La generación Z representa el futuro y determinará las tendencias del mercado en los próximos años y décadas. Mientras, la anterior generación, la llamada generación Y, representa el presente y el pasado. Por ello, no estaría de más empezar a analizar lo que puede suceder en el futuro con objeto de aprovechar oportunidades de inversión y sumarse a dichas tendencias si lo consideramos conveniente.
Perfil de una generación
Hijos de la generación Y, son la primera generación verdaderamente nativa en tecnología. La han vivido y la han usado desde su más tierna infancia por lo que se sienten como peces en el agua ya sea navegando en Internet o utilizando un móvil de última generación.
Con una cultura de emprendizaje mucho más marcada que sus predecesores (17% de la generación Z quiere tener su propio negocio frente al 11% para la generación Y), estos jóvenes son más impacientes, autónomos y testarudos. Se caracterizan por la velocidad y las prisas. Nacidos a partir de 1991, 1994 o 1995, según qué fuente se consulte, son socialmente más comprometidos (muchos de ellos participan activamente como voluntarios). Representan ya el 25% de la población en Estados Unidos, lo que nos da una idea de la importancia que está cobrando este grupo de la población.
Se les califica de mutantes fascinados por su fusión con el mundo digital, en mi opinión, una imagen poco afortunada aún cuando sea cierto que estos jóvenes realicen un constante uso de la tecnología. Más preocupados por la información, se informan más.
Personalidad
Parece ser que el desarrollo del cerebro a causa del uso de tecnología les confiere una mayor rapidez en la toma de decisiones y una adaptación multitarea gracias al estímulo del cortex prefrontal. Todo ello supone que se encuentran más ligados a las emociones por lo que son más impulsivos en detrimento de la lógica y la reflexión. No son pacientes, no leen libros, no son obedientes y no practican deportes. Son ambiciosos, les gusta la velocidad y los videojuegos. Invierten en tecnología sin restricciones. Son leales y con una mentalidad abierta.
Trabajo
En el terreno profesional, podemos destacar que no son fieles a la empresa aunque ¿quién podría culparles teniendo en cuenta que la empresa tampoco les ha sido fiel a ellos?, se trata simplemente de una relación comercial que durará sólo hasta que una de las partes decida su conclusión. Desde mi punto de vista, esta actitud es totalmente comprensible dada lo observado durante la crisis, es una visión más sana de una relación profesional. Valoran la honestidad de los jefes (52%), considerando esta cualidad como la más importante para ser un buen líder y manifiestan su deseo de que aquéllos sean abiertos y que no les oculten información.
Menos motivados por el dinero y más motivados por aprender para avanzar buscando evitar el mismo destino de los Millenials o generación Y durante la crisis. Quieren que escuchen sus ideas y valoren sus opiniones (61% de generación Z vs. 56% de generación Y). Algunas de las consecuencias de la crisis han sido que se han vuelto más realistas. Responden bien ante retos y propuestas que les ayuden a sentirse realizados.
Hábitos
Es realmente chocante que aún siendo usuarios nativos de tecnologías prefieran la relación y comunicación en persona. Compran más online e Internet es su principal fuente de información, estar informados les obsesiona. Les encantan las redes sociales que usan como mecanismo de decisión e información siguiendo las modas (marcas "rebeldes") que se propagan a través de las mismas. Parece existir una tendencia a abandonar Facebook en favor de Instagram o Snapchat. Asimismo, son principalmente usuarios visuales con predisposición a la participación, la creación de contenido y a compartir a través de Internet con una actitud más activa, evitando la pasividad del simple consumo. Prefieren los mensajes breves y una información visual ya que tienen una capacidad limitada de atención.
El lema de "lo quiero ya, lo tengo ya" parece estar arraigado en la mente de estos jóvenes, prisa y rapidez.
Preocupaciones
Sus preocupaciones principales son el medioambiente, la tecnología y el compromiso social.
Tendencias
Algunas tendencias ya se están materializando actualmente con un mayor peso y revalorización del NASDAQ, que representa la tecnología, frente a sus hermanos mayores, el índice S&P500 y Dow Jones. En parte, el mejor comportamiento del Nasdaq puede explicarse gracias a la evolución de Apple, pero no justifica la gran diferencia con respecto al resto de los índices.
Esta tendencia debería ir intensificándose con el paso del tiempo. No olvidemos que la generación Z, también calificada como mutante, se identifica plenamente con la tecnología. Es más, la tecnología es su lengua materna, ya que han mamado de su generoso pecho desde que eran apenas unos mocosos. La importancia de la tecnología para la generación Z es enorme. La velocidad también lo es. Todo ello me transmite la idea de que las empresas tecnológicas cada vez van a tener más peso específico y relevancia en la economía. Y que todo va a ocurrir a una velocidad cada vez mayor, tanto para bien como para mal, ya que la paciencia no es precisamente una virtud para esta nueva generación. Al menos esta es mi opinión.
El consumismo de la novedad debería acelerarse por lo que todo debería suceder a un ritmo más rápido. Ello debería llevarnos a más innovación pero, al mismo tiempo, a periodos de tiempo cada vez menores entre crisis y boom económico que serían cada vez más extremos. Los excesos se acentuarán.
Si la paciencia no es una virtud, eso significa que el dinero y éxito rápido nos conducirá a más especulación (no le atribuyo ningún calificativo peyorativo en absoluto) porque la rapidez prima sobre el resto de las cualidades. Probablemente, mas riesgos asumidos, mayor tasa de crecimiento, mayores quiebras... No dormirse en los laureles se convertirá en una máxima, ya que quién se duerma puede perderlo todo. Este nuevo ecosistema exige cambio y agilidad, por lo que quién no pueda seguir el ritmo quedará atrás. Volatilidades más altas, sensibilidad mayor a las noticias y reacciones bruscas en acciones. Al tener menos paciencia habrá oportunidades debidas a la sobrereacción que se acentuará con esta generación. En caso de una noticia negativa no deberían mantener el valor durante mucho tiempo sino venderlo rápidamente. Lo que llevado a una escala de dinámicas colectivas debería suponer fuertes reacciones a la baja (y también al alza ante buenas noticias). Un mundo sin paciencia es un mundo rápido y volátil.
Acostumbrados a manejar y consumir gran cantidad de datos y a la tecnología, reaccionan rápidamente pero también convierten los datos y noticias en elementos de desecho con un tiempo de vida muy breve. Los mercados son el fiel reflejo de conductas individuales elevadas a la colectividad, por tanto, entiendo que el comportamiento de los mercados deberían responder al comportamiento de las personas que forman parte de la generación Z.
La ecología ocupa un lugar destacado en las prioridades de la nueva generación. Ello debería impulsar un mayor uso de energías renovables, la implantación del coche eléctrico, etc.
Las marcas comerciales que logren un mayor dominio de las redes sociales con un comportamiento viral, boca a boca en la red, lograrán una ventaja competitiva frente a su competencia ya que esta generación otorga mayor credibilidad a la información y recomendaciones comunicadas a través de las redes sociales.