Charles Henry Dow, fue un periodista y economista nacido en Connecticut a mediados del siglo XIX, que trabajó desde muy joven para ayudar a su familia (su padre murió cuando él cumplió los seis años) y nunca pudo terminar los estudios superiores. Desde los 21 años comenzó su carrera como periodista y en el año 1882 fundó junto con Edward Jones y Charles Bergstresser la compañía “Dow Jones & Company” (precursora del actual The Wall Street Journal).
La teoría de Dow tiene su origen en una serie de artículos publicados por Charles Dow en el Wall Street Journal, publicado por primera vez el 8 de julio de 1889. Charles Dow nunca tuvo la intención real de usar su teoría para pronosticar la dirección del mercado de valores, ya que su verdadera intención era utilizar la evolución del mercado de valores como un termómetro de la economía.
La mayoría de analistas técnicos y estudiosos de los mercados financieros coinciden en señalar que gran parte de lo que hoy en día se conoce como “análisis técnico” está basado o tiene su orígen en las teorías propuestas por primera vez por Charles Dow. Así, podemos decir que la teoría de Dow se basa en seis puntos o ideas principales:
1. El precio lo descuenta todo: toda la información pasada, actual e incluso futura está descontada en el precio de la acción, lo cual quiere decir que las noticias económicas, los cambios en los tipos de interés, los datos de inflación o cualquier otro tipo de variable (económica, política, macroeconómica, etc.) están incluidas en la cotización bursátil. Es decir, el juego de la oferta y la demanda refleja en todo momento la información disponible.
2. El mercado tiene tres tendencias: la bolsa no se mueve en línea recta, sino en forma de zigzag. Así, se puede afirmar que cuando las subidas superan a las bajadas, la tendencia es alcista. Por el contrario, cuando las bajadas superan a las subidas, la tendencia es bajista. Charles Dow, distinguió tres tipos de tendencias según su importancia:
Tendencia primaria o principal: Es la tendencia principal y, por tanto, la más importante. Suele durar entre uno y tres años, aunque esto puede variar según el caso.
Tendencia secundaria o intermedia: es aquella que va en dirección contraria a la tendencia primaria o principal y suele durar entre 3 semanas y 3 meses. Es lo que se conoce como corrección y suelen ser más volátil que la tendencia primaria.
Tendencia terciaria o menor: es la menos importante de todas y es aquella que van en dirección contraria a las tendencias secundarias y suele durar menos de tres semanas.
3. Las tendencias principales tienen tres fases: Charles Dow centró su atención en las tendencias primarias o principales. Según él, están compuestas por tres fases claramente diferenciadas:
a. Fase de acumulación: es aquella en la que compran los inversores más astutos, ya que éstos consideran que el mercado ha acabado de asimilar todas las "malas” noticias y, por lo tanto, el precio no puede caer mucho más.
b. Fase de participación pública: es aquella en la que empiezan a participar la mayoría de los pequeños inversores, ya que consideran que lo “peor” ha pasado. Se trata de una fase en la que los precios se mueven rápidamente.
c. Fase de distribución: se inicia cuando los medios de información financiera empiezan a publicar noticias positivas sobre la situación económica. Se incrementa el volumen especulativo y la participación pública y es en esta fase cuando los inversores más astutos, es decir, aquellos que han comprado en la fase de acumulación, comienzan a “distribuir” todo lo que han comprado en la fase de acumulación.
4. Los índices deben confirmarse entre sí: para considerar un mercado como alcista o bajista no sólo deben subir o bajar unas cuantas empresas, sino todo el mercado en su conjunto. Charles Dow estableció que el Dow Jones Transportation (dada la importancia en aquella época de la red de ferrocarriles estadounidense, que transportaba bienes por todo el país, el índice Dow Transportation se consideró el indicador clave de la actividad económica) debía confirmar el movimiento del Dow Jones. El hecho de que ambos se moviesen en la misma dirección daba más confianza en comparación con los momentos en los que estos divergían.
5. El volumen bursátil debe confirmar la tendencia: Charles Dow veía en el volumen una herramienta fundamental para confirmar o refutar un movimiento de mercado. Este principio establece que el volumen debe ir a la par con la tendencia. Es decir, si la tendencia es alcista, el volumen debe aumentar cuando el precio sube y disminuir cuando el precio baja. Del mismo modo, si la tendencia es bajista, el volumen debe aumentar cuando el precio cae y reducirse cuando el precio aumenta.
6. La tendencia se mantiene hasta que se demuestre lo contrario: este principio viene a señalar que un mercado seguirá siendo alcista o bajista mientras no se observen señales claras de cambio. Así, una de las tareas más difícil para un seguidor de la Teoría de Dow, o para cualquier seguidor de tendencia, es ser capaz de distinguir entre una corrección secundaria normal en una tendencia existente, y el primer tramo de una nueva tendencia en la dirección opuesta.