Hay muchos libros escritos sobre la forma de ganar dinero con un buen sistema de trading, pero ¿cuántos conoces que nos enseñen a asumir las pérdidas del trading? Lo máximo que observamos son pequeños estrategias en plan “Reduzca sus pérdidas y deje correr sus ganancias”. Es de sentido común, pero curiosamente, la mayoría de los inversores dudan mucho entre si cerrar una operación o no cuando va a dar perdidas. La mayoría de los inversores nos centramos demasiado en la metodología de entrada, pero luego el criterio de salida no lo definimos bien. Y ante los números rojos. Recuerda, “Cuando el barco empiece a hundirse, no reces: salta”.
Y ¿cuándo es el momento óptimo de salida? Pues tener un método preestablecido y disciplina, nos ayudaría a desarrollar una rutina que nos ayudara a aceptar las perdidas como parte del negocio, es decir nos ayudara a perder con naturalidad y asumirlo como uno de los muchos costos que tenemos que pagar cotidianamente, tal como sucede con los impuestos o las pólizas de seguro.
Hay dos puntos clave a la hora de asumir pérdidas. Por un lado, conocer de qué forma nos afecta psicológicamente y por otro lado si esa pérdida deriva de una mala gestión de capital y se ha convertido en una perdida más importante de lo que debía ser.
Del lado psicológico observamos que muchos trader equiparan esa pérdida con ser un perdedor. Con no haber entendido el método o pensar que hay que seguir optimizándolo. Esto les frustra, les deprime, los pone ansiosos, y sin darse cuenta interfiere en su nueva toma de decisiones. Cuando el trader está más centrado en el dinero que le queda en su cartera que en el mercado…, lo más seguro es que las siguientes operaciones también sean perdedoras. Piense que cuando las cosas van mal todavía pueden ponerse peor…
Otra cuestión muy importante para poder asumir las perdidas como naturales es no generar una minusvalía demasiado importante para su cartera. Esto es crucial para poder recuperarse rápidamente y para asumirlo con calma. Las reglas del money management tienen diversos matices, pero como estrategia general intente que la exposición al riesgo de sus operaciones abiertas no supere el 3% total de toda su cartera. Otra regla básica es que por operación no arriesguemos demasiada cantidad, entre el 1 o 1,5% sería lo adecuado para poder asumir una larga racha perdedora.
He conocido a traders que triplicaban su dinero rápidamente. ¿Sabe que les pasó después? Lo perdieron todo. Cualquiera que intente obtener una rentabilidad del 100% anual experimentara tarde o temprano una perdida como mínimo del 50%, no olvide nunca que el riesgo y la rentabilidad van siempre asociados.
Tan importante es saber perder como saber ganar, la primera no debe hacernos caer en el fracaso, la humillación, la desilusión…ni la segunda en la soberbia, la preponderancia o la presunción…
Cuando una operación sale mal no debemos analizar porque el mercado hizo lo contrario a lo esperado, sino como gestione mi entrada, mi salida, mi money management…sino cometí errores es una perdida normal y debe ser asumible, no olvide que por mucho que analicemos el mercado existen tantos factores que pueden alterar una posición que hacen que las probabilidades de éxito no siempre jueguen a favor. Sí cometí errores debo ayudarme a corregirlos para poder aprender del fallo cometido y asumir mejor próximas oportunidades…porque siempre, siempre, hay una nueva operación esperando ser aprovechada. No se desilusione, no se rinda y siga su camino.
Por último, recordad que también es muy importante compartir con los demás las operaciones que fallamos. Habéis conocido muchos trader que digan: ¡que malo soy! ¡Ayer hice tres operaciones y las tres malas! ¡¡¡Ohm, “llevo una semanita!! estoy dentro de un drawdown y me cargué el 15% de la cuenta.”
Que va… normalmente escuchamos historias muy fascinantes y son las que se graban más rápidamente en nuestra memoria.
¿Sabéis qué ocurre cuando se comparten este tipo de operaciones que fracasan?
Pues que no es motivo de humillación o vergüenza. Te ayuda a generar empatía y aprendizaje y generar sinergias. También hemos encontrado que cuando una misma tribu, como la nuestra, se junta para compartir fracasos sucede algo mágico, la colaboración se vuelve más fácil y los vínculos se vuelven más estrechos.
Una de mis favoritas son las diferencias entre hombre y mujeres al enfrentar el fracaso, lo más común entre los hombres es tras fallar una operación abrir otra antes incluso de 24 horas, mientras que las mujeres suelen dilatar su próxima entrada, la hipótesis es que las mujeres sufrimos más el síndrome del impostor sintiéndonos que nos hace falta algo para ser trader de verdad, aunque muchas veces lo sufrí en mí misma, tenemos todo lo necesario y solo tenemos que atrevernos a dar un nuevo paso. En el caso de los hombres piensan que tienen los conocimientos necesarios y que solo deben aplicarlo en otro lugar que tengan mejor suerte.
¡Buen trading!