La falta de interés por mí artículo sobre Walter Bagehot me viene a confirmar la ausencia total de apetito por la historia. No lo digo por criticar que no se haga el más mínimo esfuerzo, es que esa apatía es una gran falla para quien pretende entender algo de economía. La economía no es matemáticas - aunque obviamente las matemáticas son un instrumental necesario en algunas áreas -; la economía es historia, está tejida con historia, entreverada con ella.
No hay economía seria sin historia. Una de las causas de las crisis financieras periódicas es que por cada cambio generacional se pierden los conocimientos que enseñaron esas crisis. Si la FED no hubiera estado dirigida por un gran experto en la crisis del 29, Bernanke, el resultado podría haber sido catastrófico. Puedes confiar en la fórmula del interés compuesto, pero no puedes confiar en que la comparación del nivel de tipos d de interes de dos épocas diferentes te van a ilustrar si no tienes en cuenta otras cosas.
La crisis del 2008 se debió en gran parte en una confianza excesiva en serie sobre estadísticas demasados cortas, muy sesgada sobre hacia el pasado reciente, que por lo tanto no recogían dato sobre periodos más adversos.
Pero no sólo eso. La economía funciona bien o mal según las instituciones, y éstas tiene su biología escrita en la historia. La Economía como conocimiento no es estática de una vez y para siempre. Es fluida, cambiante, y precisamente por ello entresacar de ese fluido lo perenne es tan difícil. Una ley científica puede durar décadas, siglos, hasta que se descubre una mejor. De Newton a Einstein hay más de dos siglos.
En economía, el cambio de un gobierno puede suponer una revolución nada gloriosa. Además, puede que pasen décadas hasta que se descubra que las cosas no funciona por tal o cual decisión sobre una institución. Y puede que los intereses creados por esos cambios hagan imposible volver hacia atrás.
Los Grandes economistas han sido grandes historiadores, o al menos no han perdido de vista la historia. Hume escribió una gran historia de Inglaterra. Adam Smith escarbó en la historia no sólo de su patria. Friedman escribió su famosa “Historia monetaria de EEUU”. Keynes conocía produndamente la historia de Europa, como de muestras en su magistral obra “Las consecuencias económicas de La Paz”. Por cierto, un libro de predicciones plenamente acertadas, cosa rara en Economía. Y eso lo logró confiando más en la calidad histórica que en la matematicidad de su ser argumentos.
Y una parte de la historia es la historia de las ideas, fundamental para poner orden en la historia de los acontecimientos. Y es particularmente importante cuando se trata de actividad financiera. Bagehot nos da una lección sobre cómo funcionaba el mercado financiero en el XIX, lo que ayuda enormemente a entender cómo funciona hoy.
Una de razones de la victoria de Trump fue el uso aplastante de Big Data sobre una población cada día más analfabeta. Hay encuestas que demuestran que los mayores de 65 saben cómo funcionan el Estado mucho mejor que los jóvenes de EEUU, hasta puntos insospechados.
¿Que no hay tiempo? Porque se pierde mucho en chorradas.