El descenso por la madriguera:
Una tarde de primavera del año 1999, Alicia estaba sentada a la sombra de un árbol mientras su hermana leía un libro en voz alta, un aburrido libro sin dibujos ni diálogos, cuando vio pasar, corriendo, un conejo blanco, "llego tarde, llego tarde" repetía sin cesar; y Alicia lo siguió, el conejo se metió en una madriguera, Alicia fue tras él cayendo por la madriguera. Al final de su caída el conejo blanco había desaparecido, pero muchos otros conejos blancos corrían de un lado a otro llevando grandes bolsas negras en las que se leía una inscripción: "Pesetas". Alicia no entendía nada y preguntó: ¿por que tenéis tanta prisa? ¿a dónde llegáis tarde?...
Alicia había llegado a un país en el que el 1 de enero del siguiente año las pesetas iban a desaparecer y los conejos blancos se apresuraban a cambiar aquellas pesetas, cuya procedencia no podían "justificar", por terrenos y otros bienes inmuebles. Alicia ni se imaginaba lo que iba a pasar en los años siguientes: los tipos de intereses bajarían y bajarían al tiempo que los requisitos para acceder al crédito se relajarían, los bancos centrales inundarían el mercado de dinero nuevo sin el respaldo del ahorro, de hecho, esa borrachera de crédito fácil iba a crear un espejismo de "prosperidad", que se vería alentado por los continuos mensajes de la Reina y su Corte sobre las bondades de adquirir una vivienda e hipotecarse y por los intereses reales negativos.
El crédito fácil es como un hada madrina que te concede todos tus deseos, pero sólo hasta que llega el plazo para pagar . The Narcissism Epidemic. Artículo recomendado: El crédito fácil crea una "epidemia de narcisismo" en Estados Unidos.
Puedes ignorar la realidad, pero no puedes ignorar las consecuencias de ignorar la realidad. Ayn Rand.
La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados. Tyler Durden en The Fight Club.
Alica empezó a llorar porque no entendía nada y se formó un charco, que se convirtió en mar, los conejos blancos y otros animales nadaban intentando llegar a la orilla del Euro, Alicia pudo distinguir un dodo constructor, un loro electricista, un pato arquitecto y aguilucho que tenía una inmobiliaria, entre otros. Al llegar a la orilla y tras secarse, el dodo organizó una carrera, la única regla era que nadie perdía,
La carrera era frenética, la actividad "ladrillera" aumentaba sin cesar toda vez que el resto de actividades, el beneficio que proporcionaba comprar y vender rápido, incluso antes de escriturar, y construir pisos que se vendían como si no hubiera mañana -mañana sería más caro-, hacía que aquellos que hasta entonces se habían especializado en una parte del proceso, quisieran abarcar todas las fases productivas del negocio ladrillero: el constructor montó una promotora, y hasta una inmobiliaria, no iba a pagar una comisión a otro por no hacer nada, decía; el electricista una empresa de montajes eléctricos además de comprar varios solares y hacerse promotor; el arquitecto compró solares también y se asoció con el constructor en la promotora; hasta un abogado y un cuñado del abogado se metieron en el "negocio"; también los particulares participaban en tan provechosa carrera, de comprar y vender rápido nació un equipo al que bautizaron con el nombre de "pasapiseros" y apareció el concepto "comprar sobre plano", había otro equipo, "comisionistas", que recibían bolsas negras tan sólo por poner en contacto a fulanito con sotanito; otro equipo, el más numeroso, era uno que se hacía llamar "la clase media", sus integrantes se hipotecaban al 120% del valor de tasación, a veces más, no sólo una sino hasta dos y más hipotecas -siempre lo podrás vender al doble de lo que te costó, y si no: lo alquilas-, se cambiaron de coche "metiéndolo" en la hipoteca, también "metieron" los muebles y las cortinas, y hasta las vacaciones en Disneyland París... incluso algunos se hicieron promotores.
Lo curioso es que aquellas bolsas negras con pesetas no habían desaparecido, al revés, la actividad ladrillera las había multiplicado sólo que ahora en las bolsas se leía: Euros. Notarios y directores de banco hacían "la vista gorda", al fin y al cabo, hasta la Reina y su Corte, y todo el que conociera a "alguien importante", participaban en la carrera, era el sueño del alquimista, nadie perdía, todos ganaban. Incluso aparecían nuevas profesiones, como la de Técnico en Prevención de Riesgos Laborales, y entes que impartían cursos que hasta entonces no existían.
El consejo de la oruga:
Alicia se encontró con una oruga, burbujista, en un foro en internet, la oruga le preguntó por lo que estaba pasando, Alicia no podía darle una respuesta sencilla, sabía que aquello era un espejismo y no podía seguir así indefinidamente y la oruga, que llevaba mucho tiempo, junto con otras orugas, advirtiendo de lo que iba a pasar, desapareció, no sin antes indicarle que, bajo ningún concepto, participara en la carrera.
