Problemas éticos:
El sistema de Seguridad Social, se basa en un paternalismo trasnochado,
es insolidario y se basa en unos conceptos “justicia social” y “
redistribución de la renta” difíciles de compartir.
1.- Intentan extender La idea paternalista de que las personas son por
naturaleza, imprevisoras y que, por tanto, es necesario establecer un
sistema obligatorio y omnicomprensivo de Seguridad Social. Esta idea
carece de todo fundamento pues nos consideran maduros y responsables
para elegir a nuestros gobernantes y por otro lado los mismos a quien
elegimos “deciden” que somos incapaces de solucionar nuestro retiro por
nosotros mismos, esto implica la paradoja de que “la cosa pública” se
ordena de acuerdo con la voluntad de unos votantes que el propio
legislador considera incapaz para ordenar sus propios asuntos (Mises en
“La Acción Humana).
La labor del Estado debe estar limitada, al nivel mínimo de asistencia
social que se estimara en relación con aquella minoría de la población
que, por diversas razones (imprevisión, mala suerte) llegara a la vejez
sin haber cubierto por su cuenta las necesidades más imprescindibles.
Pero lo que resulta absurdo es que, como sucede ahora, porque una
minoría de la población no hubiera sido capaz de proveer a tiempo para
su jubilación, se imponga a la totalidad de la población la
participación de forma coactiva en un sistema estatal que nos impide
dedicar gran parte de nuestros recursos de la forma que estimamos más
conveniente.
2.-Recordar que siempre que se interviene mediante regulaciones
estatales de carácter coactivo, se fomenta la aparición de conflictos y
tensiones entre diferentes grupos de la sociedad. La prueba es el hecho
de tomar una decisión relativa al sistema de Seguridad Social sin que
aparezcan roces entre la generación trabajadora y la generación ya
jubilada, pues veremos más adelante cómo se achaca implícitamente la
culpa del problema a los pensionistas, pues cada vez es más pesado
sostener financieramente a los jubilados
3.- Criticar la idea de que la Seguridad Social al menos sirve al ideal
de “justicia social” al redistribuir la renta a favor de los grupos
sociales menos favorecidos. En un mercado libre no es posible distinguir
los procesos de producción de los de distribución de la renta ya que en
una economía de mercado libre se produce en función de los beneficios
que se espera obtener
de manera que es imposible modificar los resultados a través de
políticas de redistribución de la renta sin afectar gravemente al
proceso productivo. Y precisamente este igualitarismo artificial con
tintes mal entendidos de solidaridad se vuelve como un boomerang contra
las clases sociales más desfavorecidas, ya que todo intento de igualar
los resultados del proceso de libertad acabará con el propio proceso de
mercado. Eso implica no dar oportunidades a las capas más
desfavorecidas, ya que esta forma de redistribución de la renta
desincentiva la energía de los agentes productivos del País pues no
incentivan el esfuerzo, sacrificio, trabajo, mérito .No debe haber más
justicia que la constituida por unas leyes de carácter general que se
apliquen de forma abstracta a todos los ciudadanos e impidan a priori
cuál va a ser el resultado específico de la interacción.
FUENTE: AHORRO Y PREVISION EN EL SEGURO DE VIDA ,AUTOR: JESÚS HUERTA DE SOTO.