Las caídas que se han producido o se están produciendo son una buena noticia o una mala noticia dependiendo de la subjetividad del inversor. Al final se trata de la dicotomia que se plantea del vaso medio llevo vs vaso medio vacío.
Existen dos hipótesis en el mercado. La primera hipótesis señala la existencia de un mercado bajista o lateral-bajista donde las caídas no son más que el preludio de algo peor, probablemente una recesión. En cambio, la segunda hipótesis relata la historia de un mercado alcista o lateral-alcista donde existen obstáculos a salvar. Yo, personalmente, considero más probable la segunda hipótesis y, por ello, me ceñiré a ella a la hora de valorar lo que está sucediendo. No obstante, si alguien considera la primera hipótesis no me extraña que salga huyendo presa del pánico.
Como he comentado partiendo de la hipótesis de una corrección en un mercado alcista, lo sucedido nos debería llenar de júbilo en cuanto que significa eliminar de un plumazo la "espada de Damocles" que pende de un delgado hilo sobre los mercado desde hace más de un año. Mes tras mes se ha venido hablando de una fuerte corrección necesaria y proporcional a la gran subida que se ha producido en estos años en el mercado bursátil, fundamentalmente, en las bolsas de EEUU. Así pues, de un plumazo, eliminaríamos ese riesgo al sufrir una fuerte corrección en profundidad y no tanto en tiempo. Esto aliviaría nuestras mentes del recurrente pensamiento de que existe una corrección en ciernes que acecha detrás de cada alza, y podría dar alas a las subidas de nuevo. En este caso, subidas sin más riesgo que el propio devenir de los acontecimientos económicos.
La única duda que a mí se me plantea es si las autoridades europeas estarán a la altura de las circunstancias y los retos, algo que hasta el momento no han demostrado, o si, por contra, seguiremos al rebufo del mercado americano. Un mercado aquél que saca pecho donde otros sólo muestran una barriga alimentada por la corrupción y la opulencia.