, que necesita de un test en el mercado que implica el juicio del tiempo, como todos los negocios y todas las empresas.
Cuidado con las OPVs porque el gráfico de arriba es la excepción exitosa y ya ve que ha necesitado de su tiempo y paciencia. Aquí le dejamos la regla general y no para una mala empresa sino para una de calidad media o incluso media/alta:
Cuidado con las OPVs amigo. Siempre tiran a matar.
Muchas gracias Casal y Núnez. IMPRESIONANTE EL PEDAZO DE ARTÍCULAZO CON LA BRILLANTE RECOMENDACIÓN a las personas como yo, que no estoy nada ducho ni en la contemplación del Mercado.
¡Muchas gracias!
Gracias a ti. Las OPVs conllevan graves peligros en sus momentos iniciales. No obstante pasado un cierto tiempo, cuando las valoraciones vuelven a su cauce y los precios se corrigen, también ofrecen buenas oportunidades de inversión. Un saludo!
No sería capaz identificar el grado de similitud entre la bolsa y la estrategia militar. Pero el tono y sugerencias de los artículos son realmente interesantes.
Felicidades
Hola y muchas gracias. La metáfora militar en la inversión, donde los enemigos a vencer son muy poderosos y en la cual la disciplina es el arma fundamental, nos ha parecido la más adecuad. S2!
Yo no tengo ni la menor idea de los análisis técnicos.
Conozco lo más elemental sobre las ondas al alza en que las matemáticas les gusta el número 3.
Y que los valores se rigen por medio del número de Fibonacci. Número que se encuentra en la Gran Pirámide de Keops. Y que toda la naturaleza se rige por fractales.
Pues bien, la similitud del mundo de la estrategia militar también se encuentra en el oráculo del I Ching o Libro de las Mutaciones.
Le pregunto al oráculo sobre las llamadas ondas de McQuenna. Para descubrir o vislumbrar el futuro inmediato, pues los signos siempre están bailando, al ser un elemento tan dinámico por culpa del factor TIEMPO.
Libro de las Mutaciones, libro de lecciones del Arte de la Guerra de Sun Tzu. Todo está conectado.
El factor tiempo es, sin lugar a dudas, el juez máximo en el mundo de la inversión donde sus protagonistas, las empresas, constituyen entidades dinámicas en continuo cambio y adaptación. S2!
Muy interesante el articulo. A toro pasado (qué facil es ;-)) en Facebook solo había que esperar a que superara el máximo del primer año, y luego ponerse largo... lo que está claro es que una Opv no tiene por qué ser mejor que otro valor que lleve mucho tiempo en bolsa. Es más, de hecho es una pura incógnita...
Hola y gracias. Al margen de casos concretos, lo cierto es que las OPVs han arrojado habitualmente resultados desastrosos para el adquirente original debido a los momentos de mercado en los que proliferan y los incentivos que las guían. El inversor tiende a recordar tan sólo aquéllas que desde el primer momento han triunfado, afectado por la amnesia y el sesgo de supervivencia. No obstante, muchas de las OPVs mencionadas en este post han resultado ser grandes inversiones en empresas de calidad para quienes compraron en otros momentos de mercado. ¿Se va a repetir el mismo proceso con las OPVs del 2010-2015? Probablemente.Y aunque no fuera así de lo que no cabe duda vista la experiencia española pero también la de otros mercados (piénsese en las OPVs del NASDAQ en la burbuja puntocom, que ya nadie parece recordar) es que en virtud de un principio de prudencia valorativa y preservación del capital la estrategia reactiva es más recomendable que la proactiva. S2!