Hace exactamente 3 meses creé una cartera siguiendo la fórmula mágica de Joel Greenblatt y me propuse escribir un pequeño artículo cada 3 meses para ir comprobando su evolución.
90 días después, el S&P500 cae ligeramente, un -1% frente al -5,3% de la cartera de la fórmula mágica (todas las comisiones de compra y gestión ya incluidas en la caída). No he realizado ajustes por dividendos porque el SP500 tampoco los incorpora. Aunque esto perjudica a la cesta de acciones que más dividendos reparta, a medio o largo plazo una diferencia de un par de puntos porcentuales no será lo que nos convenza de si la fórmula funciona o no.
El diferencial entre el S&P500 y la cartera llegó a ser de 9-10 puntos en el segundo mes, pero en las correcciones recientes la cartera se ha comportado excepcionalmente bien y prácticamente todas las jornadas las cerró en verde mientras que el S&P500 cayó hasta los 1860 puntos, por lo que el diferencial se ha reducido. Ésta es la evolución valor por valor:
King Digital Entertainment (KING), el creador del conocido juego Candy Crush, es el peor valor por el momento. La sobredependencia de Candy Crush le ha pasado factura a la empresa. Y, seamos realistas, se trata del típico juego sencillo al que el jugador se engancha un par de semanas (tipo la serpiente de los móviles antiguos) y no de los títulos como League Of Legends o World of Warcraft que consiguen crear adictos que pasan horas y horas y gastan sumas de dinero importantes para obtener ventajas. No es lo mismo un videojuego de micropagos en el que el jugador abandona tras varios días, que uno que se convierte en una adicción y que consigue que los pagos sean más bien de 20€ y no de 1,3€. Por si fuera poco, no alcanzar los beneficios esperados por el consenso en el tercer trimestre, aunque fuera por la mínima, no ayudó a la cotización.
Sin embargo, la empresa está realizando adquisiciones de otros videojuegos al mismo tiempo que se adentra en nuevos mercados y, con un PER de 6,7 (con un Deuda/EBITDA de 0,6) y un ROA de más del 40% estimados para 2014, parece que todo lo negativo del valor ya está descontado y cualquier mínima sorpresa positiva tiene nueve meses por delante para hacer despegar la cotización. Ya lo advertía Greenblatt: las carteras que crea la fórmula mágica asustan a corto plazo porque reúne valores sobre los que el mercado tiene serias dudas (sospecho que rara vez un PER de 6,7 en una empresa con poca deuda ocurre simplemente porque nadie se ha fijado en la empresa), pero basta con que unos cuantos de éstos remonten y el resto aguanten el chaparrón para que el resultado global sea muy satisfactorio.
En una cartera con 20 subyacentes con un valor de 100$ cada uno, si 4 subyacentes crecen un 100% y los otros 16 se mantienen planos, la rentabilidad final será del 20%. (4x200) + (16x100) = 2400 valor final / 2000 valor inicial: +20%
De hecho, las carteras de la fórmula mágica asustan tanto que Greenblatt recomienda en su libro no echar el más mínimo vistazo a los negocios que la componen, o se corre el riesgo de cancelar la operación demasiado pronto por pavor a una quiebra general. Sin embargo, yo debo hacerlo para darle algo de contenido a esta saga de artículos en inBestia, por lo que me lo tomaré como un ejercicio para aprender a mirar el largo plazo, a seguir el método en momentos de duda y a aprender que lo que importa es el resultado final de todos los valores en su conjunto.
Por cierto, al que le interese el sector de los videojuegos quizá le interese también echarle un vistazo a Gameloft. Se trata de una empresa arriesgada (como la mayoría del sector, me temo) pero que puede arrojar grandes beneficios gracias a una nutrida variedad de juegos para todos los gustos.
Hasta aquí el artículo de los tres primeros meses de la cartera. En el siguiente, echaremos un vistazo más de cerca al valor más aventajado.
Aquí encontrarás el resto de artículos trimestrales sobre esta cartera de la fórmula mágica.
