En las claves de ayer comentábamos que la aprobación de la reforma fiscal en Estados Unidos daría un nuevo soporte a las bolsas y podría generarse un nuevo tramo al alza en las mismas. Veíamos que los inversores vendían con fuerza los bonos, y entendíamos que esta venta llevaría la liquidez hacia la renta variable. Sin embargo, estamos viendo que las bolsas europeas corrigen y tenemos al Eurostoxx 50 luchando por no perder la zona de soporte que analizábamos en la sesión de ayer.
En el gráfico del Eurostoxx 50 con dividendos vemos que cerró en mínimos de la sesión y hoy está cotizando por debajo de la directriz. No hay que confundir una pérdida de la directriz alcista con hablar de pérdida de la tendencia. Ésta última es alcista mientras haya sucesión de máximos y mínimos crecientes. Los últimos mínimos significativos son los de noviembre en zona de 7.060 puntos, que además coincide con la media de 200 sesiones. Es ahí donde el Eurostoxx tiene el nivel de soporte a corto plazo, nivel que no debería perderse para mantener la inercia alcista.
Los motivos del reciente recorte no son claros. Ya decíamos hace unas jornadas que en los cierres de año no se deben obtener conclusiones precipitadas sobre los movimientos de los mercados, puesto que los inversores, tanto profesionales como particulares, rebalancean sus carteras o realizan minusvalías, por lo que suelen vender las acciones que peor se han comportado. O bien compran acciones, sectores o zonas geográficas ganadoras en el año simplemente para maquillar el balance final de las carteras.
Además, otra excusa para la caída del mercado está en la fortaleza del euro. Veíamos ayer con optimismo un repunte de la TIR de los bonos de Estados Unidos, ya que entendíamos que descontaba un mayor crecimiento económico. Sin embargo, muchos analistas empiezan a descontar que esta mayor rentabilidad exigida por los inversores se debe a una mayor desconfianza en la devolución de las deudas del tesoro americano. Las medidas aprobadas por el Congreso aumentarán el déficit y el endeudamiento de la mayor economía del mundo, y esto acarreará problemas en el futuro. Esta es la tesis defendida por estos analistas.
Evolución de la TIR de los principales bonos del Tesoro de Estados Unidos.
Esta tesis justificaría la debilidad del dólar. En el siguiente gráfico vemos cómo el euro se ha ido de nuevo cerca de la línea que une máximos del año. ¿Este repunte es fortaleza del euro o debilidad del dólar?
Pues si analizamos el dólar frente al yen, vemos en este caso que es el dólar el que se está revalorizando frente a la divisa japonesa.
Por tanto, entendemos que el movimiento que se está produciendo estos días es más fortaleza del euro que debilidad del dólar. Si analizamos el euro frente a la libra, vemos que esta semana se revaloriza y se sitúa también en la línea que une máximos anuales.
Y frente al yen, el euro está rompiendo al alza los máximos anuales.
Por tanto, lo que está penalizando a las bolsas europeas no es la debilidad del dólar por el aumento de la deuda, sino propiamente la fortaleza del euro. El euro fuerte penaliza a las empresas exportadoras y perjudica los objetivos de inflación del BCE, puesto que abarata las importaciones. Pero un euro fuerte es sinónimo de que el mercado tiene claro que la economía de la Eurozona va a crecer con fuerza los próximos trimestres. En este cierre de año se está avanzando con claridad hacia una salida pactada y paulatina del Reino Unido, y quizás sea esto lo que estén valorando el mercado de divisas. Si es así, entendemos que en cuanto los índices de renta variable europea se asienten con claridad en niveles de soporte, el dinero volverá a apostar por las acciones del viejo continente.
El artículo original se encuentra en el Blog de Unicorp Patrimonio S.V.
(http://blog.unicorppatrimonio....)