Hoy me ha preguntado el primo de mi vecino (no va con segunda intención…) el significado de ese tan manido término de “libertad financiera” y si era posible realmente alcanzarla operando e invirtiendo en los mercados y haciendo trading.
No voy a entrar a detallar en profundidad en qué consiste el concepto, la idea, el sueño o la realidad de lo que supone la ansiada “libertad financiera“, porque para cada persona puede suponer una cosa diferente: para unos puede ser esa bendita sensación de haber alcanzado un determinado nivel de dinero ahorrado o acumulado (fruto de la actividad que sea, de su trabajo, de una herencia, de un negocio exitoso o por qué no, del trading y de sus inversiones financieras), un capital que le permita despreocuparse para siempre de cómo pagará las facturas el mes siguiente y que le suponga un auténtico colchón para dormir y vivir tranquilamente permitiéndose de vez en cuando ciertos caprichos en forma de viajes, bienes materiales…
Para otros, consistirá en haber sido capaz de lograr obtener una serie de ingresos recurrentes y constantes, que superen a sus gastos, y que le permitan atender sus necesidades y las de su familia, y que encima, disfrute a la vez que realiza esa actividad y no se siente presionado y triste cuando la realiza (pongamos de nuevo el ejemplo de alguien que invierte en los mercados y hace trading con regularidad,gana más veces que pierde y además, se lo pasa bien y es feliz cada vez que abre la plataforma de su broker y mientras opera frente a sus gráficos).
Para otras personas, la idea de libertad financiera implicará “ganarse la vida” sin depender por entero de ningún jefe o persona que esté por encima de él, no tener que rendir cuentas a nadie y ser los propios “capitanes de su barco” y los propios encargados de su negocio y de sus inversiones…
Todo es respetable, todo es encomiable, todos pueden ser sueños alcanzables y loables, y prefiero diez mil veces a alguien que dedique cada día una parte de su tiempo y de un folio a trazar sus metas y diseñar sus ilusiones, antes que a alguien que vegete y que aunque se queje continuamente, prefiera seguir lamentándose, antes que pasar a la acción y haya guardado en un cajón para siempre sus ideales y sus proyectos…
Dicen que quién encuentra un porqué para vivir encontrará casi siempre el cómo…
Pero por supuesto, lo que nadie debe confundir es que para conseguir ese porqué, para ser o tratar de ser libres financieramente, es obligatorio tener normas, reglas…y cumplirlas…además de un plan, de un guión, de un proyecto lo más pormenorizado posible.
Y obviamente, obligarse a cumplir esas normas día sí y día también: ser responsables, disciplinados, esforzados, formarse, aprender…dedicarle no solamente ilusión sino mucho tiempo, ganas, dinero, horas, sacrificio, focalización, persistencia… Y reglas, reglas, reglas…
El hecho de que queramos ser libres financieramente (centrándome ya en el tema de las inversiones bursátiles,o en índices, en forex, en materias primas o en el tipo de mercado que sea…) nunca debe suponer que podemos permitirnos el lujo de ser anárquicamente desordenados, que no tengamos que tener un sistema, un horario, unas normas de obligado cumplimiento.
Siempre digo a mis alumnos y compañeros a los que trato de orientar y ayudar en su camino,que para hacer trading es obligatorio hacer antes, durante y después muchos “deberes”: Antes, aprendiendo, leyendo, estudiando, formándose…todo lo que podamos sobre el tema, sobre nuestro sistema.
- Durante la operativa, para no saltarse nunca las reglas, las normas, nuestro plan de trading, ni sobreapalancarse, ni mover stops, ni ser impacientes para entrar, ni miedosos para no hacerlo…
- Después, para repasar nuestra operativa, para reconocer nuestros aciertos, nuestros errores y nuestros fallos, para aprender de ellos y no repetirlos, sino tratar de operar y hacerlo mejor en cada sesión.
Hacer esos deberes, tener esos ejercicios, tener un horario, unas reglas unas normas, un sistema de trading, un plan de trading, un diario de trading…Tratar de ser libre financieramente no implica por ejemplo que podamos operar y entrar al mercado (a ser posible, como algunos te cuentan, en pijama desde tu casa o en bañador desde el bar de la playa), cuando queramos y cuando nos apetezca: debemos adaptarnos nosotros a éste y no éste a nosotros…y en cambio, sí que implica (y lo reitero) una disciplina, un horario lo más rígido posible (madrugando incluso si es preciso, ya que somos nosotros los que debemos adaptarnos al horario del mercado y no éste al nuestro…y hacer trading no solamente es el rato de “meter” las órdenes al mercado en la plataforma, tiene que haber actuaciones previas y posteriores).
Que seamos nuestros “propios jefes” (tanto si realizamos unas pocas operaciones al mes, como si hacemos decenas cada día) no supone que nos desobedezcamos continuamente, sino al revés, que seamos aún más responsables y consecuentes, y que trabajemos el doble o el triple…
Tópico o no, ya lo decía ese gran genio, Steve Jobs, “si no trabajas por tus sueños, alguien te contratará para que trabajes por los suyos…”