Como dice Luis Garicano, nos podemos dar con un canto en los dientes porque la reforma laboral del gobierno finalmente no ha derogado las aportaciones del gobierno anterior del PP.
En definitiva, como en las últimas reformas del Gobierno (recuerden vivienda o mercado eléctrico), el gran logro de la reforma es que, tras las nefastas expectativas despertadas por el ala Podemos del Gobierno, no nos mata. La entrada del Ministerio de Economía en liza ha mejorado drásticamente lo que cabía esperar dadas las expectativas que había creado el Ministerio de Trabajo. En los términos pugilísticos que tanto gustan en el análisis de la Política, Calviño ha ganado, a los puntos, a Yolanda Díaz. Esto es bueno para España. Y será una reforma que pasará, con facilidad, la “criba” de la Comisión Europea.
Pero no nos engañemos, esta sigue sin ser la reforma laboral que España necesita. No hay mochila austriaca, no hay contrato único, no hay cambios profundos en formación, en incentivos a la contratación. Seguirá habiendo una enorme burocratización y un exceso de litigiosidad. España seguirá batiendo récords mundiales de paro juvenil. Los jóvenes seguirán sin poder irse de casa. En esta coalición, lo mejor a lo que podemos aspirar es a que nos dejen, más o menos, como estamos.
Es decir, que por las declaraciones del ala izquierda del gobierno, nos podíamos haber temido un retroceso a la ley anterior. Esto me lleva a decir que tampoco el PP lo hizo tan mal, al menos en algunos aspectos: sus últimos tres años la economía creció a un 3% anual y el paro se redujo del 25% de Zapatero al 15%.
Pero falta alcance profundo a esta reforma - pese a que nos haya hecho exhalar un ¡ufff! tranquilizador. No, no hay flexibilidad total, ni a una sola forma de contrato indefinido, ni aproximación a lo que hay en otros países de nuestro entorno. Y las Pensiones ni tocarlas, por lo que aún su pasivo futuro sigue flotando sobre nuestras cabezas.
Eso sería mucho pedir a un gobierno social comunista, pero hay que suponer por ello que una fuerza externa ha conseguido frenar las locuras ambicionadas por Podemos. Y esa fuerza externa supongo, no se me ocurre otra, es la UE. Al fin y al cabo no es un dechado de mercados ejemplares, pero va mucho más avanzada que nosotros.
Con todo, no se pongan a tocar las castañuelas. Es difícil que haya más avances en los próximos años, como es difícil que la derecha sea capaz de ofertar una propuesta económica única y fuerte que modifique legislaciones que impiden la plena modernidad, y difícil es también que llegue a ganar las elecciones (véase el artículo de Luis Varela en el mismo Confidencial).
Así que éste hay que verlo como una especie de tregua.
Cuan diferente la visión de Miguel de la que difunden los medios y la aureola de la vicepresidenta Diaz.
La reforma va sin prisas cuando lo reformen será para ganar Pedro las elecciones ...jajajs
Por eso Casao está tan nervioso ... entre Pedro con la maldita reforma y la entusiasta de los bares y Santiago, Casao está hasta los cojones ...jajaja
La vuelta a la prevalencia de los convenios estatales o regionales, por encima del convenio de empresa es una aberración y mas cuando quieren quitar el descuelgue salarial, que antes del 2012 era una válvula de escape que funcionaba muy a menudo, aunque por los intereses oscuros de los holgazanes sindicatos y mafia patronal no se publicaban datos.
Aunque no sea el tema del articulo, lo planteo por actualidad: La ultima del bitcoin, como han cerrado Internet en Kazakistan y hay menos monedas en producción los precios del producto se desploman, o sea la ley de la oferta y la demanda pero al revés.
En respuesta a Luis Mayoral
Muy interesante, curioso