Una merienda de locos y el crocket de la Reina:
Se había creado en esos años una sensación de "escasez" al tiempo que aumentaba el volumen de las transacciones, más y más agentes externos eran atraídos a la carrera ladrillera, los precios subían y subían, una merienda de locos pensó Alicia. Las orugas burbujistas seguían repitiendo los mensajes de años atrás, algunos se les unirían siguiendo sus consejos, pero sus advertencias eran inmediatamente acalladas por los participantes en la carrera tachándolos de locos y "antipatriotas", cuando las cosas empezaron a caer por su propio peso se atrevieron incluso a lanzar la metáfora del "aterrizaje suave", mensaje que creó una falsa sensación de seguridad. La Reina había aumentado el tamaño de su Corte y el importe del dinero traído del futuro para financiar los gastos de la misma y la actividad ladrillera Real: palacios y monumentos, pabellones deportivos; ciudades de la luz, de la ciencia, de las artes escénicas; aeropuertos; metros y AVEs... con sus correspondientes estaciones; y un nutrido número de empresas Reales, había que colocar a la Corte.
Un buen día, los participantes de la carrera se dieron cuenta de que los pisos y solares ya no se vendían, las hipotecas y préstamos se dejaban de pagar y los ladrillos no se podían comer, desde la Corte intentaban disfrazar la verdad y esconder la basura debajo de las alfombras: los bancos no contabilizaban los créditos impagados, los refinanciaban; los directores de sucursales bancarias se habían convertido en vendedores de pisos, a veces se los "colocaban" a personas de "dudosa solvencia a largo plazo" llevándose, el director, una comisión en una bolsa negra por cada operación, los intereses de aquellos nuevos préstamos eran subvencionados por la Corte e incluían varios años de carencia: "patada p´alante"; los créditos al promotor no se catalogaban de impagados atendiendo las cuotas vencidas con nuevas disposiciones del préstamo... Y, cuando debajo de la alfombra ya no cupo más "porquería", se inventaron un alfombra mayor, un banco malo, y allí "aparcaron" todo el ladrillo invendible y los créditos impagados; se premió la mala gestión de los bancos rescatándolos y proporcionando un buen retiro a los miembros de la Corte que se habían colocado en el sector bancario.
La historia de las ostras curiosas:
Como en toda historia, siempre hay quien saca partido de la curiosidad y la confianza ajena y en el país de los ladrillos no iba a ser de otra manera: preferentes, hipotecas multidivisa, clausulas suelo, gente que se quedó atrapada en promociones que nunca se llevarían a cabo, empresas que desaparecieron dejando deudas millonarias y procesos judiciales eternos de los que nada se sacaría ya que, la organización más usual, era un entramado de empresas que hacía imposible cobrar ninguna deuda, incluyendo una práctica bastante habitual en estos casos: el levantamiento de bienes, hasta de los procesos concursales se podía sacar beneficio si el administrador concursal obtenía una autorización del juez para vender los bienes intervenidos, carecía de escrúpulos y encontraba otros que tampoco pusieran reparos al contenido de aquellas bolsas negras.
En medio del caos, algunos participantes en la carrera intentaban abandonar, "qué le corten la cabeza" ordenaba la Reina, al tiempo que los Reyes de Corazones y el Cortejo seguían lanzando mensajes positivos y disfrazaban la realidad, Alicia se preguntaba si las verdades tenían un efecto negativo en la gente como la pimienta, y sin embargo, las golosinas y el consumo de azúcar hacían tener buen carácter.
¿Quién robó las tartas?
Mientras Alicia pensaba en todo lo que le había pasado desde que llegó al país de los ladrillos, fue interrumpida por un grito que anunciaba que empezaba un juicio. Se juzgaba a la Sota Alemana de haber robado las tartas que la Reina había hecho estos años, todos los habitantes de aquel país parecían ser culpables de haberlas robado, incluso los que no quisieron tarta, algunos planteaban que la solución era el impago: el del préstamo que la Reina había pedido, sin percatarse de que eran los propios habitantes del Reino y la Corte los que habían comprado dos tercios de aquella deuda; y las hipotecas. El Reino seguía endeudándose e imponiendo a sus súbditos cada vez más y mayores medidas recaudatorias porque... "Es la Ley, y así lo manda el Rey".
Poco a poco los habitantes de aquel país dejaron de prestar atención al juicio y aparecieron en escena: un Rey y su amante; una folklorica y un exalcalde; un tipo llamado Bárcenas que conocía todas las intrigas de palacio; un líder sindical que preguntaba ¿qué hay de lo mio?; EREs, Pokemons y Campeones; hasta una declaración de independencia de las tierras del norte... y por supuesto: el croquet, que era el deporte Real.
De repente Alicia fue llamada a declarar: ¿qué sabe usted de todo ésto?, Alicia respondió: Nada! y, sin querer, derribó todo a su alrededor, la Reina ordenó que fuera decapitada... Y Alicia se despertó a lado de su hermana.