La coyuntura económica, los resultados empresariales y los datos de confianza (de consumidores, inversores y empresarios) son un claro soporte para los activos de riesgo. Sin embargo, vemos que estas últimas semanas contrasta el fuerte repunte de las bolsas con la caída de las materias primas. Si el ciclo económico es sólido y expansivo, la lógica apunta a que el precio de las materias primas debería subir, ya que se presume un aumento de la demanda.
Sin embargo, el índice general de materias primas está en mínimos del año y en zona de máximos y mínimos significativos de los dos últimos años. Es zona de soporte pero está claro que el índice muestra una debilidad clara en las últimas semanas.
Si la economía global es sólida y está en expansión, ¿por qué están corrigiendo las materias primas? En primer lugar, se debe a la corrección de los precios del petróleo, que tienen gran peso en el global, pero el petróleo entendemos que corrige más por el incremento de la oferta (fracking) que por caída de la demanda. Esta parte no nos preocupa, pero sí que nos preocupa la caída de los metales industriales y del oro. Y nos preocupa porque quizás el mercado esté adelantando un verdadero riesgo con el que no estemos contando. Es complicado aventurarse, pero uno de los riesgos que hay ahora mismo es que la FED se puede estar precipitando con las subidas tan aceleradas en los tipos de interés.
En primer lugar hay que decir que el mercado da por seguro que en la reunión de junio la FED volverá a subir tipos de interés. La FED es presa de sus palabras y se puede dar el caso de que, ocurra lo que ocurra en la reunión de Junio, el mercado pueda interpretarlo mal. Tras decir que el parón de la economía de Estados Unidos en el primer trimestre es temporal, si no subiese tipos en junio tendría una lectura bastante negativa. El mensaje que trasladaría al mercado es que el parón no es tan temporal, sino que la economía de la principal economía del mundo no goza de tan buena salud. Y si los sube presa de sus palabras, el mercado puede reaccionar de forma negativa puesto que pondría en peligro la recuperación económica siempre y cuando el parón no sea temporal.
Está claro que la macro en Estados Unidos recientemente está fallando. En el gráfico que usamos de sorpresas macro vemos que la macro en Europa sigue mejorando expectativas, mientras que en Estados Unidos las sorpresas están siendo realmente negativas. Incluso en Emergentes y Japón surgen más sorpresas negativas que positivas en las últimas jornadas.
¿Y qué pasa si la FED se precipitase subiendo tipos en un momento de debilidad macro en Estados Unidos? Es complicado aventurarse a ver qué podría pasar, pero lo que sí está claro es que de nuevo podría haber volatilidad en el mercado de divisas, sobre todo de las emergentes, que podría provocar correcciones en los activos de riesgo en general. En el siguiente gráfico podemos ver la evolución del dólar frente a las divisas de los principales países emergentes o productores de materias primas. El verdadero ascenso del dólar se inició en el verano del 2014 cuando Bernanke anunció que iniciaba el Tapering. He señalado en el gráfico los dos peores momentos vividos en los activos de riesgo en los últimos años, verano del 2015 e inicio del 2016, cuando la gran fortaleza del dólar generó esa misma fuerza en el Yuan y el gobierno chino depreció su divisa para no seguir perdiendo competitividad frente al resto de divisas.
Evidentemente la situación no es la misma en el momento actual, pero en el gráfico se empieza a apreciar un inicio de rebote del dólar frente al resto de las divisas contempladas. Por tanto, el principal cisne negro que contemplamos en el horizonte lo situamos en la actuación de la FED en la reunión de junio y cómo se la puede tomar el mercado. De momento vamos a seguir de cerca el índice general de materias primas. Si este índice pierde el nivel de soporte actual en un contexto de apetito por el riesgo como el actual, sería un indicativo de que la situación no es tan idílica como parece y deberíamos reducir algo de riesgos en cartera.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio.es/)