Como se esperaba, ha ganado Macron las presidenciales francesas. A Le Pen se le está pasando el arroz, como se le pasó a su padre. Muchas abstenciones, y muy poca diferencia entre ellos. ¿Qué hubiera pasado si? Pues que hubiera sido una revolución populista. Una cultura de la Administración completamente diferente. Acercamiento de Le Pen. Sus compinches Orban & al ¿Hubiera prevalecido el buen rollito de Le Pen con Putin? Putin, a falta de invadir su terreno de expansión vital, ha creado y mimado unos monstruitos derechistas en su entorno que pueden funcionar en Hungría, país ya apresado por Orban el Magnífico (de por vida), con resultados que en España creo que no gustarían.
El caso es que Europa esta cada vez más rota, porque Macron no tiene ni una idea creativa, y un día la abstención se volcará en Le Pen o similar. Alemania sigue de perfil con la guerra.
Francia ya no es Francia, la UE ya no es la UE. Sus instituciones están cada vez más trufada de extremistas de derecha, y un día caerá en sus manos.
Cuando Hitler invadió los sudetes con el permiso de Chamberlain en Múnich, y luego Polonia, Inglaterra dijo basta. Demasiado tarde: deshonor y guerra, como predijo Churchill.
A Putin se le ha permitido seguir financiándose la guerra-masacre sobre Ucrania. El Useño Biden no quiere poner muertos. EEUU ya no es el de la PAX Americana. Putin avanza lenta, pero constantemente, masacrándo población civil. Toc toc: La guerra a nuestras puertas. ¿Que haremos, una UE mortecina y unos EEUU que ya no son EEUU, quizás para siempre? ¿rendirnos? Yo no veo a Putin ofreciendo una paz generosa a Ucrania, sino vengativa y con toda la crueldad posible. Una humillación duradera. Una paz que Europa tragará más o menos elegantemente, lo que facilitaría la continuación expansionista.
Los tiempos no están para heroicidades. Demasiados vectores nucleares en manos de cualquiera. Pero están aquí las exigencias, se acercan, y a nosotros que tenemos este elenco de políticos provincianos, o peor, nos atacan por todos lados.
Primero decaeremos económica, poblacional y fiscalmente. Seremos más mendicantes (¿A quién?) no tenemos nada que ofrecer, salvo un hueco para refugiados.
La victoria de Macron, cinco años más de inanidad.