El fracaso del gobierno en La votación del decreto sobre los estibadores, que nos va a costar 137 mil euros al día (por cierto, coste similar al de la oferta que se les hizo a los estibadores para que dejaran la huelga) es una síntesis de la debilidad "genética" de las instituciones europeas, que no hacen más que exhibir la esencia del fracaso del proyecto de Europa, y el desastre de España, un país en vilo.
España se metió de cabeza en Maastritch con la mediocre teoría de que eso resolvería definitivamente nuestros demonios. Pues miren, nuestros demonios - el desprecio a la ley si a uno le pete - no sólo no se han disipado, sino que crecen mastodónticamemte.
Es escalofriante la muestra de debilidad del gobierno, reafirmación de que va a tener que convocar elecciones anticipadas. Lo malo no es que no tenga suficiente diputados, es que los demás partidos no defienden el principio de legalidad o juegan contra con él como con un yó-yó.
Y qué deprimente ver a los estibadores, operarios de lujo, aplaudirse mutuamente con Podemos, espectáculo amenazante para España que nunca ha estado peor desde la Transición, por mucho que Rajoy diga que estamos "en la primera velocidad de Europa". Vamos a un gobierno inútil tironeado por unos y otros, bandas mafiosas con total desprecio al parlamento, y con unos jueces cada uno encasillado en su escudería. Hasta que Podemos se coma al PSOE, que se está disolviendo a gran velocidad, y entonces estaremos al borde de una Grecia o peor, de una Venezuela.