Me parece algo asombroso como entre las noticias y opiniones surgidas estos días entorno a la decisión que adoptó el Banco Nacional de Suiza, apenas haya voces críticas, y solamente encontremos “información” acerca de lo ocurrido.
La ajetreada semana que tuve por diversas circunstancias personales me hizo permanecer alejado de los mercados y me enteré tarde de la noticia y de sus consecuencias. Sin embargo, en el transcurso de las horas no he hecho sino que incrementar mi indignación. En los últimos meses he estado varias en varias ocasiones y durante varios días posicionado en el Usd/Chf, y ha sido cuestión de azar que no me haya visto en la tesitura en la que se vieron miles de traders aficionados y profesionales la semana pasada. Podría haber estado dentro como cualquiera de ellos, y por puro azar estuve desconectado.Puro azar.
Las consecuencias de la decisión del Banco Nacional de Suiza han sido algunos brokers notorios quebrados, y miles de traders con sus cuentas a cero, e incluso debiendo mucho dinero.
He leído a los detractores del apalancamiento frotarse las manos para venir a decir que ya lo repiten ellos, que eso del apalancamiento no es bueno, salvo en muy pequeñas dosis. Y no les falta razón. El apalancamiento en el mercado de divisas permite llegar a volúmenes quizás excesivos si no se usa adecuadamente. Pero por otro lado, el “mercado” en su conjunto ha aceptado que la baja volatilidad de las divisas permite niveles de apalancamiento como los que estamos acostumbrados a ver, y esto los bancos nacionales y los bancos centrales lo saben.
Sin embargo, lo que no estamos acostumbrados a ver es a un Banco Nacional que sin moderación ni escalonamientos aplique de repente una política como la que llevó a cabo la semana pasada el Banco Nacional de Suiza. Desde luego, están en su derecho de hacer lo que les plazca con su tipo de cambio, pero si en algunos casos nos gusta utilizar la expresión “terrorismo financiero”, no veo mejor ocasión que esta.
Imaginemos las consecuencias de que por ejemplo en BCE subiese los tipos un 2% de repente, o que duplicase la oferta monetaria en solamente 2 semanas. Imaginemos que una sociedad cotizada anunciase repentinamente una ampliación de capital por el 300%.
Debemos asumir que el mercado es eso, incertidumbre y circunstancias imprevisibles, pero los Bancos Nacionales de los países deberían ser consecuentes y responsable con las decisiones que toman. La estabilidad siempre debería ser un criterio esencial, y desde luego lo de la semana pasada no fue un ejemplo.