Ya está aquí el crecimiento vegetativo negativo de la población española, es decir, la diferencia entre nacimientos y las defunciones. Ya en el año 2015 el crecimiento vegetativo fue ligeramente negativo en 1.976 personas, pero tras la pausa del año 2016 donde el balance fue positivo en 503 personas, este último año (2017) el crecimiento negativo ha vuelto con furia confirmando la tendencia en la que cada vez menos gente nace y más mueren. Esta diferencia fue en 2017 de nada menos que 31.245 personas.
Por Comunidades Autónomas, el declive en el número de nacimientos se acelera en el último año en Castilla León (-7,1%), País Vasco (-6,5%) y Andalucía (-6,1%).
De esta manera, la japonización de España ya está aquí.
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